Jorge Buxad¨¦, la mano ultraderecha de Abascal
El dirigente de Vox en alza es el ide¨®logo de un nuevo nacional-catolicismo que se forj¨® en el integrismo cat¨®lico y Falange
El presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, se quej¨® el mi¨¦rcoles de la interferencia de la direcci¨®n de Vox en las negociaciones que los responsables territoriales de los dos partidos manten¨ªan para hacer presidenta de Extremadura a la popular Mar¨ªa Guardiola. ¡°No comparto que los dirigentes nacionales vayan a cambiar conversaciones preliminares¡±, se quej¨® Fei¨®o, aludiendo a la visita a M¨¦rida de Jorge Buxad¨¦, vicepresidente de Acci¨®n Pol¨ªtica de Vox, que tambi¨¦n estuvo el viernes en Zaragoza, donde bendijo el pacto que hizo presidenta de las Cortes aragonesas a la ultra Marta Fern¨¢ndez.
Su papel como negociador duro y enviado de Abascal ha dado a Buxad¨¦ (Barcelona,48 a?os) una visibilidad de la que hasta ahora carec¨ªa, a pesar de que todos los lunes comparece en rueda de prensa tras la reuni¨®n del Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica (CAP), el sanedr¨ªn que dirige el d¨ªa a d¨ªa del partido ultra. A esas comparecencias tienen prohibido el acceso muchos medios de comunicaci¨®n a los que Vox considera cr¨ªticos, incluido EL PA?S. La primera vez que Vox vet¨® a este diario fue en mayo de 2019, por publicar que Buxad¨¦ hab¨ªa sido en el pasado candidato de Falange, como pod¨ªa comprobarse con una simple consulta al BOE. ¡°Cuando ten¨ªa 20 a?os, un amigo me dijo que necesitaban gente para completar la lista y me apunt¨¦, pero nunca fui militante. Si me lo dijeran ahora dir¨ªa que no¡±, se excus¨®, en declaraciones a El Mundo. En realidad, dijo que s¨ª en dos ocasiones: fue candidato al Parlamento catal¨¢n en 1995; y al Congreso de Diputados en 1996. Una vez con Falange de las JONS y otra con la autodenominada ¡°aut¨¦ntica¡±.
Buxad¨¦ nunca ha abjurado de su admiraci¨®n por el fundador de Falange. En 2012, ya con 37 a?os, calificaba a Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera y a Ernesto Gim¨¦nez Caballero, uno de los ide¨®logos del fascismo en Espa?a, como ¡°dos almas superiores¡±. En el mismo art¨ªculo, publicado en su blog Lo antiguo es lo nuevo, abominaba de la Constituci¨®n espa?ola: ¡°Esto es lo que nos ha dejado, ya lo podemos decir, la Constituci¨®n de 1978: un pueblo desmantelado¡±.
De lo que s¨ª se ha arrepentido p¨²blicamente es de haber militado en el PP, en el que ingres¨® en 2004, tras el atentado del 11-M, y se dio de baja en 2014. Fue asesor de Montserrat Nebrera, l¨ªder del ala m¨¢s conservadora del PP catal¨¢n, que perdi¨® en 2008 el congreso regional. El n¨²mero dos de Nebrera era Joan Garriga Villalba, actual portavoz de Vox en el Parlamento catal¨¢n, primo del secretario general del partido y antiguo subordinado de Buxad¨¦, que prefer¨ªa moverse entre bambalinas, seg¨²n quienes conoc¨ªan a ambos.
Tras la derrota de los nebreristas, Joan Garriga se uni¨® a Plataforma per Catalunya (PxC), un partido identitario y xen¨®fobo que lleg¨® a tener 67 concejales. Buxad¨¦ no sigui¨® sus pasos, pero coquete¨® con PxC: imparti¨® un seminario a sus ediles y acudi¨® a algunos de sus m¨ªtines, donde qued¨® deslumbrado por el l¨ªder ultraderechista austriaco Christian Strache. En 2019, apadrin¨® el desembarco en Vox de Joan Garriga y otros dirigentes de PxC, que ya estaba en proceso de liquidaci¨®n y arrastraba denuncias judiciales por delitos de odio, aunque tambi¨¦n un considerable patrimonio cuyo destino nunca se ha conocido. Para hacerles un hueco, Vox sacrific¨® al equipo que hab¨ªa levantado el partido en Barcelona en los tensos a?os del proc¨¦s.
El nuevo hombre fuerte de Vox es el ¨²nico miembro del n¨²cleo dirigente que no pertenece al equipo fundador de la formaci¨®n. Se afili¨® en 2015 y entr¨® en el Comit¨¦ Ejecutivo Nacional (CEN) un a?o despu¨¦s. La mayor¨ªa de quienes en junio de 2018 abarrotaron el sal¨®n del Hotel Barcel¨® Sants, en el primer mitin multitudinario de Abascal, no le hab¨ªan visto nunca en actos de Vox pero aplaudieron un discurso en el que no solo arremeti¨® contra el Estado auton¨®mico, como los dem¨¢s oradores, sino tambi¨¦n contra los partidos pol¨ªticos. ¡°Una cosa es el Estado democr¨¢tico y de derecho y otra caer bajo la dictadura de partidos¡±, dijo.
El falangismo de Buxad¨¦ ten¨ªa poco que ver con el de Javier Ortega-Smith, activo militante de la extrema derecha en su juventud. Mientras este ¨²ltimo es amante de las armas y hombre de acci¨®n, el primero ¡ªaunque alf¨¦rez de complemento de Infanter¨ªa¡ª es un te¨®rico. Ortega, soltero impenitente, contrajo matrimonio hace menos de dos a?os, mientras que Buxad¨¦ lleva 19 casado y tiene cuatro hijos. Tanto ¨¦l como su mujer est¨¢n vinculados al Opus Dei, igual que los dos primos Garriga.
Hijo de m¨¦dico militar y farmac¨¦utica, el activismo de Buxad¨¦ se inici¨® en asociaciones ultracat¨®licas, como el Foro Catal¨¢n de la Familia, del que ¨¦l fue presidente y Joan Garriga secretario general. Aunque niega haber formado parte del lobby integrista Hazte O¨ªr, comparte sus postulados: defensa de la ¡°familia natural¡± y rechazo frontal al matrimonio homosexual, la eutanasia o el aborto, que equipara al asesinato. Tambi¨¦n fue secretario de la Fundaci¨®n Joan Bosc¨¢, a trav¨¦s de la cual se vehicularon cuantiosos fondos privados para Sociedad Civil Catalana (SCC), ariete del movimiento antindependentista.
En 2003 sac¨® el t¨ªtulo de abogado del Estado con el n¨²mero 1 de su promoci¨®n y, como tal, le toc¨® asumir la impugnaci¨®n de la primera consulta independentista, celebrada en Arenys de Munt (Barcelona) en 2009. Compatibiliz¨® su funci¨®n p¨²blica con la actividad privada en un bufete de abogados que factur¨® miles de euros por asesorar al entonces alcalde de Badalona Xavier Garc¨ªa Albiol, del PP, adelantado del discurso antinmigraci¨®n que enarbolar¨ªa m¨¢s tarde Vox.
Las caras m¨¢s conocidas del partido ultra han ido siendo relegadas. Macarena Olona se march¨® dando un portazo y se presenta ahora a las elecciones con su nuevo partido (Caminando Juntos). Y Javier Ortega fue destituido como secretario general e Iv¨¢n Espinosa de los Monteros ya no es miembro nato del Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica (CAP). Mientras, Buxad¨¦ tiene cada vez m¨¢s peso. Hasta el punto de que se especul¨® con que dejar¨ªa su esca?o de eurodiputado para presentarse a las elecciones del 23-J por Barcelona, aunque hace a?os que traslad¨® su domicilio a Madrid. Abascal descart¨® esta opci¨®n, pero los damnificados en la elaboraci¨®n de las listas han sido representantes del ala ultraliberal (en lo econ¨®mico) que lidera Iv¨¢n Espinosa de los Monteros (como V¨ªctor S¨¢nchez del Real, Rub¨¦n Manso o Mireia Borr¨¢s). Y se han reforzado el sector nacionalcat¨®lico y el nacionalsindicalista, que ha colocado a los dos m¨¢ximos dirigentes del sindicato Solidaridad como candidatos por Almer¨ªa y Alicante.
El fulgurante ascenso de Buxad¨¦ se explica, seg¨²n quienes conocen a fondo el partido, por su amistad con Abascal e Ignacio Garriga y su red de contactos, ya que su presencia en el Parlamento europeo ¡ªdonde ha eclipsado a hist¨®ricos de Vox como Mazaly Aguilar¡ª le ha permitido convertirse en vicepresidente de la internacional eur¨®foba (ECR Party) que preside la primera ministra italiana Giorgia Meloni. Pero, sobre todo, porque Abascal ha encontrado en este jurista a un ide¨®logo, capaz de convertir el pu?ado de proclamas inconexas que compon¨ªan las 100 medidas urgentes para Espa?a, con las que Vox salt¨® al ruedo pol¨ªtico en 2018, en un cuerpo doctrinal (desarrollado en su libro Soberan¨ªa. Por qu¨¦ la Naci¨®n es valiosa y hay que defenderla. Homo Legens. 2021) que justifique la existencia de un partido diferenciado del PP, aunque este se deslice por la peligrosa pendiente marcada por socios como Orb¨¢n, Bolsonaro o Trump. Un c¨®ctel en el que, seg¨²n un antiguo dirigente de Vox, se mezclan ¡°el integrismo cat¨®lico, que ve en el papa Francisco a un rojo peligroso; el nacionalismo ¨¦tnico e identitario, el del macizo de la raza; el antieurope¨ªsmo y el proteccionismo econ¨®mico, aderezado con un muy escaso amor por la democracia¡±.
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