Recuperados pelos y fibras en las u?as de D¨¦borah Fern¨¢ndez, la joven viguesa hallada muerta en 2002

El desgaste de a?os de lucha de la familia de D¨¦borah Fern¨¢ndez-Cervera empieza a dar sus frutos cuando ya falta menos de un a?o para que prescriba el delito de asesinato si no se concreta antes qui¨¦n es el culpable del crimen. El pasado 18 de mayo se llev¨® a cabo por orden de la actual juez que instruye la investigaci¨®n la exhumaci¨®n del cuerpo de la muchacha del pante¨®n familiar en el cementerio municipal de Pereir¨®, y la familia recibi¨® el jueves de los forenses la primera se?al de ¡°esperanza¡±. El examen de las u?as del cad¨¢ver, un protocolo elemental que sorprendentemente no se llev¨® a cabo cuando se hall¨® sin vida a la estudiante de 21 a?os, en mayo de 2002, ha revelado la presencia de ¡°pelos y fibras¡±, explican en un comunicado los familiares.

Este material, conservado durante 19 a?os en el f¨¦retro, ser¨¢ ahora comparado con otros restos guardados a lo largo de las pesquisas en las que participaron sin ¨¦xito, a lo largo de un par de d¨¦cadas, media docena de equipos policiales diferentes. Tambi¨¦n se cotejar¨¢ con vestigios descubiertos en el interior de un arc¨®n congelador en 2019, anuncia la familia Fern¨¢ndez-Cervera Neira, en el que se sospecha que fue conservado el alg¨²n momento el cad¨¢ver de D¨¦borah desde el d¨ªa de su desaparici¨®n en Vigo, el 30 de abril, y el de su hallazgo junto a una cuneta en O Rosal (sur de Pontevedra) diez d¨ªas m¨¢s tarde.

¡°Dentro de m¨ª siempre sent¨ª que D¨¦borah guardaba la clave¡± del crimen, comenta su hermana Rosa, quien m¨¢s ha peleado en los ¨²ltimos tres a?os para que el caso se reabriera y se tomaran declaraciones a testigos y se llevasen a cabo pruebas que antes, desde la justicia y los cuerpos de investigaci¨®n, nunca se tuvo la iniciativa de hacer. ¡°Los hallazgos vuelven a evidenciar la negligente actuaci¨®n policial en el a?o 2002¡å, clama la familia, que recuerda que los primeros d¨ªas tras la muerte eran clave para el hallazgo de pistas que cerrasen el cerco en torno a un sospechoso.

Ahora, los padres y hermanos de la joven fallecida creen que los restos de cabello conservados en las u?as (por el forcejeo y la resistencia que opuso la v¨ªctima) pueden conducir a alg¨²n culpable. La familia se refiere a la ¡°persona o personas que intervinieron¡±: ¡°bien en la muerte, bien en la ocultaci¨®n [durante d¨ªas] y el traslado del cuerpo¡± hasta el margen de la carretera costera en el que fue descubierto d¨ªas despu¨¦s por una vecina que pasaba.

En la tarde del 30 de abril de 2002 D¨¦borah hab¨ªa salido a correr por la playa de Samil. Su cuerpo se encontr¨® colocado como si durmiera de costado, desnudo y cubierto de hojas de acacia. A 40 kil¨®metros de Vigo y con semen de un perfil gen¨¦tico desconocido introducido de forma artificial con el supuesto plan de simular una violaci¨®n. Aitor Curiel, un crimin¨®logo y forense externo contratado por la familia, plantea como causa de la muerte la asfixia por sofocaci¨®n.

A la vez que orden¨® la exhumaci¨®n de D¨¦borah tal y como ped¨ªa la familia, la juez de Tui (tercera que instruye el caso) acord¨® la entrega del disco duro del ordenador personal de la chica para que la empresa Lazarus Tecnologic, que particip¨® en el caso de Diana Quer, busque el rastro del criminal en la memoria interna. La familia ha conseguido a lo largo de 19 a?os que la investigaci¨®n se reactivase unas 15 veces pero la polic¨ªa nacional descart¨® a un exnovio y nunca lleg¨® a imputarse a nadie.

El disco duro, tal y como ha recordado en la noche del viernes los parientes de D¨¦borah Fern¨¢ndez-Cervera, ¡°estaba guardado en dependencias policiales desde 2006 sin aportar al juzgado¡± ni el soporte ni ¡°el volcado de su contenido¡±. ¡°Ahora se est¨¢ intentando determinar si se procedi¨® al borrado de datos entre el 1 y el 10 de mayo de 2002¡å, los d¨ªas en que el autor o autores del crimen mantuvieron oculta a su joven v¨ªctima. El fin ¨²ltimo es ¡°recuperarlos¡± y ¡°poder determinar la actividad en los ¨²ltimos meses de vida de D¨¦borah¡±.