La higuera que inmortaliz¨® el poeta Miguel Hern¨¢ndez se reproduce
Un proyecto genera esquejes del ¨¢rbol que crec¨ªa en la casa natal del poeta y los planta en centros como el Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid, el Museo de Ciencias Naturales o el Paleontol¨®gico de Cuenca
En uno de los momentos m¨¢s ¨ªntimos de su poes¨ªa, Miguel Hern¨¢ndez quiere rescatar de la muerte a su amigo Ram¨®n Sij¨¦. Minar la tierra hasta encontrarlo, dice su Eleg¨ªa, besar su noble calavera, desamordazarlo y regresarlo. Pero no a su casa, sino a su huerto y a su higuera, que representan a ¡°su familia, su infancia, su identidad¡±, se?ala Jos¨¦ Luis Ferris, bi¨®grafo del poeta de Orihuela. La higuera, que sigue en pie en el patio de la casa natal de Miguel Hern¨¢ndez, ¡°es el ¨¢rbol de referencia¡± en la obra del autor de El rayo que no cesa, asegura Ferris. Pero ya es un ejemplar viejo y la Universidad Miguel Hern¨¢ndez (UMH), mediante un convenio con el ayuntamiento oriolano, est¨¢ ¡°d¨¢ndole cuidados b¨¢sicos y multiplic¨¢ndola mediante esquejes¡± que se han convertido en un regalo institucional, seg¨²n Juan Mart¨ªnez, director de la Escuela Polit¨¦cnica Superior de Orihuela (EPSO), perteneciente a la UMH. Sus clones ya verdean en el Real Jard¨ªn Bot¨¢nico y el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, en el Museo Paleontol¨®gico de Castilla-La Mancha (Cuenca) o en los terrenos de Joan Manuel Serrat. Y se tramita su env¨ªo a Moncloa y La Zarzuela.
¡°La higuera era como una escultura que Miguel necesitaba acariciar a diario¡±, contin¨²a Ferris, ¡°y la cita constantemente en su prehistoria po¨¦tica, antes de la publicaci¨®n de Perito en lunas¡±. Un s¨ªmbolo que se decidi¨® conservar ¡°a partir de 2017, cuando se cumpli¨® el 75 aniversario de la muerte del poeta¡±, recuerda Mart¨ªnez. ¡°Firmamos un convenio con el ayuntamiento que, por un lado, abordaba la conservaci¨®n y el cuidado¡± de la higuera original. ¡°Emprendimos la restauraci¨®n del tronco, que presentaba un gran hueco, y construimos un soporte para uno de sus brazos, que estaba en peligro de romperse¡±, prosigue el profesor universitario. El acuerdo tambi¨¦n procuraba cuidados como ¡°podas adecuadas, dotar al jard¨ªn de una instalaci¨®n de riego y vallar el ¨¢rea de la higuera para que los visitantes no se acercaran demasiado¡±. El objetivo es que el ejemplar que aparece hasta en las piezas teatrales hernandianas ¡°viva el m¨¢ximo tiempo posible¡±, declara Mart¨ªnez.
El convenio tambi¨¦n estipulaba ¡°la multiplicaci¨®n vegetativa¡± del ¨¢rbol mediante ¡°esquejes que son clones exactos¡± del original. ¡°Pretend¨ªamos que fueran obsequios que se repartieran entre personalidades o entidades¡± de relevancia. El primero en obtenerla fue Serrat. ¡°Antes incluso de este proyecto, en 2010, en el centenario del nacimiento de Miguel Hern¨¢ndez¡±, la UMH nombr¨® al cantautor catal¨¢n doctor Honoris Causa. En ese acto, ¡°quisimos reconocer su difusi¨®n de la obra hernandiana, que todos conocemos gracias a sus canciones¡±, comenta Mart¨ªnez. Serrat recibi¨® el primer esqueje de la higuera. Este a?o se llevaron otros al Bot¨¢nico, al Museo de Ciencias Naturales y al Paleontol¨®gico. Y esta semana, ha recibido otro ejemplar el maestro heladero Fernando Saenz, creador del sabor ¡°sombra de higuera, que elabora con hojas y sabe y huele al aroma caracter¨ªstico de las higueras tras la lluvia¡±. Tras la entrega, Saenz imparti¨® una clase magistral a los alumnos de Ciencia y Tecnolog¨ªa de los Alimentos del campus oriolano.
El proceso que replica la planta a la que Miguel Hern¨¢ndez estaba tan unido comienza con la poda anual, ¡°que busca el equilibrio del ramaje y una correcta cubrici¨®n del sol¡±. Los restos del corte ¡°se llevan al campus de Orihuela¡±, de estudios eminentemente agr¨®nomos, donde a los esquejes se les practican ¡°peque?as heridas en la base para facilitar el crecimiento de ra¨ªces¡±. Despu¨¦s, relata Martinez, ¡°se sumergen en una soluci¨®n de ¨¢cido indolbut¨ªrico (AIB), un compuesto que ayuda al crecimiento vegetal. Una vez dan muestras de avance, los esquejes pasan a ¡°bandejas con un sustrato de perlita¡±, en las que pasan ¡°unos sesenta o setenta d¨ªas¡±. En cuanto enra¨ªzan, ¡°se trasplantan a maceteros para su cultivo al aire libre¡±. Si una de las ceremonias de entrega de este obsequio coincide con la ¨¦poca invernal, en la que las higueras pierden sus hojas, ¡°se trasladan a un invernadero y con el calor, empieza a brotar¡±, cuenta el profesor universitario.
No es extra?o que la casa familiar del poeta disfrutara de una higuera en su patio. ¡°Es un frutal de zonas ¨¢ridas¡±, manifiesta Mart¨ªnez, ¡°que puede vivir en condiciones de poca agua¡±. Es un ¨¢rbol ¡°muy t¨ªpico de las casas de huerta¡± de la zona, la comarca alicantina de la Vega Baja, ¡°porque sus frutos son de gran aceptaci¨®n¡± entre la poblaci¨®n, con especial incidencia en Albatera, poblaci¨®n situada a 14 kil¨®metros de Orihuela c¨¦lebre por sus cultivos de breva colar. Tambi¨¦n prolifera ¡°en caminos rurales¡±, en jardines urbanos o en terrenos escarpados. Incluso crece a orillas del Mediterr¨¢neo. ¡°Es muy resistente¡±, ratifica el director de la EPSO. Pero no inmortal. Otro de los puntos del convenio ¡°plantea que, cuando se produzca su muerte, se construya sobre ella una especie de templete, para que permanezca en la casa de Miguel como un monumento de madera¡±.
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