Ayuso llega al mayo electoral con nuevas huelgas en sanidad, aunque el descontento no se traduce en votos

Si un visitante hubiera aterrizado en Madrid el 12 de febrero habr¨ªa pensado que Isabel D¨ªaz Ayuso estaba en apuros. Fue el d¨ªa de una gran manifestaci¨®n contra la gesti¨®n de la sanidad p¨²blica por parte de la presidenta madrile?a y dej¨® una imagen ic¨®nica: la plaza de Cibeles desbordada de personas. Solo faltaban tres meses y medio para las elecciones en las que Ayuso se iba a jugar la reelecci¨®n y se encontraba con una masiva expresi¨®n de descontento: ¡°Se tiene que notar a la hora de votar¡±, dec¨ªan las pancartas y los c¨¢nticos. Parec¨ªa que la presidenta enfrentar¨ªa la recta final del 28-M cuesta arriba.

Sin embargo, Ayuso ha entrado en mayo desliz¨¢ndose hacia una nueva victoria contundente, seg¨²n la media de diez casas encuestadoras. Desde octubre, todas la sit¨²an por encima del 45%, salvo el CIS de diciembre, que le dio un 40% de voto, tambi¨¦n muy por encima de sus rivales.

La pregunta sobre qu¨¦ est¨¢ pasando intriga a muchos en la izquierda. Les cuesta entender por qu¨¦ el descontento no se ha trasladado a los sondeos. El principal partido de la oposici¨®n madrile?a, M¨¢s Madrid, eligi¨® como uno de sus lemas Ayuso o Sanidad para presentar a los votantes lo que a su juicio est¨¢ en juego en las auton¨®micas. Ayuso, sin embargo, ha planteado otros t¨¦rminos: S¨¢nchez o Espa?a, una f¨®rmula que parece funcionar bien. El diputado de M¨¢s Madrid Javier Padilla reconoce que tienen el reto de conseguir que la poblaci¨®n movilizada en favor de la sanidad p¨²blica no se desmovilice el d¨ªa de las urnas. Pero a?ade que quiz¨¢s no todos los que han salido a la calle eran votos asegurados para la izquierda. ¡°A las manifestaciones va gente de todo tipo y muy probablemente tambi¨¦n hab¨ªa votantes de Ayuso¡±, dice Padilla.

El encuestador Narcisco Michavila, de Gad3, duda de esa teor¨ªa por la fuerte polarizaci¨®n que notan en la sociedad. ¡°Cuando a una manifestaci¨®n van l¨ªderes de un partido, los asistentes ya la identifican con un apoyo a estos¡±. Dice que sencillamente, Madrid es una regi¨®n muy poblada y diversa. ¡°Es que la oposici¨®n se lleva entre un 40% y un 50% del voto y eso da para muchos asistentes¡±. Michavila, cuyos sondeos sit¨²an a Ayuso al borde de la mayor¨ªa absoluta, duda del impacto del tema sanitario en Madrid. ¡°Llevamos teniendo mareas de estas cada cuatro a?os en primavera y no han supuesto cambio de gobierno¡±.

La manifestaci¨®n de febrero hab¨ªa sido precedida por otra el 13 de noviembre en Cibeles, cuyo ¨¦xito sorprendi¨® a propios y extra?os. Ambas fueron expresiones de apoyo a las huelgas que los sanitarios manten¨ªan desde oto?o. La principal de esas huelgas, en primaria, culmin¨® en marzo con un acuerdo entre el sindicato convocante, Amyts, y la Consejer¨ªa de Sanidad.

Ayuso ha utilizado el fin de esa huelga para arremeter contra la izquierda. En el WhatsApp a su grupo en el que dec¨ªa ¡°hoy la izquierda est¨¢ acabada... Matadlos¡±, uno de los motivos del supuesto golpe a la oposici¨®n era el acuerdo con los m¨¦dicos. ¡°Se acaba la huelga sanitaria¡±, dec¨ªa. Aquel acuerdo supuso una promesa de mejora de las condiciones de trabajo que ha sido cumplido parcialmente por ahora. El sindicato convocante de la huelga, Amyts, se mostr¨® este mi¨¦rcoles ¡°moderadamente satisfecho¡± porque el Consejo de Gobierno aprob¨® la subida salarial para 5.200 m¨¦dicos de primaria. Pero seg¨²n su secretaria general, ?ngela Hern¨¢ndez, a¨²n falta la otra pata del compromiso, la limitaci¨®n del n¨²mero de pacientes visto por cada facultativo, que esperan sea implementada progresivamente hasta septiembre.

Paros en cuatro ¨¢mbitos

Lo cierto es que el conflicto ha continuado en otros ¨¢mbitos de la sanidad madrile?a, donde los afectados niegan que Ayuso haya solucionado los problemas.

Uno de esos frentes es el de los m¨¦dicos interinos o que acumulan contratos temporales, que tienen previsto comenzar una huelga con paros que comienzan este jueves y continuar¨¢n el 9, 11, 16, 18, 23 y 25 de mayo (ser¨¢n martes y jueves). Y eso llega justo cuando la presidenta ha asegurado este mi¨¦rcoles en una entrevista en la SER: ¡°He acabado con la temporalidad que estaba en la mayor¨ªa de contratos. De hecho, el 84% de los contratos ya ser¨¢n para siempre fijos¡±. La realidad es que la presidenta omite que, como el resto de administraciones, est¨¢ obligada por una ley estatal de 2021 a estabilizar el empleo, haciendo fijos a los temporales antes de diciembre de 2024. Esa ley fue una condici¨®n de la Comisi¨®n Europea para que Espa?a recibiera fondos europeos. Y los m¨¦dicos no fijos protestan porque la Consejer¨ªa de Sanidad les ha ofrecido un proceso de regularizaci¨®n que implica estudiar para un examen y ellos piden ser reconocidos de modo autom¨¢tico por un concurso de m¨¦ritos, como han hecho otras comunidades aut¨®nomas.

Otra huelga es la de los sindicatos SATSE, CCOO, CSIT y UGT que han convocado paros en todos los sectores de la sanidad p¨²blica madrile?a el pr¨®ximo lunes y el viernes 26 de mayo con el fin de reclamar la vuelta a la jornada de 35 horas. Un tercer frente es el de los sanitarios de urgencias extrahospitalarias, donde sigue desde finales de 2022 la huelga de lunes a mi¨¦rcoles por el plan de la Consejer¨ªa que supuso que 29 de los 78 puntos de atenci¨®n continuada abran sin m¨¦dico. Y un cuarto conflicto es el de los trabajadores de la centralita del Summa112, que mantienen una huelga indefinida desde febrero para mejorar sus condiciones.

Son, en realidad, huelgas sordas, porque los ciudadanos muchas veces no notan los paros por una raz¨®n sencilla: al tratarse de servicios esenciales, los convocantes deben respetar unos m¨ªnimos de personal.

En cuanto a las manifestaciones sanitarias, sorprendentemente no habr¨¢ en mayo un intento de replicar la foto de Cibeles. Los convocantes de las exitosas manifestaciones de noviembre y febrero, las plataformas Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid y la Mesa en Defensa de la Sanidad P¨²blica, han decidido que este mes no toca.

La segunda de estas plataformas ciudadanas, de alcance estatal, conocida como la Marea Blanca, surgi¨® en 2012 para protestar contra la privatizaci¨®n en la sanidad p¨²blica y desde entonces ha salido a la calle en Madrid casi todos los meses, hasta un total de 99 ocasiones. Una portavoz, Carmen Esbr¨ª, explica que la Marea Blanca n¨²mero 100 tendr¨¢ que esperar a despu¨¦s de las elecciones. ¡°No la vamos a hacer precisamente porque coincide con ¨¦poca electoral¡±, dice. ¡°No hemos salido todos los meses y nuestro trabajo de concienciaci¨®n no se limita a que la gente salga a la calle en plan folcl¨®rico. La gente tiene que manifestarse sabiendo cu¨¢l es el motivo que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª. Es un trabajo de hormiga, de concienciaci¨®n¡±. El apoyo a estas manifestaciones fluct¨²a mucho de mes a mes. En la ¨²ltima, el 15 de abril, solo unas 1.500 personas circularon por calles c¨¦ntricas, con parada en el Congreso de los Diputados y final en la Puerta del Sol.

La falta de una nueva marcha en mayo ha decepcionado a algunos sectores de la izquierda. A cambio, este mes la Mesa organizar¨¢ actos en una librer¨ªa, Traficantes de Sue?os (hoy) y el Teatro del Barrio (el martes 16). No descartan unirse a otros grupos ciudadanos para organizar una manifestaci¨®n en Madrid en defensa de los servicios p¨²blicos el s¨¢bado 20.

Contacta al autor por correo fpeinado@elpais.es o por Twitter @FernandoPeinado

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