Fraude electoral en la residencia de ancianos

Las denuncias por presunto fraude electoral en la peque?a localidad de Moraleja de Sayago (Zamora, 290 habitantes) ha llevado a la Guardia Civil a interrogar este jueves a varios usuarios de la residencia de ancianos de Moraleja de Sayago (Zamora, 290 habitantes). El PSOE acusa al alcalde, ?ngel Villamor, tambi¨¦n responsable del geri¨¢trico donde muchos residentes padecen problemas cognitivos, de forzar a los residentes que pidieron el voto por correo a que voten por su partido (Zamora S¨ª). El responsable del centro ci?e todo a una ¡°caza de brujas¡± en su contra y pide confiar en el criterio de los residentes, porque, afirma: ¡°Los mayores no son tontos¡±.

El despliegue de la Guardia Civil ha sorprendido en un centro donde normalmente reina la tranquilidad. Varios ancianos pasean por el patio interior, otros charlan junto al tradicional juego de la rana y la sala de la televisi¨®n congrega a quienes se dedican tranquilamente a ver la vida pasar, que no es poco a cierta edad. Purificaci¨®n Nava, de 72 a?os y sentada en una silla de ruedas, ha visto cerrarse el c¨ªrculo: ¡°Pas¨¦ 30 a?os trabajando como asistenta en casa de un guardia civil¡±. Hoy ve el trasiego de los agentes y c¨®mo reclaman a las empleadas el contacto de los 27 nombres presuntamente implicados en las presiones del alcalde para inducir a su voto en las elecciones del domingo.

El PSOE explica que las personas supuestamente inducidas a votar al candidato de Zamora S¨ª ¡°son muy mayores y con enfermedades con deterioro cognitivo tales que le har¨ªan incapaces de decidir el partido pol¨ªtico que van a votar¡±. El aspirante socialista, Samuel Mayor, denunci¨® que la residencia la administra la Fundaci¨®n La Paz y que su direcci¨®n recae en ?ngel Villamor y en su hija, de ah¨ª que consideren que pueden tener intereses personales en sugestionar el sufragio e instar a los ancianos a pedir el voto por correo y votarlos a ellos. El secretario provincial y el candidato socialista en Moraleja, Antidio Fag¨²ndez y Samuel Mayor, han comparecido en Zamora para detallar que los hechos expuestos ante la justicia los conocieron a instancias de los internos: ¡°Nos transmiten que cuando pidieron el voto por correo la gerencia solo les dio la oportunidad de meter la papeleta de Zamora S¨ª¡±. La formaci¨®n ha pedido medidas cautelares para que los sufragios ¡°no influyan en las elecciones¡±, pues la escasa poblaci¨®n local implica que un pu?ado de votos decanten el resultado. Los socialistas han admitido desconocer ¡°exactamente el n¨²mero¡± de casos sospechosos entre los 70 usuarios.

El acusado observa el traj¨ªn y la sorpresa de los residentes mientras proclama su inocencia. ¡°Es una caza de brujas, me quieren poner pegas¡±, afirma Villamor mientras charla con la plantilla y con alg¨²n usuario bromista que le dice: ¡°Ah¨ª andamos, sobre ruedas¡±. El acusado, de 64 a?os, indica que varios mayores le solicitaron anticipar su voto por correo y que ¨¦l ayud¨® en todo, sin influenciar: ¡°Los mayores no son tontos¡±. La polic¨ªa judicial acudi¨® el mi¨¦rcoles y las entrevistas a los ancianos, vaticina, ratificar¨¢n la limpidez del asunto. ¡°El denunciante me tiene odio personal, me perjudica fuera, pero no en lo municipal, aqu¨ª me apoyan¡±, afirma el regidor, con 24 a?os en el cargo. Primero perteneci¨® al PSOE y luego salt¨® a Ahora Decide, pero dej¨® el partido tras una pol¨¦mica por anticipar su vacunaci¨®n contra el coronavirus, pues esgrimi¨® que trabajaba en el geri¨¢trico y deb¨ªa ser inmunizado para atender a los mayores. En estas elecciones intentar¨¢ revalidar el cargo bajo el amparo de Zamora Ya.

Las rutinas siguen igual, los carritos con la comida con caldos y morcilla con verduras siguen circulando y las conversaciones de los presentes no abordan demasiado el tema del d¨ªa. Muchos ni se han enterado hasta que han sido citados a declarar. Feliciana Rodr¨ªguez, de 85 a?os, sale muy asombrada de hablar con los guardias civiles. ¡°?Me han preguntado muchas cosas, si he votado obligada o no!¡±, anuncia la mujer, satisfecha con la amabilidad de las autoridades pero extra?ada por tal dispositivo. ¡°Yo he votado a quien he querido, nunca me han obligado y he dicho la verdad, yo soy del pueblo de toda la vida y espero estar aqu¨ª hasta el final¡±, comenta antes de volver a sus quehaceres. Alfonso Mart¨ªn, de 76, valora la amabilidad habitual del director de la residencia y considerar¨ªa ¡°l¨®gico¡± que reclamase para su partido el voto de los residentes. Eso s¨ª, tampoco ha percibido influencia alguna: ¡°No me ha dicho ni mu¡±. Villamor espera que la sorpresa desatada en la residencia pronto amaine y los mayores, electores y usuarios a la par, sigan apaciblemente con sus andanzas: ¡°Si ellos me preguntan, les digo que me voten a m¨ª, tonto lo justo¡­ pero no es el caso¡±.