La vuelta de las ideolog¨ªas y la antipol¨ªtica
El ¨²nico debate de la campa?a madrile?a se ha saldado con una fijaci¨®n p¨¦trea de las posiciones de cada uno de los seis candidatos
Izquierda y derecha. Parec¨ªa que estos conceptos estaba en desuso y as¨ª ha sido en las ¨²ltimas elecciones generales y auton¨®micas donde se impon¨ªa un mensaje transversal, destinado a recibir el apoyo de todos los caladeros. S¨ª, hubo excepciones con Vox, cuyos objetivos eran jug¨¢rselo todo a las emociones que pudieran producir las invocaciones al ser espa?ol y las tradiciones, muy ahormadas a su particular entender. Con las elecciones de Madrid ha vuelto la ideolog¨ªa.
El ¨²nico debate que se celebrar¨¢ para las elecciones auton¨®micas del 4 de mayo se ha saldado con una fijaci¨®n p¨¦trea de las posiciones de cada uno de los seis candidatos a la presidencia. No han tenido inter¨¦s, porque no ven la necesidad, de dar un giro radical a los mensajes de sus primeros d¨ªas de campa?a. A no ser que las encuestas les indiquen que van mal, solo les quedar remachar y remachar.
En el debate de la noche del 21, organizado por Telemadrid, rezumaba ideolog¨ªa, que penetraba en todos los resquicios de los bloques tem¨¢ticos. Sobre todo, en la pandemia. Si las cosas han ido mal en Madrid, o lo que ha ido peor, ha sido por ¡°modelo¡± de la presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso, m¨¢s a la derecha que cualquier otro presidente de comunidad aut¨®noma del PP, seg¨²n visi¨®n y versi¨®n de la izquierda.
Por el contrario, su modelo, la visi¨®n de la presidenta madrile?a, es el que ha facilitado que Madrid no sucumbiera al desastre total. La libertad es el talism¨¢n con el que Ayuso se presenta a estas elecciones, que ya no pueden compartir con Ciudadanos, con quien ha gobernado dos a?os, por el pecado imborrable de haber intentado desbancar al gobierno del PP de Murcia en compa?¨ªa del PSOE. Los intentos de Edmundo Bal de presentarse como el centrista que huye de la polarizaci¨®n de la derecha y la izquierda no fue aceptada una y otra vez.
Para el PP, tiempo de Cs pas¨®. El PSOE los tiene muy en cuenta, pero no al partido, sino a los votantes de Ciudadanos, y a ellos apela para gobernar el candidato socialista. ?ngel Gabilondo. Fiel a su estilo y a su formaci¨®n, se aferra a valores y principios, progresistas y humanistas, y sin tapujos cit¨® a M¨®nica Garc¨ªa y a Pablo Iglesias para que puedan gobernar juntos, siempre sobre bases de moderaci¨®n.
No y no subir¨¢ Gabilondo los impuestos si lograra la presidencia de la comunidad. Este fue el choque en directo con Pablo Iglesias, que entr¨® al cuerpo a cuerpo con D¨ªaz Ayuso y Roc¨ªo Monasterio. Ambas se ignoraron en buena medida, para no agredirse, aunque la presidenta no acept¨® los datos de Monasterio sobre la situaci¨®n de los menores inmigrantes no acompa?ados. A lo suyo fue M¨®nica Garc¨ªa, muy pegada al terreno de la comunidad. Este debate fue para ella y Ayuso una repetici¨®n de sus enfrentamientos cotidianos, muy fuertes durante la pandemia, aunque la presidenta prefiri¨® no arriesgar mucho en este debate, a sabiendas de que eran todos contra ella. Los par¨¢metros de izquierda, derecha y centro estuvieron marcados, dentro de los ¨¢mbitos previsibles y cl¨¢sicos. La excepci¨®n fue Roc¨ªo Monasterio, ajena a los contenidos del debate. Con determinaci¨®n atac¨® a todos, menos a Ayuso, y encarril¨® un discurso situado en la antipol¨ªtica. Como paradigma se alz¨® contra lo mucho que ganaban y lo poco que trabajaban los representantes parlamentarios.
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