Gracia Solera, la guionista que se hart¨® de la televisi¨®n m¨¢s fr¨ªvola y ahora lo cuenta en el cine

Gracia Solera contiene multitudes. Entre tantas, aquellas que a base de contar frivolidades y desgracias en programas de televisi¨®n han conformado nuestra idea de Espa?a a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os. Ese es el tiempo que la periodista (Alicante, 55 a?os) ha pasado trabajando para matinales y vespertinos de Canal 9, Televisi¨®n Espa?ola, Antena 3 y Telecinco. De ¡®Sabor a ti¡¯ a ¡®El programa de Ana Rosa¡¯, de ¡®Viva la vida¡¯ a ¡®Lazos de sangre¡¯. Ese era su oficio hasta que, en 2019, mientras hac¨ªa los r¨®tulos en directo de la secci¨®n que hab¨ªa preparado, los gritos al o¨ªdo de un director se convirtieron en la gota que colm¨® el vaso del maltrato laboral. Dej¨® de respirar, se puso morada y acab¨® de baja. Seis meses despu¨¦s, renaci¨® convertida en guionista de ficci¨®n y documentales. Becada por Ibermedia y por Netflix, adem¨¢s de estar tras el guion de series como ¡®Una vida b¨¢rbara¡¯ (Atresplayer), ¡®Salvar al Rey¡¯ (Max) o el largometraje sobre el ascenso y gloria de Ilia Topuria (pr¨®ximamente en cines), se encuentra en fase de preproducci¨®n la que ser¨¢ su primera pel¨ªcula: Mar¨ªa Mart¨ªnez Ruiz no puede volver, dirigida por ?scar Bern¨¤cer y producida por Nakamura. Una ficci¨®n en la que sus dos d¨¦cadas en la trastienda televisiva se convertir¨¢n en una cruda ¡°y divertida¡± historia sobre los medios en los 90, precisa entrevistada por EL PA?S.

Cuando Solera lleg¨® a una sala de guionistas por primera vez, llevaba 10 a?os convenciendo a sus padres para que le pagaran la carrera de Periodismo a base de oficio. A puerta fr¨ªa y en su ciudad, logr¨® ser locutora desde los micr¨®fonos de Radio Nacional y la SER, fue becada por Presid¨¨ncia de la Generalitat valenciana en tiempos de Joan Lerma (lo que le concedi¨® ¡°el honor¡± de aparecer en una lista negra de periodistas que no pod¨ªan ser contratados en Radiotelevisi¨® Valenciana) y, finalmente, la primera mujer que dirigi¨® un medio en Alicante. ¡°Fue en Diario 16, con contrato de becaria y figurando como directora en la mancheta. Algunas de las peores cosas que viv¨ª entonces fueron aquellas comilonas con el resto de directores de medios provinciales, donde me llamaban ¡°ni?a¡±. El medio se descompuso y yo entr¨¦ como guionista en un programa de Canal 9 que tambi¨¦n se hac¨ªa en Alicante. Casi me caigo al ver lo que me iban a pagar. Me gast¨¦ el sueldo en ropa antes de cobrarlo y el proyecto dur¨® un mes. Eso s¨ª, me di cuenta de que en la tele te pagaban bien por escribir. Mir¨¦ la parrilla, averig¨¹¨¦ qu¨¦ empresas produc¨ªan esos programas y me contrataron en la primera a la que llam¨¦¡±.

Esa productora la fich¨® para guionizar un formato de testimonios. Era el 1997 de Canal 9: ¡°?ramos nueve t¨ªas desesperadas en un piso infecto a las afueras de Valencia. Me dijeron: ni negros, ni gitanos, ni moros, ni personas sin dientes. Tienes una semana para conseguir seis ¡®bichos¡¯¡±, recuerda. ¡°Ahora, en televisi¨®n, los llaman ¡®mu?ecos¡¯¡±, matiza la guionista que hace 22 a?os tambi¨¦n se top¨® con un folio pegado en la pared de redacci¨®n que no ha podido olvidar: ¡°Mar¨ªa Mart¨ªnez Ruiz no puede volver. Eso pon¨ªa. Le he cambiado un apellido a la mujer, pero era un talento an¨®nimo que a cambio de que le peinaran y le maquillasen estaba dispuesta a afirmar que hab¨ªa tenido sexo abducida por un ovni o que hab¨ªa estado en el atentado de Hipercor. Se inventaba lo que necesitases con tal de salir por la tele¡±. La historia de esa mujer, la de la joven Gracia Solera y la del vodevil televisivo del que ha sido testigo privilegiada inspiran libremente ese largo de ficci¨®n que ya suma distintas ayudas al desarrollo y la producci¨®n, y cuyo rodaje se prev¨¦ para 2025. Mientras, su autora levanta pasiones en el oficio cada vez que habla. Ocurri¨® en las redes durante su ponencia en el VIII Encuentro de Guionistas de Sevilla y tambi¨¦n a su paso el podcast ¡®Esto ya se ha hecho¡¯ del sindicato del gremio ALMA: ¡°Llevo bien los halagos porque vienen del tipo de gente con el que me he relacionado: grafistas, documentalistas, el ¨²ltimo en llegar, las becarias¡­ Estoy feliz. Tambi¨¦n porque a los 50 me he dado cuenta de que llevaba toda la vida escribiendo ficci¨®n, pero ahora puedo llamarla as¨ª¡±.