Socialistas y ERC, aliados por la ma?ana, rivales por la tarde: ¡°En campa?a no hay amigos¡±
La alianza entre ambas formaciones se ha consolidado en Madrid, pero la disputa por un mismo electorado exacerba los ataques a Illa y S¨¢nchez en campa?a
Salvador Illa no pudo ocultar su sorpresa ante la agresividad con que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufi¨¢n, lo interrog¨® hace diez d¨ªas en su comparecencia ante la comisi¨®n parlamentaria que investiga las compras de mascarillas. Dos semanas atr¨¢s, tan perplejos como el candidato del PSC se hab¨ªan quedado los senadores socialistas ante los c¨¢usticos comentarios de Pere Aragon¨¨s cuando acudi¨® a la C¨¢mara alta para hablar de la ley de amnist¨ªa. Y, el pasado lunes, solo la derecha super¨® en dureza al president y candidato de ERC ante el anuncio de Pedro S¨¢nchez de que se queda tras cinco d¨ªas de meditaci¨®n. Una ¡°comedia¡± para ¡°jugar con los sentimientos de la gente¡±, sentenci¨® Aragon¨¨s,
La campa?a del 12-M obliga a hacer filigranas a socialistas e independentistas, aliados en Madrid y duros rivales en Catalu?a. El PSOE necesita el triunfo de Illa como aval a su pol¨ªtica de distensi¨®n frente a los cantos apocal¨ªpticos de la derecha. Y, a la vez, corre el riesgo de incomodar a dos apoyos imprescindibles para S¨¢nchez. El independentismo debe hacer ver que su contribuci¨®n a la estabilidad del Ejecutivo no supone claudicar en sus exigencias. Sobre todo en el caso de ERC, siempre bajo la lupa de Junts por su pol¨ªtica pactista de la anterior legislatura. De modo que los ataques m¨¢s duros de Esquerra se est¨¢n concentrando en el PSC y particularmente en Illa, cuando no en el mismo S¨¢nchez.
Los socialistas reh¨²yen el choque. Lo aconsejan el contexto pol¨ªtico general y el af¨¢n del candidato del PSC de presentarse como una figura aglutinante y conciliadora. En el Gobierno hasta se muestran comprensivos con la actitud de ERC. ¡°En campa?a no hay amigos¡±, constatan en La Moncloa.
No ha sido f¨¢cil para los socialistas afianzar una relaci¨®n estable con Esquerra, cuesti¨®n que, por momentos, ha acaparado al ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os. El partido de Oriol Junqueras contribuy¨® a tumbar el primer Gobierno monocolor de S¨¢nchez tras rechazar sus Presupuestos, al comienzo de 2019. Meses despu¨¦s, en la investidura, no pas¨® de la abstenci¨®n y al comienzo de la pandemia tampoco apoy¨® los estados de alarma. La relaci¨®n parec¨ªa ya engrasada hasta que salt¨® el caso Pegasus, con el reconocimiento del CNI de que hab¨ªa intervenido el tel¨¦fono de Aragon¨¨s cuando era vicepresidente. Por unas semanas amenaz¨® con irse todo al traste. Al final se enderez¨® y hoy ERC es un aliado mucho m¨¢s fiable para el Gobierno que el imprevisible Junts.
Pero Esquerra ha pagado su precio: en las generales de julio sufri¨® una hemorragia en favor de los socialistas y pas¨® de 13 a 7 diputados. En un terreno m¨¢s favorable para el independentismo como son las auton¨®micas, Aragon¨¨s y los suyos, aun dando por descontado el triunfo de Illa, se est¨¢n empleando a fondo para minimizar las fugas. En ERC destacan que su gran ventaja y al mismo tiempo su gran inconveniente es que tienen un electorado fronterizo con todos los dem¨¢s, exceptuando la derecha: PSC, Junts, Comuns Sumar y CUP. La ¨²ltima encuesta del CEO, el instituto demosc¨®pico p¨²blico catal¨¢n, resulta muy reveladora: Esquerra es la segunda opci¨®n para los votantes de todas esas formaciones. Es decir, que tanto puede quitarles votos como perderlos en favor de ellos.
El CEO y el CIS coinciden en que, a su vez, la segunda opci¨®n del electorado de ERC, por delante de Junts y de los Comuns, se sit¨²a en el PSC. Porque no todos los que se decantan por el partido de Aragon¨¨s pueden considerarse irreductibles independentistas. Uno de cada cuatro, seg¨²n el CIS, se declara ¡°tan catal¨¢n como espa?ol¡±. Ah¨ª hay una bolsa de electores que se disputan Illa y Aragon¨¨s, y que ambas partes sit¨²an fundamentalmente en el cintur¨®n metropolitano de Barcelona.
Los socialistas llegan m¨¢s lejos a¨²n en ese potencial que la jerga politol¨®gica denomina ¡°atrapalotodo¡±. Excepto CUP y Vox, comparten fronteras con los dem¨¢s, incluido el PP. ¡°En julio nos votaron desde independentistas pata negra que quer¨ªan evitar a toda costa que ganase la derecha hasta antiguos electores de Ciudadanos¡±, subraya un destacado cargo socialista. El madrile?o S¨¢nchez, tan repudiado en su comunidad natal, ha conseguido hacer de Catalu?a un reducto sanchista. El 42% de los catalanes lo prefiere como presidente del Gobierno, cifra que se dispara por encima del 55% en el caso de los votantes de ERC y Junts, tambi¨¦n seg¨²n el ¨²ltimo CIS.
Esas cifras explican los esfuerzos de Illa por aparecer como un candidato transversal, abierto a pactar con todo el mundo. En el primer debate electoral del jueves en TVE, ni siquiera descart¨® a Junts, pese a la insistencia de la l¨ªder de Comuns, J¨¦ssica Albiach, para que lo hiciera. Este viernes pareci¨® marcar m¨¢s diferencias al manifestar que Carles Puigdemont ¡°es bloqueo¡±.
El otro gran motor de la campa?a de Illa, mostrarse como el hombre tranquilo que sosegar¨¢ definitivamente la turbulenta Catalu?a, encaj¨® este viernes un gol en propia meta. El ¨²ltimo candidato del PSC por Barcelona, Mat¨ªas Carnero, tambi¨¦n presidente de UGT Catalu?a, dijo que Puigdemont hab¨ªa huido de Espa?a ¡°meado y cagado¡± en un maletero. No solo Junts se le ech¨® encima. Tampoco Aragon¨¨s dej¨® pasar la nueva ocasi¨®n para cuestionar los lamentos de S¨¢nchez contra la ¡°m¨¢quina del fango¡±. Y se lanz¨® a tuitear: ¡°Para no querer fango se han metido con los dos pies¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.