El confinamiento interminable del Pante¨®n de Galegos Ilustres
El mauselo donde se encuentran los cuerpos de Rosal¨ªa de Castro y Castelao no ha abierto tras la desescalada por falta de protocolos sanitarios
La mayor¨ªa de museos gallegos han abierto sus puertas al p¨²blico tras el inicio de la desescalada, pero el Pante¨®n de Galegos Ilustres, en la iglesia de San Domingos de Bonaval de Santiago, a¨²n no ha tenido esa suerte. El cementerio alberga los restos de personajes tan relevantes como Rosal¨ªa de Castro, Alfredo Bra?as o Castelao, pero no cuenta con un protocolo de seguridad ante la pandemia. Es por esto que el Museo do Pobo Galego, entidad encargada de dar acceso al recinto, ha dejado de abrir sus puertas, a la espera de recibir instrucciones de quien es su due?o: el Arzobispado. Fuentes de la archidi¨®cesis explican que se abre bajo petici¨®n y para eventos concretos. Uno de esos ha sido la celebraci¨®n el pasado mes del 130? aniversario del traslado de los restos de la escritora. La oportunidad sirvi¨® para que la fundaci¨®n que honra su memoria y el museo reivindicasen la importancia de darle marco legal al sitio hist¨®rico, cuya gesti¨®n est¨¢ en el aire.
Los altos barrotes que bloquean la entrada al templo donde se encuentra el pante¨®n est¨¢n a escasos metros de las puertas del Museo do Pobo Galego. Tras un acuerdo entre la Iglesia y la Xunta, es esta entidad la que da acceso a los visitantes al mausoleo. ¡°Casi como un favor de vecino¡±, explica Manuel Vilar ?lvarez, su director. Este pacto lleva vigente alrededor de una d¨¦cada, despu¨¦s de que el Supremo fallase a favor del Arzobispado en un pleito con el Ayuntamiento de Santiago. Desde ambas instituciones insisten en que las relaciones siempre han fluido, pero la responsabilidad adicional que la pandemia trae consigo ha derivado en un impasse.
El Arzobispado no ha aclarado si dise?ar¨¢ un protocolo para la limpieza y control del aforo de acuerdo con las directrices sanitarias de la Xunta, pero fuentes de la archidi¨®cesis explican que atienden todas las peticiones para visitar el lugar. Desde el museo animan a enviar un correo o hacer una llamada para que, con una autorizaci¨®n expresa, ellos puedan abrir la puerta a quienes est¨¦n dispuestos a perseverar en su intenci¨®n de visitar el camposanto. Lo cierto es que ahora mismo no existe claridad sobre los pasos a seguir para conocer las tumbas, aunque la Iglesia tiene actividad de culto al menos una vez al mes, con eucarist¨ªas en gallego, y estuvo abierta durante la pasada Semana Santa para una exposici¨®n de las cofrad¨ªas penitenciales. Ambas instituciones coinciden: este es un asunto que habr¨ªa que retomar desde instancias del Parlamento gallego.
Vilar insiste en la importancia de habilitar un marco legal que defina exactamente qui¨¦n tiene estas competencias: ¡°Es un espacio simb¨®lico de referencia para la ciudadan¨ªa gallega y por tanto debe estar abierto al p¨²blico, pero para eso es necesario aclarar qui¨¦n tiene la responsabilidad de mantenerlo¡±, explica. El presidente de la Fundaci¨®n Rosal¨ªa de Castro, Anxo Angueira, coincide y apunta a un proyecto de ley que ambas instituciones prepararon junto al Consello da Cultura Galega, hace una d¨¦cada. Angueira cuenta que la importancia del mausoleo para su instituci¨®n es enorme porque el traslado de los restos de la escritora signific¨® tambi¨¦n la g¨¦nesis del pante¨®n. Por eso la fundaci¨®n decidi¨® aprovechar la efem¨¦ride del pasado martes para llamar la atenci¨®n sobre el problema.
En el plan, que se present¨® al Parlamento gallego, participaron tambi¨¦n la Fundaci¨®n Alfredo Bra?as, la Real Academia Galega y la Fundaci¨®n Castelao. Seg¨²n explica Rosario ?lvarez, presidenta del Consello da Cultura Galega, el objetivo del proyecto de ley era salvaguardar lo que consideran un s¨ªmbolo fundamental para la identidad de los gallegos: ¡°Ya es un espacio de alt¨ªsimo valor pero no est¨¢ reconocido legalmente, por eso decidimos dirigir esta iniciativa¡±. ?lvarez asegura que entonces el Parlamento recibi¨® de forma positiva la propuesta, pero ha quedado en el aire.
Para la fil¨®loga, a¨²n hace falta tener un espacio en el que se pueda reconocer a quienes han marcado la historia cultural de la autonom¨ªa: ¡°Es especialmente importante que se reconozcan estos s¨ªmbolos de la riqueza hist¨®rica para adem¨¢s reivindicar a quienes han contribuido a enriquecer la cultura gallega¡±. En el mausoleo est¨¢n enterrados, adem¨¢s de Rosal¨ªa, Bra?as y Castelao, el escultor Francisco Asorey, el poeta Ram¨®n Cabanillas, y el ge¨®grafo Domingo Font¨¢n. Sin embargo, el proyecto de ley buscaba definir a los encargados de escoger qui¨¦nes podr¨ªan protagonizar nuevas inhumaciones y de la gesti¨®n y mantenimiento del cementerio. Esta entidad habr¨ªa sido adscrita al Parlamento y habr¨ªa contado con representantes del Ayuntamiento de Santiago, el Consello da Cultura Galega, las universidades p¨²blicas, la Iglesia de Santiago y la Real Academia Galega.
El proyecto de ley no defin¨ªa al templo de Bonaval como una sede inamovible, lo que abr¨ªa la puerta a situarlo en un lugar que s¨ª pertenezca al Gobierno auton¨®mico. El BNG present¨® una propuesta alternativa que apuntaba a negociar con la Iglesia la titularidad p¨²blica del cementerio. Lo cierto es que el Pante¨®n nunca ha contado con un reconocimiento jur¨ªdico oficial. Las memorias de la iniciativa recogen este hecho como el motivo de que, durante la instauraci¨®n de la autonom¨ªa gallega, no se haya conseguido rescatar este sitio hist¨®rico como un s¨ªmbolo para la cultura de la comunidad. Esto a pesar de que su primer Gobierno tom¨® posesi¨®n precisamente ah¨ª, en el templo de San Domingos de Bonaval, junto a los ilustres que hoy no pueden ser admirados.
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