El soterramiento de nunca empezar emerge de nuevo en la campa?a de Valladolid
El Ayuntamiento, con una coalici¨®n de izquierdas, rechaza llevar el tren bajo el suelo tras d¨¦cadas de proyectos fallidos
El deporte ol¨ªmpico de mirar obras tiene muchos candidatos a medalla en la avenida de Segovia de Valladolid. Los trabajos junto a los ra¨ªles y la estaci¨®n de tren seducen a paseantes e ingenieros aficionados; un incipiente espacio ajardinado con toboganes y columpios rompe la est¨¦tica de la maquinaria entre t¨²neles y vagones. Las labores responden al plan de integraci¨®n ferroviaria en una ciudad donde el soterramiento de las v¨ªas, baza pol¨ªtica desde hace 30 a?os, vuelve a escena. Los partidos han exhibido durante d¨¦cadas cintura para decir una cosa y la contraria y los colores de los gobierno...
El deporte ol¨ªmpico de mirar obras tiene muchos candidatos a medalla en la avenida de Segovia de Valladolid. Los trabajos junto a los ra¨ªles y la estaci¨®n de tren seducen a paseantes e ingenieros aficionados; un incipiente espacio ajardinado con toboganes y columpios rompe la est¨¦tica de la maquinaria entre t¨²neles y vagones. Las labores responden al plan de integraci¨®n ferroviaria en una ciudad donde el soterramiento de las v¨ªas, baza pol¨ªtica desde hace 30 a?os, vuelve a escena. Los partidos han exhibido durante d¨¦cadas cintura para decir una cosa y la contraria y los colores de los gobiernos locales y nacionales, ¡ªsalvo los auton¨®micos (PP)¡ª han permutado sin acarrear avances. El PSOE y Valladolid Toma la Palabra (VTLP), coalici¨®n consistorial desde 2015 que no ve viable soterrar, chocan con PP, Vox y una plataforma por el soterramiento (Contigo Avanzamos) en distancia, c¨¢lculos de inversi¨®n, financiaci¨®n o gesti¨®n de los fondos europeos.
Miguel ?ngel Garc¨ªa, de 82 a?os, escruta el ajetreo desde su terraza. ¡°Qu¨¦ parida m¨¢s grande¡±, musita. El anciano define la reintegraci¨®n como ¡°tirar el dinero¡±, no obstante, arroj¨® a la basura ¡°el papel¡± de Vox, pro-soterramiento: ¡°Lo l¨®gico era hacerlo antes, se r¨ªen de nosotros con promesas para comprar votos¡±. El vallisoletano critica al PP por recuperar la cantinela pese a 20 a?os con Javier Le¨®n de la Riva de alcalde y afea al PSOE de ?scar Puente, regidor desde 2015, primeramente partidario de soterrar, las vigentes acciones: ¡°Id a hacer pu?etas¡±. El hartazgo de hoy viene de ayer. Los primeros ecos llegaron en 1984; sin embargo, cobr¨® enjundia en los noventa al irrumpir la alta velocidad. De la Riva pas¨® de denostar el soterramiento por considerarlo caro a exigirlo y abrazar la ley estatal de liberalizaci¨®n del suelo del PP de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Esta pol¨ªtica hinch¨® la burbuja inmobiliaria y el optimismo municipal: el regidor auguraba un soterramiento inminente, financiado con la venta de terreno liberalizado. La urbe alcanzar¨ªa los 500.000 habitantes, vaticin¨® el alcalde.
Esta filosof¨ªa, explica el concejal socialista Pedro Herrero, encajaba antes de la crisis: ¡°Es la historia de una aspiraci¨®n que pudo ser si el sue?o de la vor¨¢gine inmobiliaria hubiera tenido fundamento¡±. La Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV), en la que participa un 25% del Ayuntamiento y otro cuarto por la Junta, pidi¨® pr¨¦stamos bancarios de 400 millones de euros, ya que esperaban disponer despu¨¦s de recursos para devolverlos. Con ello se soterr¨® el pinar de Antequera y se trasladaron los talleres de Renfe a las afueras, pero no hubo m¨¢s avances ante la catarsis econ¨®mica. El alcalde err¨®: la burbuja estall¨®, el suelo se devaluaba y el soterramiento se aparc¨® a¨²n con el PP en los mandos municipales, auton¨®micos y centrales. Valladolid hoy no alcanza los 300.000 censados.
La deuda a¨²n pesa en las cuentas consistoriales, con un presupuesto de 404 millones para 2023. El anterior Ayuntamiento garantiz¨®, sin informar al Pleno de la firma de tres cartas de conformidad entre 2008 y 2011, la devoluci¨®n de 100 millones del pr¨¦stamo. De la Riva, juzgado en 2018 por presuntas prevaricaci¨®n y falsedad documental, arguy¨® desconocer la relevancia de esas cartas y sali¨® absuelto. Adif asumi¨® la deuda y a¨²n debe cobrar 385 millones, detalla la corporaci¨®n municipal.
El PSOE no siempre se opuso a soterrar. Puente, como candidato, firm¨® ante notario en 2011 su prop¨®sito de hacerlo, algo que le afea la oposici¨®n. Herrero admite que pec¨® de ingenuo: ¡°Con los datos que hab¨ªa no entend¨ªan no hacerlo, pero al llegar al poder en 2015 vieron que la informaci¨®n no era esa y conocieron las deudas¡±. Puente, en 2022, fue rotundo: ¡°Es la soluci¨®n ideal, pero no ser¨¢ posible¡±.
El gasto y recorrido var¨ªan seg¨²n quien opine: PSOE y VTLP citan los 1.387 millones de euros que estim¨® el Tribunal de Cuentas en 2017, sin la inflaci¨®n actual, para 7,6 kil¨®metros. El candidato del PP, Jes¨²s Julio Carnero, calcula unos 635 millones para 5,5 kil¨®metros. ¡°Debe ser como una obra p¨²blica, como un colegio, hospital o autov¨ªa, con participaci¨®n local, auton¨®mica y central¡±, esgrime Carnero, cr¨ªtico con la ¡°integraci¨®n por t¨²neles¡± y mostrando su ¡°voluntad para una actuaci¨®n social, adem¨¢s de econ¨®mica y medioambiental para quitar una barrera¡±. La deuda, agrega, se cubrir¨ªa al vender los terrenos liberados por las obras.
Carnero, exconsejero de la Junta, evoca ejemplos de Catalu?a, Almer¨ªa o Murcia y baraja recurrir a ayudas europeas: ¡°Puente lo niega, pero muchos soterramientos se financian as¨ª¡±. Fuentes del ministerio de Transportes responden que ¡°los fondos no son cuesti¨®n de voluntad o acuerdo pol¨ªtico, sino de condiciones y fechas¡± y piden evitar comparaciones porque todo depende de la ¡°madurez y plazos¡±. El man¨¢ comunitario solo se aplica a obras de Cercan¨ªas o mercanc¨ªas y exige concluirlas antes de 2027, dif¨ªcil ante la envergadura del soterramiento por la necesidad de tuneladoras en una zona compleja, con restos arqueol¨®gicos y el cauce subterr¨¢neo del Esgueva. Seg¨²n la Ley de movilidad sostenible, de 2022, la Administraci¨®n general cubre hasta el 30% de las inversiones, pero el convenio de 2017 entre el Ayuntamiento, la Junta y Adif, con el PP en La Moncloa, elev¨® la suma al 50%. El Gobierno, mediante Transportes, ha invertido 65 millones en 17 actuaciones y la SVAV ha asignado otros 43 millones.
Resucitar el asunto hast¨ªa a Manuel Saravia, concejal de Urbanismo (VTLP). Para ¨¦l, todo radica en inter¨¦s electoral ¡ªtras las v¨ªas viven 90.000 personas¡ª. Saravia recalca que se ha desarrollado el 40% del acuerdo de ¡°transformaci¨®n¡± y a?ade que no todo lo culminado ser¨ªa adaptable al hipot¨¦tico soterramiento. Adem¨¢s, recuerda que el PP de la candidata Pilar del Olmo asumi¨®, en 2019, la derrota pol¨ªtica y program¨¢tica, ya que la coalici¨®n reivindic¨® la ¡°integraci¨®n en superficie¡± con t¨²neles y entornos readecuados. ¡°Seguimos creyendo en el soterramiento, pero creemos en la democracia. No insistiremos en soterrar cuando la integraci¨®n en superficie ha sido refrendada¡±, anunci¨®. Carnero ata?e ese discurso al ¡°resultado electoral¡± y asevera que pronto modificaron la estrategia y retorno al af¨¢n actual.
Cecilio Vadillo, l¨ªder de Contigo Avanzamos, tilda de ¡°juego¡± los bailes de cifras. Seg¨²n ¨¦l, el conjunto costar¨ªa unos 400 millones, deuda aparte, sin requerir fondos europeos, ya que apunta que podr¨ªa sufragarse con el suelo, valorado en 800 millones, seg¨²n la sociedad mercantil Segipsa. El Consistorio, por su parte, lo reduce a entre 366 y 538 millones. ¡°Es la ¨²nica ciudad donde la izquierda no defiende soterrar, tiene costes, pero gran rentabilidad econ¨®mica y social¡±, expone el exsocialista, quien perdi¨® en 2015 las primarias con Puente y despu¨¦s fund¨® la plataforma por el soterramiento. Vadillo censura las dilaciones de las obras del PSOE y los giros del PP: ¡°Han perdido a?os¡±.
Recorrer ambos lados de la v¨ªa por los barrios de Las Delicias, La Pilarica o Pajarillos, conectados con el centro mediante pasos bajo los ra¨ªles, refleja posiciones y matices dispares. Los cruces modernos, di¨¢fanos y con vegetaci¨®n, contrastan con los viejos, pintarrajeados y angostos. ¡°No al muro, soterramiento ?Ya!¡±, reza alg¨²n cartel. Isabel Arranz, de 66 a?os, acepta la integraci¨®n y reprocha el electoralismo: ¡°Donde est¨¦ un soterramiento¡ pero est¨¢ quedando bonito, no lo hicieron antes [la oposici¨®n] pero ahora lo piden, soterrar es mucho dinero¡±. Rub¨¦n Asenjo, de 41, atraviesa un t¨²nel junto al r¨ªo Esgueva entre el sonido de otro convoy y afirma, con resignaci¨®n, que ¡°estar¨ªa bien, pero llevan muchos a?os de promesas, as¨ª que es mejor que nada¡±.