Catalu?a, pendiente de un empuj¨®n que le cambie el estado de ¨¢nimo
Las elecciones del 12-M, cuya campa?a arranca en la noche de este jueves, dilucidar¨¢n hasta qu¨¦ punto el ¡®proc¨¦s¡¯ ha quedado atr¨¢s o sigue presente en la pol¨ªtica auton¨®mica
Si alguien pregunta en Barcelona cu¨¢les son los nuevos s¨ªmbolos de la vitalidad cultural de la ciudad, es probable que le se?alen la nueva, y preciosa, Llibrer¨ªa Finestres, abierta por un hijo del empresario Carlos Ferrer Salat, y el bonito paseo ajardinado del Consell de Cent, abierto por la entonces alcaldesa Ada Colau, como parte de un eje verde que nunca lleg¨® a completarse en toda su extensi¨®n. Punto. Se dir¨ªa que Barcelona y Catalu?a necesitan un buen empuj¨®n. En infraestructuras e inversi¨®n, desde luego, pero no solo. Tambi¨¦n uno que le ayude a recuperar su vigor cultural y le permita un cambio en un estado de ¨¢nimo que muchos definen como ¡°cansancio paralizante¡±.
Los catalanes esperan que el resultado de las elecciones auton¨®micas del 12 de mayo ayude a mejorar esa situaci¨®n. Pero ¡°?con qui¨¦n despertar¨¢ ese d¨ªa m¨¢s optimista la sociedad catalana: con un nuevo acuerdo independentista y Carles Puigdemont como president de la Generalitat, o con el socialista Salvador Illa al frente de un Gobierno de voluntad socialdem¨®crata?¡±, se pregunta Xavier Prats, ex alto funcionario espa?ol en la Comisi¨®n Europea, retornado a Catalu?a y temeroso de que el independentismo cierre en falso debates imprescindibles.
La segunda derivada de las elecciones es c¨®mo influir¨¢ este resultado en la estabilidad del Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Y quiz¨¢ la respuesta sea que menos de lo que se cree. Si dan los n¨²meros ¨Dy los n¨²meros quedan lejos de ese escenario, seg¨²n la encuesta de 40dB. para EL PA?S y la SER¨D, es posible que el Gobierno Junts-ERC sea inevitable. Pero incluso en este caso eso no pondr¨ªa en peligro a S¨¢nchez, aunque s¨ª le presionar¨ªa a¨²n m¨¢s. El candidato socialista, Salvador Illa, dice tener un pron¨®stico ¡°informado¡± distinto: ERC no prestar¨¢ apoyo a Junts en ning¨²n caso. No est¨¢ tan claro qu¨¦ har¨ªa Junts si quedara en la oposici¨®n. Sobre todo si se desata una batalla interna por la sucesi¨®n de un Puigdemont en retirada.
¡°Aqu¨ª ya hubo un Govern ERC-Junts y colaps¨® r¨¢pido¡±, recuerda Illa. El candidato socialista explica que en Catalu?a no ocurri¨® lo que ocurri¨® como consecuencia de la sentencia del Tribunal Constitucional que reinterpret¨® el Estatuto de Autonom¨ªa, que es la explicaci¨®n que sostienen los herederos de Converg¨¨ncia, sino porque ¡°los independentistas se subieron a una ola de populismo que recorri¨® toda Espa?a y Europa¡±. El independentismo populista consigui¨® llegar a la m¨¢quina del poder, pero provoc¨® una explosi¨®n. Illa cree que la decisi¨®n de los socialistas de ¡°interactuar¡± con los independentistas ha sido correcta y ha dado buenos resultados. El proc¨¦s ha terminado, los independentistas ya no piden, ni en el plano ret¨®rico, un refer¨¦ndum unilateral, aunque Junts sigue teniendo un problema con su lenguaje, y todos se amoldan m¨¢s al modelo PNV (se podr¨ªa decir que incluso EH Bildu, con su gran resultado del pasado domingo, se acerc¨® a ese modelo, rejuveneci¨¦ndolo).
Illa cree que si Junts no queda en posici¨®n de reclamar una mayor¨ªa independentista, como espera, entrar¨¢ en crisis, mientras que en ERC las cosas seguir¨¢n claras: Oriol Junqueras manda. Y Junqueras decidir¨¢ lo que le permita estar m¨¢s c¨®modo: entrar en un tripartito o apoyar al Gobierno del PSC desde fuera, con un acuerdo de investidura o de legislatura. Illa buscar¨¢ por encima de todo la estabilidad.
Sea como sea, ninguno de los candidatos, ni el propio Puigdemont, habla por ahora de otra cosa que no sea ¡°gestionar bien el autogobierno¡±. Los independentistas asumen claramente que en estas elecciones no hay proyecto secesionista a la vista y que se trata, de nuevo, de negociar un buen acuerdo de financiaci¨®n. Los m¨¢s moderados dejan abierta la puerta a un nuevo Estatuto de Autonom¨ªa. ¡°Todo se puede. Depender¨ªa de qu¨¦ se negociara y c¨®mo. Que no nos hagan perder tiempo¡±, dice Xavier Trias, antiguo conseller de Jordi Pujol y que hoy concurre en un puesto simb¨®lico en la candidatura de Puigdemont.
El proc¨¦s, que ha tenido profundamente alarmada a una parte de la sociedad catalana y encantada a otra, se da por enterrado. Algunos llevan el razonamiento hasta el final: no es posible la independencia, afirma, rotundo, el profesor Andreu Mas-Colell, que acompa?¨® el proc¨¦s en parte de su recorrido. Otros envuelven el mensaje en celof¨¢n: no se dan las condiciones, asegur¨® el pasado domingo Puigdemont. Oriol Junqueras, que participa en la campa?a aunque no se puede presentar a las elecciones porque est¨¢ inhabilitado (incluso tiene prohibido dar clases), reconoce que, sin renunciar al objetivo, no se trata de algo que se pueda alcanzar de la manera que se intent¨®. (Junqueras apoya la candidatura de Pere Aragon¨¦s, pero es muy posible que se vea a s¨ª mismo como el mejor candidato para las siguientes elecciones. Acaba de cumplir 55 a?os).
Puigdemont juega con una idea ambigua, lo que llama ¡°restituci¨®n¡±, como si fuera Fray Luis de Le¨®n volviendo a la c¨¢tedra de Salamanca: ¡°Dec¨ªamos ayer¡±. El primero que rechaza esa idea es Oriol Junqueras: ¡°No s¨¦ qu¨¦ es eso de la ¡®restituci¨®n¡¯. En democracia, gana quien gana¡±, ha dicho. Y Mas-Colell, en un art¨ªculo publicado en el diario Ara, escribe: ¡°No hay nadie en el mundo que piense que, tras una declaraci¨®n de independencia unilateral, la aplicaci¨®n del 155 y la convocatoria de nuevas elecciones fuese un acto ¡®injusto, ilegal e il¨ªcito¡¯, adjetivos que us¨® Puigdemont¡±).
Aunque tengan raz¨®n los sondeos y finalmente se pueda formar un Gobierno presidido por los socialistas, existe un sector de la sociedad catalana que, si bien ya no har¨ªa nada para descomponer el Estado (Espa?a), tampoco le tirar¨ªa un cable si estuviera en peligro. Son personas que se sienten ofendidas, por ejemplo, por el hecho de que en el protocolo oficial vaya antes el delegado del Gobierno que un conseller, y dicen sentirse ¡°inc¨®modas¡±. Esa es la expresi¨®n que m¨¢s se repite en ¨¢mbitos independentistas de Catalu?a. No es f¨¢cil describir en qu¨¦ consiste: respeto total por la lengua catalana y las instituciones propias, desde luego, pero, quiz¨¢s, tambi¨¦n conseguir que Catalu?a crezca econ¨®micamente por encima de la media del resto de Espa?a, recupere su papel predominante en lo econ¨®mico y se plante con personalidad en ¨¢mbitos europeos. En palabras de Trias, ¡°no se trata de ser independientes, se trata de no ser dependientes de Madrid¡±.
En pleno arranque del proc¨¦s, quienes se negaron a respaldar la proclamaci¨®n de independencia empezaron a sufrir el vac¨ªo en sus entornos. ?Alguno de esos amigos independentistas se les ha acercado a pedir perd¨®n? No, responde un periodista catal¨¢n que sufri¨® aquellos ataques como si fuera un traidor. ¡°Quieren hacer esa transici¨®n con la m¨ªnima autocr¨ªtica posible, pero no se puede volver a la v¨ªa pragm¨¢tica sin esa cr¨ªtica¡±, explica. ¡°Fueron malos gobiernos y deber¨ªan recordar el grito de los segadores de 1640: Visca la terra, mori el mal govern¡±, reclama, ir¨®nico.
Para Alejandro Fern¨¢ndez, el candidato del PP, es, en cierto sentido, como cuando los independentistas vascos reclaman ahora: ¡°Dejemos atr¨¢s la historia, olvid¨¦monos de ETA¡ pero recordemos el bombardeo de Gernika¡±. No es posible, afirma. ¡°Catalu?a no es el Pa¨ªs Vasco, por supuesto, pero los independentistas catalanes est¨¢n consiguiendo trasladar el proc¨¦s al conjunto de Espa?a¡±, opina Fern¨¢ndez. ??l har¨¢ su campa?a contra Illa o contra Puigdemont? ¡°No quiero hacer una campa?a obsesiva contra Illa. Quiero dejar una puerta abierta con ¨¦l¡±, responde. ?Aceptar¨ªa un d¨ªa el PP un Estado federal? ¡°?Por qu¨¦ no? Habr¨ªa que ver qu¨¦ se propon¨ªa exactamente, pero clarificar el tema de las competencias, desde luego¡±, se?ala Fern¨¢ndez. El dirigente del PP, que ha tenido problemas con la direcci¨®n nacional de su partido por negarse en redondo a aceptar contactos con Junts, quiere dejar algo claro: ¡°No se puede cambiar la forma del Estado en Espa?a sin el concurso del Partido Popular. Pase lo que pase en las elecciones. ?Est¨¢ claro?¡±. Como el agua clara.
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