El Ejido, el granero de votos ultras donde Abascal pierde fuelle
Vox se ha estancado en esta poblaci¨®n de 90.000 habitantes, con un 30% de inmigrantes, que gobern¨® en coalici¨®n con el PP entre 2019 y 2021
¡°Nosotros vamos con cuatro a?os de adelanto¡±, presume un afiliado de Vox de El Ejido (Almer¨ªa). Este municipio de 90.000 habitantes y un 30% de inmigrantes se convirti¨® en 2019 en la localidad m¨¢s poblada de las gobernadas conjuntamente por el partido ultra y el PP. El popular Francisco G¨®ngora se convirti¨® en alcalde y Juan Jos¨¦ Bonilla, de Vox, en su n¨²mero dos. El noviazgo no acab¨® bien. Solo dos a?os despu¨¦s, la formaci¨®n de Santiago Abascal sali¨® del Gobie...
¡°Nosotros vamos con cuatro a?os de adelanto¡±, presume un afiliado de Vox de El Ejido (Almer¨ªa). Este municipio de 90.000 habitantes y un 30% de inmigrantes se convirti¨® en 2019 en la localidad m¨¢s poblada de las gobernadas conjuntamente por el partido ultra y el PP. El popular Francisco G¨®ngora se convirti¨® en alcalde y Juan Jos¨¦ Bonilla, de Vox, en su n¨²mero dos. El noviazgo no acab¨® bien. Solo dos a?os despu¨¦s, la formaci¨®n de Santiago Abascal sali¨® del Gobierno municipal y G¨®ngora culmin¨® su mandato en solitario, pactando cuando lo necesitaba con los socialistas locales.
Enfrentado a la direcci¨®n nacional, Bonilla acab¨® por dejar Vox y el pasado 28 de mayo, ya con otra cabeza de lista (Beatriz S¨¢nchez), el partido ultra obtuvo en El Ejido el 22,2% de los sufragios en las elecciones municipales. Un buen resultado, pero inferior al de cuatro a?os antes (24,7%). Mientras que en el conjunto de Espa?a Vox duplic¨® sus votos respecto a 2019 (subi¨® del 3,5% a m¨¢s del 7%), en su feudo almeriense retrocedi¨® 2,5 puntos y pas¨® de siete a seis concejales. En t¨¦rminos absolutos perdi¨® 1.000 electores, mientras que el PP gan¨® m¨¢s de 3.250 y recuper¨® la mayor¨ªa absoluta.
Un exresponsable de Vox en El Ejido, que no quiere dar su nombre para no enfrentarse a sus antiguos correligionarios, cree que el partido ultra toc¨® techo en su pueblo en las municipales, aunque admite que Abascal tiene margen para recuperar terreno en las generales. A fin de cuentas, en las legislativas de noviembre de 2019 Vox fue la primera fuerza pol¨ªtica en El Ejido, con el 36,3% de los votos, y qued¨® por delante del PP en el conjunto de la provincia.
Por eso, muchos de sus afiliados no entendieron que su l¨ªder no pisara Almer¨ªa durante la pasada campa?a del 28-M, como si le dejara el campo libre al PP. Esta vez Abascal ha cambiado de estrategia y el pasado jueves por la noche escogi¨® El Ejido para darse un ba?o de masas en el arranque oficial de la carrera electoral del 23-J.
El lleno estaba asegurado de antemano. En esta ¨¦poca del a?o no hay mucho trabajo en el campo y los agricultores tienen las tardes libres. Adem¨¢s, Vox escogi¨® como escenario de su gran acto pol¨ªtico el puerto deportivo de Almerimar, la zona tur¨ªstica de El Ejido, donde buena parte de la poblaci¨®n de origen peninsular ha trasladado su residencia permanente. ¡°Si hubiera dado el mitin en el centro del pueblo [a unos ocho kil¨®metros] no coger¨ªa el coche, pero si Abascal viene a vernos a la playa¡¡±, reconoc¨ªa un vecino.
En Almerimar no se ven m¨¢s inmigrantes que los camareros y las empleadas del servicio dom¨¦stico, pero los disturbios que han incendiado Francia en las ¨²ltimas semanas est¨¢n en boca de muchos. ¡°Hay miedo a que aqu¨ª suceda lo mismo¡±, dice un buen conocedor de la zona, a pesar de que en los ¨²ltimos a?os no se ha producido ning¨²n incidente grave, como los tres asesinatos que desencadenaron en febrero de 2000 una explosi¨®n de violencia xen¨®foba.
Espa?oles de origen consultados para este reportaje repiten que los parques est¨¢n ¡°tomados¡± por los inmigrantes y dicen que no se quedan tranquilos si sus hijas salen solas a la calle. Alegan que el valor de los pisos del centro se ha depreciado porque nadie quiere vivir en un barrio en el que hay m¨¢s carteles en ¨¢rabe que en castellano o que hay cola para encontrar plaza en los colegios privados porque en las aulas de las escuelas p¨²blicas hay mayor¨ªa de ni?os extranjeros y eso retrasa el aprendizaje.
Varios empresarios se quejan de que la mayor¨ªa de los migrantes, cuando consiguen regularizar su situaci¨®n y tienen papeles, se marchan a otros lugares de Espa?a o de Europa donde les pagan mejores sueldos. Y vuelta a ense?ar de nuevo a los reci¨¦n llegados. La desconfianza se agudiza, sobre todo, con los magreb¨ªes porque estos, asegura un patrono agr¨ªcola, a diferencia de los subsaharianos, son m¨¢s reivindicativos y siguen con un pie en su pa¨ªs de origen, como si estuvieran en Espa?a solo de paso.
En ese caldo de cultivo, el discurso de Abascal prende como una chispa. Aunque muchos ya no conf¨ªen en Vox para que gestione su municipio, le aplauden a rabiar cuando dice lo que muchos piensan. O m¨¢s bien lo que sienten, porque sus palabras no apelan a la reflexi¨®n, sino a la emoci¨®n.
Desde la tribuna, con un yate a su espalda que sirve de escenograf¨ªa, Abascal desgrana el balance de los disturbios de Francia como si fuera un parte de guerra: ¡°24.000 fuegos en la v¨ªa p¨²blica, 12.000 veh¨ªculos quemados, 2.500 edificios atacados, 273 comisar¨ªas quemadas o atacadas, 105 ayuntamientos, 168 colegios, 17 atentados contra cargos p¨²blicos, tres muertos y 3.500 detenidos¡±. Estos datos son, seg¨²n Abascal, la consecuencia del ¡°multiculturalismo¡± que supuestamente han alentado Emmanuel Macron en Francia y Pedro S¨¢nchez en Espa?a, una pol¨ªtica de puertas abiertas que ¡°condena a los barrios m¨¢s humildes y degradados a la inseguridad¡±, lo que presenta como ¡°un hecho incuestionable¡±.
Eso s¨ª, frente a la ¡°asquerosa manipulaci¨®n¡± de los medios de comunicaci¨®n, subraya que su partido no se opone a la inmigraci¨®n legal y ordenada, la que responde a las necesidades de la econom¨ªa espa?ola (y de los invernaderos de El Ejido) y se adapta al pa¨ªs de acogida, como ¡°nuestros hermanos hispanoamericanos¡±, sino a la que procede ¡°de pa¨ªses contrarios a nuestro sistema democr¨¢tico, al respeto a las mujeres y a las personas homosexuales¡±.
Se refiere, sin nombrarla, a la poblaci¨®n de origen marroqu¨ª, que supone el 65% de los m¨¢s de 30.000 inmigrantes que viven en El Ejido. La mayor¨ªa asiente, aunque algunos reconocen en privado que, sin la mano de obra barata que viene del otro lado del Estrecho, el campo almeriense seguir¨ªa siendo un erial de ¡°lagartos, esparto y lega?as¡± y no la huerta de Europa, con una cosecha de casi cuatro millones de toneladas y m¨¢s de 2.200 millones de euros al a?o.