El ¡®efecto Ayuso¡¯ impulsa al PP a controlar los grandes centros de poder de Madrid y recuperar ayuntamientos clave si pacta con Vox

La victoria es de Isabel D¨ªaz Ayuso. Para que no haya dudas, es ella la primera que pisa el balc¨®n de la sede de G¨¦nova, ella la primera que celebra, y a ella a quien vitorea el gent¨ªo mientras Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida y Alberto N¨²?ez Feij¨®o esperan un tiempo prudencial para que todos los focos apunten a la baronesa. Porque la noche del 28M demuestra que el efecto Ayuso sigue vigente. Dos a?os despu¨¦s de imponerse en las elecciones auton¨®micas de 2021, la candidata del PP no solo arrasa este domingo en las regionales, con una mayor¨ªa absoluta (71 esca?os) que el PP no ve¨ªa desde la lograda por Esperanza Aguirre en 2011. Tambi¨¦n impulsa a su partido a reconquistar parte del terreno perdido en las elecciones municipales. Los conservadores llegaron al 28-M gobernando en apenas dos de las diez ciudades m¨¢s pobladas de la Comunidad. Tras el paso por las urnas, todo ha cambiado: el PP suma mayor¨ªa absoluta en la capital, recupera Alcobendas, y puede conquistar, con Vox, M¨®stoles, Alcal¨¢ de Henares, Arganda del Rey o San Sebasti¨¢n de los Reyes. Un triunfo que deja de nuevo a la izquierda en el div¨¢n, buscando respuestas para explicar el fiasco; y a Podemos y a Ciudadanos totalmente noqueados, sin representaci¨®n en la Asamblea y el Ayuntamiento.

Son las 20.30, y por fin D¨ªaz Ayuso ha llegado hasta la sede del partido. Ah¨ª se encuentra una fiesta. A las 18.00, con las urnas a¨²n abiertas, ya est¨¢ montado en la fachada de la sede del PP el andamio desde el que se va a celebrar el triunfo. Durante toda la tarde, retumba la m¨²sica electr¨®nica. Dentro, D¨ªaz Ayuso y Mart¨ªnez-Almeida viven con nerviosismo el escrutinio en la planta n¨²mero dos de la sede de G¨¦nova. Entran y salen acompa?ados de sus jefes de campa?a, Alfonso Serrano e Inma Sanz. Un guardia de seguridad impide con firmeza el acceso al piso. En esos momentos de espera, a los l¨ªderes y sus equipos les sobra el tiempo para hacer memoria y retrotraerse a aquellos d¨ªas de hace cuatro a?os en los que ambos perdieron las elecciones, y aun as¨ª, gobernaron.

¡ªQu¨¦ diferente es esto de 2019, cuando llegamos con una encuesta que daba que arrasaba el PSOE, recuerda un colaborador de la presidenta.

Porque s¨ª, el PSOE gan¨® en 2019, pero no gobern¨®, porque no arroll¨®. Arrollar es lo que hacen este 28M D¨ªaz Ayuso y Mart¨ªnez-Almeida. Hay triunfos que se miden por comparaci¨®n. Y los suyos aguantan la mirada de los de sus predecesores, de Esperanza Aguirre a Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que fueron pesos pesados de la pol¨ªtica regional, y extendieron su influencia hasta la nacional de tan abrumadores que fueron sus victorias.

As¨ª, Aguirre logr¨® el 53,2% de los votos en 2007, por el m¨¢s del 47% de Ayuso ahora. Y aquel mismo a?o, Ruiz-Gallard¨®n cosech¨® el 55,6%, por el 44,5% de Mart¨ªnez-Almeida en 2023. Era una ¨¦poca sin la competencia de Vox ni de Cs. Lo de ahora es m¨¢s dif¨ªcil, convienen los estrategas conservadores. Y en realidad nada de eso les importa a los seguidores que se agolpan en la calle G¨¦nova mientras el dj que ameniza la fiesta del PP les pide que hagan la ola y canten al son de la victoria. Porque eso es lo que importa esta noche de domingo, un triunfo tan transversal como para que los conservadores se impongan (sin en principio poder gobernar) hasta en Rivas o Legan¨¦s, dos n¨²cleos duros del cintur¨®n rojo de Madrid.

¡ª?Hoy empieza la derogaci¨®n del ¡®sanchismo!, grita el alcalde.

¡ªQuerido presidente, es tu momento, le sigue la presidenta en referencia a N¨²?ez Feij¨®o.

Es una ofrenda de paz en un momento de euforia para los pol¨ªticos, porque el color azul vuelve a te?ir una regi¨®n en la que los conservadores llevan gobernando desde 1995. Una cifra de r¨¦cord, pues el PP mantendr¨¢ el tim¨®n auton¨®mico durante al menos 32 a?os, y as¨ª mantendr¨¢ el mejor escaparate para convencer a votantes de otras regiones de lo que se puede lograr con sus pol¨ªticas. Porque Madrid, para el PP, ha sido laboratorio de ideas; refugio de cargos electos de otras autonom¨ªas; y gran altavoz nacional. Ahora, m¨¢s que nunca. Hay elecciones generales a finales de a?o, y es seguro que la formaci¨®n conservadora intentar¨¢ usar el tir¨®n de Ayuso, y su fuerza institucional, como trampol¨ªn para intentar que Alberto N¨²?ez Feij¨®o llegue a La Moncloa. Otra cosa es lo que pueda ocurrir si no lo logra a la primera. Entonces se volver¨¢ a abrir la lucha por el liderazgo del PP. Esta vez, con D¨ªaz Ayuso y Mart¨ªnez-Almeida reforzados por un resultado de otra ¨¦poca.

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