Una veintena de familias de v¨ªctimas de la dana se unen a la demanda colectiva contra el Gobierno y la Generalitat: ¡°Iremos a por todos¡±

Joaqu¨ªn Amills, presidente de la asociaci¨®n SOS Desaparecidos, est¨¢ convencido de que si las autoridades hubieran ejercido sus competencias el martes 29 de octubre, la cifra de muertos por la dana en la provincia de Valencia hubiera sido considerablemente menor que las 222 que perdieron la vida. Con esta certeza, durante los d¨ªas siguientes a la debacle se propuso elaborar una demanda para que los que ten¨ªan responsabilidades ese d¨ªa y los siguientes en la gesti¨®n de la emergencia sean sancionados seg¨²n corresponda. ¡°Por la v¨ªa penal estamos convencidos de que no va a prosperar, pero a nivel administrativo podemos probar los fallos, la irresponsabilidad, la negligencia, la falta de cumplimiento de protocolos ya existentes y otros que ni siquiera se han activado¡±, sostiene Amills.

La asociaci¨®n ha destinado un equipo de tres abogados y tres t¨¦cnicos especialistas en emergencias y peritos judiciales para la construcci¨®n de la demanda. Una veintena de familias ya se ha sumado y ha aportado la documentaci¨®n necesaria de cada caso. Amills insiste en que no se cobrar¨¢ nada a ninguna familia que quiera adherirse. Tampoco estar¨¢n amparados por ninguna formaci¨®n pol¨ªtica. El n¨²mero de cargos contra los que se presentar¨¢ el recurso todav¨ªa est¨¢ por cerrar, puesto que el equipo est¨¢ identificando las responsabilidades concretas de cada uno durante la cat¨¢strofe, pero apuntar¨¢ a todos aquellos que ten¨ªan que ordenar, avisar y prevenir sobre lo que ocurrir¨ªa, tanto en el gobierno auton¨®mico como en el central. ¡°C¨®mo se entiende que hubo universidades, escuelas, que cerraron al mediod¨ªa y parte de esa gente muri¨® en la carretera, en los atascos, porque nadie les previno¡±, se pregunta Amills. Y a?ade: ¡°C¨®mo se entiende que la gente llamaba al 112 y sal¨ªa que no exist¨ªa el 112 porque estaba colapsado¡±.

Encarna Mart¨ªnez Toral es una de las familiares que ya forma parte de la demanda. Es la hermana de Jos¨¦ Mart¨ªnez Toral, director del Centro Educativo de Cheste y quien falleci¨® por la riada. Ese d¨ªa, Jos¨¦ sal¨ªa del instituto sobre las seis de la tarde hacia su casa en Valencia, a no m¨¢s de 20 minutos. Emprendi¨® su camino, cuenta ella, sin saber lo que estaba pasando, ni c¨®mo estaban las carreteras. ¡°Nadie le hab¨ªa avisado nada¡±, afirma. De haber tenido una alerta que lo previniera, se lamenta hoy, no habr¨ªa andado por la v¨ªa ni se habr¨ªa pillado el atasco que lo llev¨® a tomar por una carretera en la que finalmente se lo termin¨® llevando con fuerza el torrente de agua al barranco de Sechara, donde fue hallado el coche. Esa alerta a los m¨®viles lleg¨® a las 20.11. Demasiado tarde para decenas de v¨ªctimas.

¡°Nos sumamos a la demanda porque pensamos que esto se pod¨ªa haber evitado¡±, resume Encarna. Le parece incre¨ªble que en pleno 2024, cuando los fen¨®menos climatol¨®gicos se alertan a la poblaci¨®n con d¨ªas de antelaci¨®n, las autoridades no hubieran visto venir lo que ocurr¨ªa cuando estaba lloviendo en unos niveles de litros por metro cuadrado sin precedentes. ¡°?Cu¨¢ntas veces nos han dicho por televisi¨®n ¡°el lunes va a haber chubascos?¡±, se pregunta. ¡°Hemos pasado un volc¨¢n, una pandemia, el accidente del metro en Valencia (43 muertos) y se siguen cometiendo los mismos errores¡±, enfatiza.

Y se refiere, no solo a que no se previno a nadie antes de la emergencia, sino a la actuaci¨®n de las autoridades los d¨ªas que le siguieron. Tuvo que ver durante semanas c¨®mo se pasaban las responsabilidades entre la Generalitat encabezada por Carlos Maz¨®n y el Gobierno de Pedro S¨¢nchez. ¡°No se ponen de acuerdo en c¨®mo tienen que responder ante situaciones de este calibre; no saben qu¨¦ tienen que hacer¡±. Su indignaci¨®n se ha ido profundizando a medida que se ha ido revelando la descoordinaci¨®n entre las autoridades. 10 d¨ªas despu¨¦s de la tragedia se supo que Salom¨¦ Pradas, la consejera de Justicia e Interior de la Generalitat, no sab¨ªa que se pod¨ªan enviar alertas a los m¨®viles. Le indigna tambi¨¦n que efectivos militares y de otras fuerzas le dec¨ªan que ten¨ªan que acudir a las localidades afectadas en sus d¨ªas libres, porque oficialmente no contaban con autorizaci¨®n para desplazarse hasta all¨ª. ¡°Son d¨ªas en los que no tendr¨ªan que hacer falta todas esas autorizaciones¡±, reclama.

Amills no se atreve a dar una fecha estimada de presentaci¨®n de la demanda porque van a tomarse el tiempo que sea necesario para construirla con solidez. ¡°Un m¨ªnimo error nos puede costar que nos rechacen o nos la tumben¡±, sostiene. ¡°Yo entiendo que las familias, la sociedad, el pueblo, est¨¢ indignado con toda la raz¨®n, pero tener prisa en un tema como este es equivocarnos; tenemos que hacer las cosas bien si queremos prosperar y llegarle a toda esa gente que a d¨ªa de hoy todav¨ªa no ha demostrado dolor, empat¨ªa, rasgarse las vestiduras pidiendo perd¨®n, porque ni uno lo ha hecho¡±.

Encarna lo dice sin rodeos: ¡°Vamos a ir a por todos¡±. Preguntada por qu¨¦ espera de la demanda, responde: ¡°Que se haga una limpieza de Gobierno, que se depuren responsabilidades. Que uno por uno vengan a Valencia y pidan perd¨®n, as¨ª como vinieron para hacerse la foto. Quiero que en adelante est¨¦n preparados, que todo aquel que tenga un cargo con responsabilidad sepa lo que tiene que hacer, c¨®mo lo tiene que hacer, a qui¨¦n tiene que avisar y c¨®mo se tienen que organizar. Porque esto ha sido un desastre tremendo.¡±