J. Warx, el artista urbano que pinta Valencia con cr¨ªticas y mucha iron¨ªa: de Juan Carlos I a Ibai Llanos

Jugar e interaccionar con las personas a trav¨¦s de sus obras y generar una respuesta. Esa es la meta final del artista urbano J. Warx, de 30 a?os, que tiene alrededor de un centenar de murales repartidos por toda Valencia, que destacan por su combinaci¨®n de cr¨ªtica social y humor, siempre mediante la iron¨ªa. Como otros creadores de las calles, prefiere mantener su nombre y su rostro en el anonimato y no revelar el origen del seud¨®nimo. Se muestra cauto y con un punto de misterio. Warx recibi¨® a EL PA?S este mi¨¦rcoles en su estudio en el barrio de Benimaclet, en Valencia, donde naci¨® y se crio, y donde ha pintado uno de sus ¨²ltimos dibujos, en el que se muestra a una joven frente a un laberinto que pide ayuda para encontrar casa.

El mural refleja c¨®mo la vivienda se ha convertido en un imposible para toda una generaci¨®n, la suya. Solo el 16% de los j¨®venes de entre 16 y 29 a?os se ha independizado, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Observatorio de Emancipaci¨®n. Tambi¨¦n ha dibujado un mapache dentro de un contenedor de basura y la frase ¡°Est¨¢ bastante bien, pago 500 euros y somos solo 7¡å o un perro con una garrapata que es la ¡°inmobiliaria¡±. ¡°Es una problem¨¢tica que nos afecta globalmente a casi todos. Tendr¨ªa que ser una de las principales preocupaciones de cualquier espa?ol¡±, considera Warx. La vivienda ocupa la sexta posici¨®n respecto a los problemas de los espa?oles, donde la inmigraci¨®n es la primera, seg¨²n la encuesta del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) publicada este mi¨¦rcoles. Warx ha conseguido escapar del laberinto tras varios a?os atrapado, pero en su grupo de amigos los problemas contin¨²an. ¡°Hay trabajos que son proyecciones de problemas que tengo en mi entorno y los plasmo por medio del humor. Al fin y al cabo, pinto lo que en mi cabeza genera ruido, y la vivienda es un tema¡±, explica.

Los barrios valencianos del Cabanyal, Benimaclet o el Carmen cobijan varias de sus obras en paredes de edificios abandonados o en reconstrucci¨®n. Warx, que empez¨® a pintar grafitis siendo un adolescente por distraerse, encumbra el arte urbano como ¡°uno de los movimientos m¨¢s potentes del ¨²ltimo siglo¡± y considera que est¨¢ ¡°estigmatizado¡±. Siempre en el limbo entre arte y vandalismo. A ¨¦l le permite que el p¨²blico interact¨²e con los murales de manera espont¨¢nea, sin buscarlos, para as¨ª ¡°generar un impacto¡±. ¡°Busco que haya un mensaje porque la gracia es que, cuando la gente se cruce con el mural en la calle, les cambie un poco. Si no, pintar¨ªa la cara de Brad Pitt y punto, pero ?qu¨¦ aporta eso?¡±, razona.

La cr¨ªtica social con la que carga algunos de sus murales est¨¢ atravesada por la iron¨ªa. Un elemento ¡°esencial, necesario e imprescindible¡± para Warx. ¡°Me sirvo de ella para establecer los l¨ªmites y jugar con ellos de una forma sutil¡±, comenta, y defiende que no deber¨ªa de haber barreras para el humor. El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez; el rey em¨¦rito, Juan Carlos I; la exalcaldesa de Valencia Rita Barber¨¢; el creador de contenido Ibai Llanos o Bel¨¦n Esteban son algunos de los rostros que, acompa?ados de frases punzantes y de actualidad, Warx ha esparcido por la ciudad.

Una de las fuentes de las que se nutre la obra del artista son los memes ¡ªim¨¢genes, v¨ªdeos o textos con fines caricaturescos¡ª que se originan en las redes. No los copia tal cual, sino que los combina para crear los suyos propios, siempre con un toque de actualidad. En uno de ellos aparece un gatito junto a la frase ¡°Esto es un cocodrilo. Si ves un gato es porque te gusto¡±. ¡°Me parece gracioso esa manera de los j¨®venes para comunicarse a trav¨¦s de los memes¡±, explica. Las redes son el canal id¨®neo para difundir este tipo de obras. Warx lo agradece, pero matiza que no crea sus murales pensando en esa difusi¨®n digital. Colgado de una de las paredes de su estudio, Warx revela cu¨¢l ser¨¢ su pr¨®ximo mural. Tiene decidido el d¨ªa, pero no el lugar. De nuevo, un meme personalizado; de nuevo, cr¨ªtica; de nuevo, iron¨ªa para jugar e interactuar.

Sus murales se abren hueco en una ciudad repleta de ellos. Valencia es un espacio de encuentro y creaci¨®n para grafiteros y artistas callejeros de todo el mundo que acuden para grabar sus pinceladas desde hace d¨¦cadas. Existe una ruta del grafiti con gu¨ªa incluido en el que se recorren las calles del Carmen en busca de las pintadas de artistas como Deih, Julieta XLF o Escif. Este ¨²ltimo ha colaborado con uno de los m¨¢ximos exponentes del arte urbano actual, Banksy, que conoci¨® su obra mientras preparaba el documental Exit Through the Gift Shop (2010).

La vida de las obras callejeras no es eterna. Si el due?o del espacio quiere eliminarla, est¨¢ en su derecho. Adem¨¢s, estar expuesta a todo el p¨²blico y a todas horas conlleva el riesgo de ser alterada o tachada. Warx es consciente de ello, por eso, cada hueco en un edificio abandonado o deshabitado es oro, porque la pintada tiene m¨¢s posibilidades de perdurar. Son contadas las ocasiones en que, como ocurri¨® con un grafiti de David Bowie en el barrio del Carmen, la pieza es indultada. La pared donde se ubicaba iba a ser demolida para construir viviendas, pero gracias a la presi¨®n de su creador, Jes¨²s Arru¨¦, y al apoyo en redes y del propio Ayuntamiento, el rostro de Bowie fue trasladado a la colecci¨®n permanente de L¡¯Etno, el museo de etnograf¨ªa.