Puigdemont: retroceder a 2017
La promesa de un regreso a corto plazo del ¡®expresident¡¯ tiene que cogerse con pinzas: lo quiere utilizar en su favor para lograr votos de unas bases independentistas muy desencantadas
Ning¨²n conocedor de la pol¨ªtica catalana ten¨ªa grandes dudas de que Carles Puigdemont anunciar¨ªa este jueves su candidatura a la Generalitat tras la convocatoria sorpresa de elecciones catalanas para el pr¨®ximo 12 de mayo. Las inc¨®gnitas estaban m¨¢s relacionadas en c¨®mo se las apa?ar¨ªa esta vez para ser cre¨ªble ante sus bases a la hora de prometer una vez m¨¢s que volver¨ªa a Espa?a si obten¨ªa la confianza del electorado para ser presidente. Y no solo esto, tambi¨¦n ten¨ªa que resultar convincente en sus promesas sobre el horizonte independentista despu¨¦s del estrepitoso fracaso de su apuesta unilateral de 2017.
Ni una cosa ni la otra quedaron claras en su discurso. Sobre la independencia se limit¨® a decir que su apuesta es ¡°culminar¡± el trabajo de 2017 y que esta vez lo har¨¢n ¡°mejor¡±. Y sobre su regreso volvi¨® a repetir una de las variantes de lo que tantas veces hemos escuchado a dirigentes de Junts los ¨²ltimos seis a?os: si vot¨¢is a Puigdemont, el president volver¨¢ de su ¡°exilio¡±. En este caso, la versi¨®n utilizada fue: ¡°Si soy candidato a la investidura, dejar¨¦ el exilio definitivamente para asistir al pleno personalmente¡±.
Ciertamente, la ley de amnist¨ªa, que tendr¨ªa que estar plenamente operativa a finales de la primavera, deber¨ªa permitir a Puigdemont un regreso sin riesgos a Espa?a, pero el tortuoso camino de la ley genera dudas tambi¨¦n en las bases independentistas. De ah¨ª que la promesa de un regreso a corto plazo del expresidente tenga que cogerse con pinzas. Puigdemont lo quiere utilizar en su favor para lograr votos de unas bases independentistas muy desencantadas, pero siempre dispuestas a movilizarse si la ocasi¨®n lo merece. Y, en una segunda fase, lo utilizar¨¢, si lo necesita, para conseguir los votos de Esquerra Republicana para una eventual investidura.
Mientras tanto, la receta de la campa?a de Junts ya est¨¢ escrita. Hay que elegir entre un l¨ªder independentista fuerte ¡ªPuigdemont, por supuesto¡ª y uno dubitativo: Aragon¨¨s. Hay que escoger entre un ¡°delegado del Gobierno en Catalu?a¡± [l¨¦ase Salvador Illa] o un ¡°verdadero¡± presidente de la Generalitat. Esto, combinado con altas dosis de victimismo y un empacho de simbolismo, ser¨¢ el c¨®ctel electoral de Junts, un partido que tiene candidato, s¨ª, pero tambi¨¦n serias dificultades para trabar un programa electoral s¨®lido y articular el partido.
Puigdemont quiso esmerarse en aclarar que sabe que vive en 2024 y no en 2017. Pero una cosa es decirlo y otra hacerlo y, cosas de la pol¨ªtica, la conferencia del l¨ªder de Junts coincidi¨® con la publicaci¨®n del bar¨®metro cuatrimestral de la Generalitat. Los catalanes no pueden estar m¨¢s lejos de las intenciones de volverlo a hacer manifestadas por el expresidente. Si bien la opci¨®n de un refer¨¦ndum sigue cosechando un apoyo mayoritario, 9 de cada 10 catalanes tambi¨¦n tienen claro que no quieren volver al escenario de la independencia unilateral, justo el que Puigdemont sigue acariciando.
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