De Fuenlabrada a Rivas, la crisis de Podemos crece en Madrid con la renuncia de una edil y decenas de militantes
Tras el encierro del c¨ªrculo fuenlabre?o para protestar contra la direcci¨®n regional, m¨¢s de setenta simpatizantes ripenses, entre ellos una concejal, se preparan para firmar un manifiesto cr¨ªtico con la direcci¨®n y para dejar su militancia
Cuando le regalan un cart¨®n de Ducados, a Pedro Vigil, casi de 60 a?os, se le revuelve algo por dentro, y siente que le brotan las l¨¢grimas, porque ya lleva dos noches encerrado en la sede de Podemos en Fuenlabrada (190.000 habitantes) con otras seis personas. El l¨ªder local y concejal protesta porque la direcci¨®n regional haya impuesto una alianza con IU para las municipales del 28M que incluye la cesi¨®n del n¨²mero uno de la lista a este partido. El anuncio de su encierro, que termin¨® este lunes sin soluci¨®n, y con sus protagonistas abiertos a renunciar a su inclusi¨®n en las listas electorales, es el viento que reaviva las ascuas del incendio interno que provoc¨® que Podemos reventara el acuerdo para crear un Sumar a la madrile?a en Parla (128.000 habitantes), Tres Cantos (45.000) y Rivas-Vaciamadrid (96.000). En esta ¨²ltima localidad, m¨¢s de 70 personas estar¨ªan dispuestas a darse de baja de Podemos por esa decisi¨®n, seg¨²n Andr¨¦s Sesmero, exsecretario general de los morados en la ciudad, donde una de las ediles actuales, Amaya G¨¢lvez, confirma que est¨¢ lista para dar el paso y firmar el manifiesto ¡°Podemos, as¨ª, no¡±, al que accedi¨® EL PA?S.
Las dos situaciones, en principio opuestas (una protesta es contra un pacto, y la otra a favor), tienen un punto en com¨²n: la queja tras constatar que la direcci¨®n no ha respetado el sentir de las bases.
¡°Aqu¨ª est¨¢ en cuesti¨®n la forma de gestionar: las alianzas se construyen, no se decretan desde arriba¡±, explica Vigil, que al encerrarse con su equipo en Fuenlabrada ha replicado la protesta de la l¨ªder de Podemos en Asturias, Covadonga Tom¨¦, porque no se respete la lista electoral avalada por las primarias. ¡°Aqu¨ª lo que ha pasado es que hubo un error no yendo a Magari?os [donde se present¨® la candidatura a la presidencia del Gobierno de Yolanda D¨ªaz con la plataforma Sumar], que luego nos cae la del pulpo por romper la unidad de la izquierda, y que entonces viene un golpe de tim¨®n para forzar la unidad con IU en otros sitios¡±, prosigue. ¡°Aqu¨ª lo importante no es la cabeza de lista, me duele debatir en torno al ego, porque lo importante no soy yo. Lo importante es preservar el gen democr¨¢tico y participativo de Podemos, el hacer lo que decide la gente¡±, remata tras reconocer que la posibilidad de dejar la formaci¨®n est¨¢ sobre la mesa.
Sin embargo, Fuenlabrada no es el ¨²nico lugar de Madrid donde ha prendido la llama de las protestas contra la modificaci¨®n de la decisi¨®n de las bases. Durante largas semanas, M¨¢s Madrid, Podemos, Izquierda Unida y Equo negociaron en Rivas-Vac¨ªamadrid para ir juntos a las elecciones. Esas conversaciones, que se daban por culminadas con ¨¦xito a nivel local, estaban cargadas de simbolismo. La vicepresidenta Yolanda D¨ªaz podr¨ªa tener la foto perfecta para Sumar, su proyecto de unir a la izquierda a la izquierda del PSOE justo en un municipio se?ero de Madrid. Pero la direcci¨®n nacional de Podemos dijo que no. Y da igual que desde entonces los dirigentes madrile?os del partido se desplacen a los municipios, compartan mesa y conversaciones con sus representantes locales, y hablen para templar los ¨¢nimos. Esa decisi¨®n, seg¨²n una fuente de la organizaci¨®n, ha dejado heridas abiertas que ir¨¢n supurando incluso hasta despu¨¦s del 28M en forma de dimisiones de cargos org¨¢nicos y bajas de militantes.
¡°Podemos es participativo, asambleario, democr¨¢tico, siempre se ha dicho que las bases son las que tienen la ¨²ltima palabra, y en este caso no se est¨¢n respetando esos valores que defend¨ªamos en Podemos¡±, lamenta la concejal de Rivas Amaya G¨¢lvez, que explica a este diario las razones por las que va a darse de baja del partido, aunque mantendr¨¢ el acta de edil ¡°por responsabilidad¡± hacia quienes la votaron en 2019. ¡°[Con respecto a la posibilidad de una alianza electoral de Podemos, M¨¢s Madrid, IU y Equo en Rivas] lo suyo hubiera sido una consulta ciudadana¡±, recuerda. ¡°Pero ni se ha hecho eso, ni se ha hecho el proceso de primarias. Esos valores no pueden quedarse en meras palabras, no podemos vetar a los militantes de sus derechos¡±, se queja.
¡°Lo fundamental ha sido la falta de acuerdo: pens¨¢bamos que ¨ªbamos a ir en confluencia [con M¨¢s Madrid, IU, o Equo] y nuestra sorpresa es que se ha prohibido desde arriba, y que ni siquiera se ha propuesto¡±, coincide Andr¨¦s Sesmero, exsecretario general de Podemos Rivas. ¡°Los m¨¢s de 70 que nos vamos no pertenec¨ªamos a ning¨²n partido cuando arranc¨® esto, el 15M nos moviliz¨®, y con ¨¦l Podemos como una nueva forma de hacer pol¨ªtica, asamblearia¡±, recuerda. ¡°Nuestra sorpresa es que pasa el tiempo y ves que est¨¢s metido en un partido que no tiene nada que envidiar a los de la casta, que es un partido m¨¢s, de ordeno y mando, sin poder de decisi¨®n [de las bases]¡±, a?ade.
As¨ª resume la situaci¨®n otra fuente conocedora de la situaci¨®n. ¡°Los militantes de Rivas se est¨¢n dando de baja a decenas, e incluso explicitando su deseo de apoyar la campa?a de Izquierda Unida en el municipio¡±, dice. ¡°No se encierran en su sede porque no tienen¡±, resume, comparando la situaci¨®n de Rivas con la de Fuenlabrada.
Porque los encerrados de Fuenlabrada duermen en colchonetas tiradas en el suelo, o sobre un sof¨¢. Cuentan con un microondas para calentar comida. Y su puerta es un constante ir y venir de gente que trae desayuno (croissants), comida (tortillas, empanadas, fiambres), o fruta (uvas). Todo ello muestra que la militancia ha respondido al reclamo de la protesta. La direcci¨®n de Podemos, no. Aunque la secretaria de organizaci¨®n, Lilith Vestrynge, dijo el s¨¢bado que la comunicaci¨®n con los encerrados era permanente, ellos cuentan otra historia.
Esta es su versi¨®n. El 14 de abril, cuando hab¨ªa que registrar las coaliciones electorales para el 28M, se fueron a dormir convencidos de que la suya estar¨ªa formada por Podemos y Alianza Verde. El s¨¢bado 15 descubrieron, asombrados, que su lista electoral inclu¨ªa a Izquierda Unida, pese a que las largas negociaciones locales hab¨ªan terminado en ruptura, y en un comunicado conjunto prometiendo colaboraci¨®n tras los comicios. Desde entonces, y durante una semana, la direcci¨®n de Podemos Fuenlabrada pidi¨® explicaciones a la de Madrid. Al no tener respuesta, y como hab¨ªa plazo para rectificar la lista hasta este lunes a medianoche, anunciaron su encierro.
Y pasa el s¨¢bado. Y llega el domingo. Y entonces suena el m¨®vil. Llega un mensaje de la secretar¨ªa de organizaci¨®n auton¨®mica con un contenido que invita a la rendici¨®n, seg¨²n los encerrados: habr¨¢ reuni¨®n si abandonan el encierro y se citan en otra sede distinta a la de Fuenlabrada.
¡°Interpretamos que lo proponen as¨ª porque una cosa es que se expliquen ante el ¨®rgano de direcci¨®n de Fuenlabrada [menos de diez personas] y otra con toda la militancia delante, en nuestra sede, con 40 personas¡±, opina Jorge Cabanelas, otro dirigente local del partido morado.
A poco m¨¢s de un mes de las elecciones municipales y auton¨®micas, el peligro de la divisi¨®n de la izquierda, consumado con las listas electorales separadas de PSOE, M¨¢s Madrid y Podemos, se amplifica. Y ya hay un precedente sobre lo que puede significar: en 2015, IU se present¨® sola a las auton¨®micas, sum¨® 130.000 votos que no bastaron para que lograra representaci¨®n... y el PP revalid¨® el poder gracias a un pacto con Ciudadanos.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.