Bibiana Collado Cabrera, poeta: ¡°Vamos a devolver la pasi¨®n de la carne al buen amor¡±
La escritora llama a romper con los estereotipos del ¡°amor como entrega dolorosa¡± en su quinto libro de poemas tras el ¨¦xito de su primera incursi¨®n en la narrativa, ¡®Yeguas exhaustas¡¯
Bibiana Collado Cabrera es un torrente cuando habla de literatura, de poes¨ªa, de amor, de ¡°la ¡°necesidad de romper con los estereotipos del mundo que nos rodea que ha estilizado y romantizado el amor como sacrificio y entrega dolorosa¡±. Su ¨ªmpetu y entusiasmo est¨¢n impresos en los versos de su ¨²ltimo libro de poemas, Chispitas de carne (La Bella Varsovia), que sale a la venta la pr¨®xima semana. ¡°He tenido la voluntad de crear un imaginario po¨¦tico, art¨ªstico, del buen amor. Ten¨ªa en la cabeza a Gloria Fuertes diciendo aquello de ¡®me erotiza la buena gente¡¯, las buenas personas. Vamos a demostrar c¨®mo se pueden hacer obras que respondan a esa actitud vital¡±, explica la escritora castellonense (Burriana, 38 a?os), sobre su quinto poemario.
Collado Cabrera fue poeta antes que narradora. Pero el ¨¦xito de su primera incursi¨®n en la novela, Yeguas exhaustas (Pepitas de Calabaza), una incisiva mirada sobre el clasismo, la violencia machista, la vida de los padres reventados a trabajar para que los hijos estudien o el esnobismo cultural, que ya va por su quinta edici¨®n, ha proyectado su nombre m¨¢s all¨¢ de la poes¨ªa, g¨¦nero en la que est¨¢ consolidada y que le ha proporcionado varios premios (Arcipreste de Hita por Como si nunca antes o Complutense de Literatura por Certeza del colapso). ¡°Todos mis poemarios est¨¢n conectados. Son diferentes maneras de entrar en el universo po¨¦tico con las inquietudes que tengo en cada momento, Si Violencia, el anterior poemario, era la oscuridad, el da?o, el dolor del amor, el viaje a los infiernos, el nuevo libro es la luz, el buen amor, sobre todo en la primera parte¡±, explica la tambi¨¦n profesora de Literatura de un instituto de Valencia.
Una pretensi¨®n que se trasluce en Chispitas de carne en los versos ¡°Me ense?aron que el amor era una amanecer feroz¡± o ¡°Un hurac¨¢n oscuro que destruye para ser eterno¡± del poema Arrojo, que contin¨²a: ¡°Y no me hablaron de la luz/ que se cuela en las casas muy temprano/ para volcar la paz sobre tu rostro/¡±. ¡°Creo que ahora vemos el amor de otra manera. Y no es cosa solo de mi generaci¨®n. Hay una cosmovisi¨®n distinta en la que el sexo es muy importante, muy carnal. Me interesa mucho hablar de ese buen amor, cuando hemos empezado a apropi¨¢rnoslo, parece que el buen amor estaba deserotizado, que la pasi¨®n de la carne, del cuerpo, del entusiasmo estaban vinculados a amores oscuros, destructivos. Vamos a devolver la pasi¨®n de la carne al buen amor, vamos a devolver la luz al reino del sexo, de la seducci¨®n que tambi¨¦n est¨¢ en el amor. Queremos un buen amor en el que tambi¨¦n se folle¡±, afirma, mientras se r¨ªe.
Ya ha pasado la etapa de burlarse de las parejas amorosas, de lo cursi, apunta. ¡°Estamos produciendo textos sobre ese imaginario¡±, comenta sin dejar de sonre¨ªr. En este sentido, cita obras como el ensayo Superemocional. Una defensa del amor, de Juanpe S¨¢nchez L¨®pez, o Estrellas vivas. Antolog¨ªa de poes¨ªa cursi, compilada por el mismo autor y Berta Garc¨ªa Faet. Se trata de escribir algo en positivo, vinculado con una relaci¨®n sana, no de convertirnos en seres de luz¡±, a?ade la escritora y colaboradora de EL PA?S, hija de inmigrantes andaluces instalados en Burriana, de los que muy pronto aprendi¨® las coplillas, las tonalidades y los refranes, una musicalidad que impregna tambi¨¦n sus textos. En la segunda parte de Chispitas de carne, para dar voz al hombre, la poeta recurre a referentes como Miguel Hern¨¢ndez, Jorge Manrique o San Juan de la Cruz.
Collado ha iniciado ahora una nueva obra narrativa, de la que prefiere no dar detalles, mientras sigue yendo a librer¨ªas y clubs de lectura, reclamada por Yeguas exhaustas un a?o y medio despu¨¦s de salir a la luz. ?A qu¨¦ se debe esa buena acogida? ¡°Es un fen¨®meno de boca o¨ªdo. La editorial es maravillosa, pero independiente y no puede hacer una gran promoci¨®n. Tengo un gran amor por los libreros y libreras, por el trato que le han dado y le dan al libro. Y tambi¨¦n he hecho un trabajo de calle, de pueblo en pueblo¡±. Y agrega: ¡°Adem¨¢s, creo que cierta hambre de historias que muestren los cuerpos cansados, el trabajo real, las consecuencia de un sistema brutalmente elitista, al menos en lo cultural y human¨ªstico que seguimos padeciendo; historias que hablan de la clase obrera porque la mayor¨ªa de las personas pertenecemos a ella, se diga lo que se diga¡±.
En su concepci¨®n de la literatura se siente muy cercana a autoras como Alana S. Portero, Violeta Gil, Ana Pacheco o su editora Elena Medel. Abomina del t¨¦rmino autoficci¨®n y prefiere, si acaso, el de ¡°autoensayo¡±. Rechaza el derrotismo en general, y muy en particular, esa monserga de que ya no se lee como antes o que se lee muy poco por culpa de las pantallas. ¡°Detr¨¢s de muchos discursos derrotistas hay un pasado maravilloso, en el que la gente deb¨ªa leer much¨ªsimo, pero la realidad es que tenemos un pasado en el que muy poca gente le¨ªa y muy poca gente estudiaba y el acceso a los libros era el justo. Mis dos abuelas eran analfabetas. ?De qui¨¦n se habla entonces? Ese glorificar el pasado significa dar una mirada super sesgada y elitista de la realidad espa?ola. Desde luego, la gente ahora lee mucho m¨¢s de lo que le¨ªa mi madre y mis abuelas. Y las abuelas de la mayor¨ªa. Me interesa romper con esa imagen sesgada¡±.
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