No somos magnet¨®fonos

La relaci¨®n del PP con el periodismo independiente, y en especial si se trata de un medio p¨²blico, se ha mostrado de nuevo conflictiva. Las declaraciones expresadas este lunes, 17 de julio, por dos destacados miembros de ese partido, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo (exministro de Exteriores y actual eurodiputado) y Esteban Gonz¨¢lez Pons, vicesecretario de acci¨®n institucional del Partido Popular y candidato por Valencia, deben mover a la alarma en toda la profesi¨®n. Al menos, desatan la m¨ªa.

Margallo critic¨® en el programa Todo es mentira, del canal Cuatro, que una periodista, Silvia Intxaurrondo, replicara al candidato Alberto N¨²?ez Feij¨®o cuando este hizo una afirmaci¨®n mentirosa durante la entrevista emitida en directo por TVE esa misma ma?ana. Dijo Margallo: ¡°Yo lo que no he visto nunca ni en Espa?a ni en ning¨²n otro pa¨ªs es que sea el conductor del programa el que aporta datos contrarios al que est¨¢ entrevistando. Le puede preguntar, pero no decir si eso es falso o no porque se convierte en juez y parte¡±. (¡­) ¡°El moderador no tiene que entrar en el debate; puede preguntar, pero no estar preparada con unos datos y confrontando con el que est¨¢ entrevistando¡±.

Menos mal que Margallo no imparte clases de periodismo en ninguna facultad.

Gonz¨¢lez Pons se sum¨® horas despu¨¦s con un tuit que da miedo, porque parece preparar de nuevo la invasi¨®n de una televisi¨®n p¨²blica por el partido conservador: ¡°Creo que RTVE va a perder las elecciones. Y espero que al d¨ªa siguiente dimitan los dirigentes de ese partido, como se hace en todos los partidos cuando pierden las elecciones a las que se presentan. Mejor no ir. Yo ni la veo ni voy¡±.

Lo que subyace en los exabruptos de Margallo y Gonz¨¢lez Pons es una reivindicaci¨®n de la licencia para mentir, y una concepci¨®n del redactor como aparato electr¨®nico que, mediante la simple activaci¨®n de unos botones, registra una declaraci¨®n con datos falsos y la transmite despu¨¦s con el esp¨ªritu acr¨ªtico de las grabadoras y los magnet¨®fonos. Es decir, la idea de que el entrevistador ¡ªy m¨¢s si trabaja en un medio p¨²blico¡ª ha de supeditarse al pol¨ªtico de turno y no a su audiencia.

Los periodistas son responsables de transmitir informaci¨®n veraz, y han de ejercer esa exigencia constitucional, incluso cuando los pol¨ªticos que amenazan con cortarles la cabeza se dedican a mentir.

Charles Lane, director de la revista norteamericana The New Republic, le recrimin¨® en 1988 al reportero Stephen Glass cuando descubri¨® sus informaciones falsas: ¡°Has vertido veneno en el r¨ªo¡±. No hay nadie dentro del PP capaz de decirles eso ahora a Margallo y Gonz¨¢lez Pons. Ni mucho menos a Feij¨®o. Pero eso es lo que est¨¢n haciendo los tres: verter veneno en el r¨ªo.

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