Carlos Maz¨®n, el presidente desbordado
Tanto algunos de sus compa?eros de partido como sus adversarios destacan la preocupaci¨®n del l¨ªder del ejecutivo valenciano por su imagen medi¨¢tica
Caos es, despu¨¦s de desastre, la palabra m¨¢s utilizada en Valencia desde el mi¨¦rcoles, cuando la luz del d¨ªa dej¨® ver la cat¨¢strofe que hab¨ªa dejado la dana que ha acabado con la vida de m¨¢s de 200 personas en la provincia. Antes de ese momento, la gesti¨®n del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Maz¨®n, con competencia en emergencias, ya hab¨ªa comenzado a encadenar una serie de decisiones pol¨¦micas y cuestionadas incluso desde dentro de su partido.
La primera fue el retraso con el que se envi¨® la alerta masiva a los m¨®viles de los ciudadanos para advertir del peligro de la dana. Maz¨®n ha intentado centrifugar su responsabilidad por esa decisi¨®n volc¨¢ndola en el dictado de los protocolos, en las advertencias publicadas en redes sociales o en la televisi¨®n p¨²blica, que hab¨ªa informado sobre la previsi¨®n meteorol¨®gica. No lleg¨® a se?alar directamente, como hizo su jefe pol¨ªtico Alberto N¨²?ez Feij¨®o, a la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa, Aemet, o a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car (CHJ), dependientes del Gobierno de Espa?a, como responsables. Sobre todo, porque ¨¦l sab¨ªa los avisos que hab¨ªan mandado ambos estamentos. Pero sigui¨® con su agenda oficial. Este lunes, en la cadena Cope, ha cambiado de estrategia y ha decidido arremeter contra la CHJ atribuy¨¦ndole una responsabilidad que es de la Generalitat.
Maz¨®n es un presidente pegado a las redes sociales, comparte todos los actos a los que asiste. Pero el martes, entre las dos y media y casi las diez de la noche, permaneci¨® callado. A primera hora de la tarde se mont¨® el Cecopi, el organismo que sirve para coordinar emergencias cuando ya hab¨ªa inundaciones en Utiel, Requena y Chiva. Incluso pidi¨® la intervenci¨®n de la UME. Pero no avis¨® a los valencianos.
El agua empez¨® a subir y a las ocho, cuando el drama ya era un hecho, mand¨® el aviso a los m¨®viles, ocho horas despu¨¦s de que el agua empezara a anegar algunos pueblos. Desde entonces, con previsiones iguales o menores, ha lanzado media docena de alertas a los tel¨¦fonos m¨®viles. El 112 colaps¨®, aunque ¨¦l asegurara que funcionaba correctamente y los rescates fueron imposibles en espacios en los que el agua sobrepasaba los dos metros. A partir de esa noche, Maz¨®n ha vivido desbordado.
La Diputaci¨®n de Alicante ha sido su academia y al frente de la Generalitat ha querido mantener su forma de gestionar, pisando mucha calle, y supervisando directamente cada movimiento del Gobierno valenciano en el que ha situado, a quienes le han parecido m¨¢s fieles, tuvieran o no destreza y conocimiento en la responsabilidad que les ha otorgado.
El presidente valenciano pens¨® que pod¨ªa gestionar el mayor drama que ha vivido Valencia ¨¦l solo. Bomberos de Bilbao y de Catalu?a se ofrecieron el mi¨¦rcoles para ayudar en las labores de rescate. No se les contest¨® hasta el viernes. Pero tampoco incluy¨® a los forestales aut¨®ctonos, que disponen de medios humanos y materiales para actuar en situaciones de emergencia. Dentro de su propio partido achacan la ineficacia a la falta de un equipo que est¨¦ menos preocupado por la gesti¨®n medi¨¢tica y m¨¢s por la humanitaria. ¡°Es un club de amigos, no de profesionales¡±, se?alan. Muestra de ello es la consejera de Justicia e Interior, Salom¨¦ Pradas, que solo ha salido en las ruedas de prensa junto a Maz¨®n, cabeceando ante cada una de sus afirmaciones. Es la responsable del departamento desde que Vox abandon¨® el gobierno valenciano ya que fue una de las ¨¢reas que deleg¨® en los ultra. ¡°Nunca le han interesado mucho las emergencias¡±, esgrimen ahora adversarios pol¨ªticos. Tampoco se sabe nada del secretario auton¨®mico de Emergencias, Emilio Arg¨¹eso.
Incluso sus adversarios pol¨ªticos admiten que ante una cat¨¢strofe de semejante magnitud la gesti¨®n siempre acaba siendo mejorable pero, aun as¨ª, insisten en que se ha actuado tarde y mal. Comprom¨ªs ha pedido a S¨¢nchez que le quite el mando a Maz¨®n ante la ¡°incapacidad manifiesta para gestionar esta crisis¡±, mientras que los socialistas han optado por seguir la idea del Gobierno de Espa?a de no cuestionar, en este momento, el Gobierno auton¨®mico. ¡°Quitarle el control a la administraci¨®n que mejor conoce el terreno y que gestiona la mayor cantidad de recursos y mandos, en este caso la Comunitat Valenciana, y en medio de una cat¨¢strofe de esta magnitud, significa perder mucho tiempo en reorganizar e instaurar cadenas de mando que son tan importantes como disponer de suficientes recursos porque la organizaci¨®n y la jerarquizaci¨®n es crucial¡±, argumentan en el PSOE. ¡°Por mucho que el Gobierno central tomara el control, hay que recordar que los mandos intermedios seguir¨ªan siendo bomberos, sanitarios, personal de Protecci¨®n Civil, etc. todos ellos medios de gesti¨®n auton¨®mica¡±, a?aden. ¡°Lo que hay que hacer en este momento es alimentar de recursos de forma ordenada al despliegue en el terreno, adapt¨¢ndose cronol¨®gicamente a las necesidades. Pero sobre todo, obedeciendo a las necesidades requeridas. Cuando se necesitan recursos, se dota de recursos¡±, concluyen.
Maz¨®n pas¨® de pedir 500 militares a pedir 5.000 en apenas unas horas. ¡°No ha sido consciente de la cat¨¢strofe¡±, asegura una fuente que participa en la gesti¨®n de la emergencia. Al presidente valenciano no se le ha visto en la calle, en los pueblos. Presidencia inform¨® que este s¨¢bado iba a recorrer algunos de los municipios afectados pero no hay im¨¢genes de ello. S¨ª se sabe que ¡°desapareci¨®¡± entre las 10.30 y las 18 de la tarde, cuando volvi¨® al centro de emergencias con la cara desencajada.
El segundo momento de gran incapacidad se vio tambi¨¦n el s¨¢bado. Dado que la ayuda oficial no llegaba a los pueblos, miles de valencianos se organizaron para formar columnas y llegar andando, desde Valencia, a los municipios del sur afectados por el desbordamiento de barrancos y del r¨ªo Magro. El viernes, Carlos Maz¨®n lleg¨® a lanzar advertencias, con cierto tono amenazante, para que cejar¨¢n en su solidaridad, mensaje que tuvo que suavizar horas despu¨¦s. Quiso gestionar tambi¨¦n la participaci¨®n de vecinos ayudando a vecinos y convoc¨® a los voluntarios en la Ciudad de las Artes donde se concentraron m¨¢s de 5.000 personas. Algunos de ellos, segu¨ªan en las instalaciones cinco horas despu¨¦s porque la canalizaci¨®n de las ayudas no funcion¨® r¨¢pidamente. Otros se negaron a participar en la limpieza de centros comerciales y exigieron ser trasladado a pueblos en los que colaborar con la gente. Pero incluso estos, tuvieron que esperar horas para acceder a poblaciones en las que nadie hab¨ªa avisado de la llegada de cientos de personas.
En cinco d¨ªas desde que la dana descarg¨® en Valencia, el presidente de la Generalitat no ha salido ni una sola vez a informar sobre el n¨²mero de fallecidos. Ha sido el gabinete de prensa de Emergencias el que ha ido actualizando el n¨²mero de muertos. Carlos Maz¨®n ha comparecido para, por ejemplo, dar hasta cinco n¨²meros de tel¨¦fono a los que pueden llamar los voluntarios, o el n¨²mero de la cuenta corriente en la que aportar dinero para paliar los da?os de los damnificados. No fue hasta la noche del s¨¢bado, cuando ofreci¨® una declaraci¨®n institucional en la que anunci¨® que solicit¨® la inclusi¨®n de siete ministros en los equipos encargados de coordinar la respuesta a la emergencia.
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