Visto para sentencia el juicio por la caja b del PP de Valencia del ¡®caso Imelsa¡¯

El juicio por la supuesta caja b del PP de Valencia con la que, supuestamente, se financiaron, de forma fraudulenta, las campa?as electorales de 2007 y 2011 ha quedado visto para sentencia este martes con la lectura de los informes finales de las defensas. Todas ellas consideran que no existen pruebas que sostengan las acusaciones contra Alfonso Grau, exvicealcalde de la ciudad de Valencia y en su d¨ªa mano derecha de la exalcaldesa y exsenadora, Rita Barber¨¢; la ex secretaria del grupo municipal del PP Mari Carmen Garc¨ªa Fuster y dos responsables de entes dependientes del consistorio.

La acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n se ha centrado en la posible comisi¨®n de los delitos de malversaci¨®n, cohecho y falsedad cometidos alrededor de una trama que, a trav¨¦s de una empresa, cobraba a concesionarios del Ayuntamiento de Valencia por trabajos no realizados y pagaba gastos electorales. La investigaci¨®n forma parte del llamado caso Imelsa.

La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n mantiene que, durante el juicio, se ha probado que el PP de la ciudad de Valencia ¡°cometi¨® fraude electoral¡± porque ¡°increment¨® su presupuesto para las campa?as mediante dinero obtenido de forma irregular¡± y ha comparado su funcionamiento con ¡°la cueva de Al¨ª Bab¨¢¡±. Seg¨²n la acusaci¨®n, el grupo municipal ¡°era titular de dos cuentas corrientes; una l¨ªcita en la que ingresaba las subvenciones y otra donde la secretaria, que cobraba como asesora, ingresaba las comisiones, las peque?as corruptelas. Era como la cueva de Al¨ª Bab¨¢, pues esa cuenta no se somet¨ªa a m¨¢s control que la voluntad de Garc¨ªa Fuster¡±.

Anticorrupci¨®n considera que el vicealcalde concert¨® en 2007 un contrato con la empresa Laterne que contemplaba acciones de campa?a por 150.000 euros, pero ¡°realmente esa campa?a cost¨® m¨¢s de 2,5 millones de euros¡±. ¡°Esa diferencia no la aport¨® el PP, porque hemos examinado sus cuentas, como tampoco lo hizo Laterne¡±, se?al¨® el fiscal. ¡°Hay que tirar del hilo y ver c¨®mo Laterne pag¨® a sus proveedores, y fue en primer lugar a trav¨¦s de entidades y fundaciones creadas por el Ayuntamiento. Laterne, una empresa no muy conocida en Val¨¨ncia, recibi¨® contratos alt¨ªsimos para realizar planes de modernizaci¨®n o tur¨ªsticos¡± que, seg¨²n sostienen las acusaciones, no se tradujeron en trabajo alguno. Y, as¨ª, varias firmas adjudicatarias de obras y servicios del Consistorio ingresaron fondos en las cuentas de Laterne por trabajos que no han podido acreditar. ¡°Es un dato objetivo que ninguna de estas empresas aport¨® una sola justificaci¨®n o factura¡±.

En 2011 la operativa fue muy parecida pero a trav¨¦s de otra empresa, Trasgos, tras la muerte del propietario de la utilizada en 2007.

La defensa de Alfonso Grau ha sostenido este martes que si fueron las empresas las que pagaron los gastos electorales ¡°eso no tiene nada que ver con la malversaci¨®n de caudales p¨²blicos¡±. Sobre la acusaci¨®n de cohecho -el exvicealcalde ya fue condenado a prisi¨®n por cohecho, por aceptar como regalo dos relojes de lujo de un empresario con 16 contratos con el Ayuntamiento-, su letrado ha afirmado que no existen indicios de que Grau se quedara con dinero. ¡°Si hubiese elementos indiciarios los tendr¨ªamos en la sala, y no hay nada. ?Qu¨¦ dinero se qued¨® Grau, c¨®mo lo hizo?¡±, ha dicho.

Por su parte, la defensa de Garc¨ªa Fuster esgrime que esta ¡°acumulaba, guardaba donativos, desde 2010 y dispon¨ªa de los mismos con ingresos en cuenta o pagos en efectivo. Algo l¨®gico, razonable y coherente. El fiscal dice que el dinero proced¨ªa de comisiones, pero no ha identificado a los comisionistas, ni ha detallado en qu¨¦ momento se produjo ese cobro. No sabemos de qu¨¦ particulares hablamos ni de qu¨¦ hechos, pues no es lo mismo recibir dinero por un contrato que por ser la secretaria del PP municipal¡±.