En un mitin de Alian?a Catalana: cuando el ultranacionalismo ti?e la ¡®senyera¡¯
Adorada por los militantes, la alcaldesa de Ripoll y candidata a presidir la Generalitat, S¨ªlvia Orriols, exige una Catalu?a ¡°libre del Estado espa?ol y del Estado isl¨¢mico¡±
La protesta contra el acto de campa?a de Alian?a Catalana en Barcelona ha enardecido a sus simpatizantes y militantes, que poco a poco llenan la sala de actos de La Farinera. Como Rosa, que ha venido de Ripoll para escuchar a una mujer a la que podr¨ªa ver casi cada d¨ªa en su pueblo: S¨ªlvia Orriols, la alcaldesa ultra que aspira a presidir la Generalitat. ¡°Dicen que podemos sacar alg¨²n diputado, pero ojal¨¢ saquemos uno en Girona, que es donde ella se presenta. Si se queda fuera ser¨ªa una putada¡¡±, dice la mujer, que toma asiento. El eco de los tambores contra el racismo que llega de la calle se apaga cuando suenan, sin previo aviso y a m¨¢xima potencia, los primeros versos, no de Els Segadors, sino de El Cant de la Senyera: ¡°Al damunt dels nostres cants / aixequem una senyera¡±. J¨®venes y mayores (hay mayor¨ªa de hombres) se ponen en pie de un respingo, como un solo individuo.
Alian?a Catalana ha llenado la Farinera (aforo: unas 200 personas). Entre ellos est¨¢ Joan Maria, un jubilado venido de Lleida, donde seg¨²n las encuestas el partido podr¨ªa obtener un diputado el 12-M. Joan Maria asegura que ha le¨ªdo a conciencia un programa electoral que propone ¡°declarar y ejercer unilateralmente la independencia¡±, pero que incide sobre todo (es su polo de atracci¨®n) en la inmigraci¨®n. El partido de extrema derecha catal¨¢n propone ¡°aplicar una moratoria¡± a la llegada de extranjeros hasta que hayan ¡°asimilado¡± la ¡°cultura y valores occidentales¡± (signifique eso lo que signifique) y la repatriaci¨®n urgente de los inmigrantes ¡°ilegales¡± y quienes ¡°delincan¡± (se supone que todos, no se distingue entre un hurto y un asesinato). ¡°Entiendo que hay gente que pasa hambre, pero han de solucionarlo en sus pa¨ªses. Y tampoco pueden dejarme a un mena [acr¨®nimo de menores no migrantes] en la calle a los 18 a?os y que me atraque¡±, se queja.
Aunque el acto se celebra en Barcelona y sirve para presentar a los candidatos al 12-M por la provincia, la protagonista absoluta es Orriols. Por si hubiera alguna duda, el presentador la despeja: ¡°Tenemos una gu¨ªa, una luz a la que seguir¡ Solo tenemos que dejar que nos lleve¡±. La alcaldesa se reserva la actuaci¨®n final. Todo lo que pasa antes es un aperitivo que, sin embargo, ayuda a desentra?ar este fen¨®meno pol¨ªtico en ciernes que es Alian?a, lo m¨¢s parecido a un Vox a la catalana e independentista.
Oriol Ges (n¨²mero 3), vecino de Vic de 33 a?os y economista, ataca sin piedad a los ¡°fariseos¡± que lideraron el proc¨¦s (Esquerra y Junts) y, en tono apocal¨ªptico (en sinton¨ªa con el lema de campa?a: Salvem Catalunya) opina que ¡°Catalu?a tiene fecha de caducidad¡±. ¡°Hace falta fuego nuevo¡±, dice Ges, que solo enciende la llama del auditorio cuando presenta a la alabada Orriols como ¡°la mujer m¨¢s valiente de este pa¨ªs¡±. Ovaci¨®n cerrada. Jordi Aragon¨¨s (n¨²mero 2) enfr¨ªa al personal cuando habla de reindustrializaci¨®n, pero vuelve a captarlo al denunciar la ¡°inmigraci¨®n masiva y descontrolada¡±, idea que recoge el cabeza de lista por Barcelona, Llu¨ªs Areny, en un tono apasionado, duro, como de fiscal enfadado.
Empresario de la alimentaci¨®n, Areny lleva el discurso a otro nivel, que equiparar a Alian?a con cualquier partido ultra y xen¨®fobo europeo por m¨¢s que se esfuerce (como hacen los partidos de esa ¨®rbita) en negarlo. Sus frases positivas sobre los extranjeros van siempre seguidas de una proposici¨®n adversativa. ¡°No estamos contra la inmigraci¨®n, pero¡±, dice Arenys, y ese pero incluye cosas como que ¡°Catalu?a no es una ONG¡± y que no puede ¡°acoger a toda Latinoam¨¦rica y ?frica¡±. Un poco al rev¨¦s que aquel ministro del PP, Jos¨¦ Ignacio Wert, que quer¨ªa ¡°espa?olizar¡± a los alumnos catalanes, Areny pide ¡°recatalanizar¡± el pa¨ªs y borda los preliminares para la llegada del ¨¦xtasis de Orriols cuando expresa su rechazo a ver ¡°a ni?as vestidas con hiyab¡±.
¡°Se acaba el tiempo¡±
Areny abandona el tono sombr¨ªo cuando recuerda c¨®mo se uni¨® a Alian?a. ¡°Descubr¨ª que hab¨ªa una tal Orriols de Ripoll que tuiteaba todo lo que yo pensaba. No s¨¦ si os hab¨¦is dado cuenta, pero S¨ªlvia Orriols Serra es SOS. ?Hablo de la futura presidenta de la Generalitat de Catalu?a!¡±. Cuando la alcaldesa de Ripoll (desde el a?o pasado) sube al escenario, los militantes alzan sus m¨®viles y empiezan a grabar. Su discurso lleva el sello del victimismo: por la protesta frente a La Farinera, por los a?os de ¡°cord¨®n sanitario¡± sufridos en el ayuntamiento o por la multa que le ha impuesto el Govern por sus discursos contra la comunidad musulmana. Ataca al establishment, una ¡°casta pol¨ªtica¡± que ha ¡°privilegiado a los inmigrantes¡±.
Vehemente, sin consultar demasiado los papeles y entre aplausos entregados y gritos de ¡°S¨ªlvia presidenta¡±, se desnuda como madre biol¨®gica, tambi¨¦n como madre de la patria: ¡°Tengo cinco hijos, cinco herederos a los que no quiero dejar un pa¨ªs infestado de fundamentalistas¡±. Orriols quiere una Catalu?a ¡°libre del Estado espa?ol, del Estado franc¨¦s y del Estado isl¨¢mico¡± y pide tambi¨¦n el voto de los no independentistas.
Los m¨¢s j¨®venes asienten con la cabeza y patalean contra el suelo: parece que la sala de actos vaya a caerse. El ¨¦xtasis de la sagrada Alian?a (entre los militantes y Orriols) llega cuando plantea que un futuro Estado catal¨¢n ¡°cerrar¨¢ las mezquitas¡± que prediquen contra Occidente y cita el caso de Ripoll, donde un im¨¢n, Abdelbaky Es Satty, convenci¨® a un grupo de j¨®venes del municipio para que acabaran cometiendo los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017, en el que murieron 16 personas. Orriols, que ha vetado el cartel ganador de las fiestas de su pueblo porque aparec¨ªa una muchacha con hiyab, traslada una sensaci¨®n de urgencia, como si fuera un comercial de enciclopedias con ganas de vender ya: ¡°Podr¨ªa ser la ¨²ltima oportunidad de salvar lo que somos. A Catalu?a se le acaba el tiempo. O ahora o nunca¡±.
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