As¨ª pugnan los municipios peque?os por el man¨¢ europeo: ¡°El ritmo es endiablado y la competencia, alt¨ªsima¡±

Los ordenadores echan humo desde las nueve de la ma?ana en la primera planta del edificio de usos m¨²ltiples de A Capela (A Coru?a), un municipio de 1.400 habitantes. En una modesta habitaci¨®n, cinco hombres se pelean a diario con boletines oficiales, webs ministeriales y bases de datos. En juego est¨¢ una tarta de 77.000 millones de euros. Ese es el montante de ayudas a fondo perdido que brinda a Espa?a el plan Next Generation de la UE. Se repartir¨¢n hasta el 31 de diciembre de 2023 y por hacerse con el trozo m¨¢s grande posible compiten administraciones, empresas y otras entidades, como ONG. El bombardeo de convocatorias, tr¨¢mites y plazos que se ha desatado lo aguantan unos mejor que otros. ¡°Los ayuntamientos peque?os est¨¢n muy perdidos en todo esto. Nuestra funci¨®n es darles luz en ese marem¨¢gnum y orientarles hacia las ayudas que mejor puedan aprovechar¡±, explica Antonio Paz, responsable t¨¦cnico de esta oficina creada por la Diputaci¨®n de A Coru?a para asesorar a los pueblos con personal y medios reducidos en su lucha por el man¨¢ europeo.

La instituci¨®n provincial ha encargado la caza de los fondos europeos a la firma Tragsatec, del grupo Tragsa. Adem¨¢s de Paz, que viene de una consultor¨ªa privada y lleva 15 a?os ayudando a empresas a captar subvenciones, en la oficina inaugurada hace un mes trabajan un t¨¦cnico administrativo y tres ingenieros. Pr¨®ximamente, se incorporar¨¢n otros dos empleados con experiencia en gesti¨®n de fondos europeos. La materia que manejan es compleja y cambiante. Cuando arranca su jornada, empiezan por revisar las convocatorias de subvenciones que est¨¢n abiertas por si se han introducido modificaciones sorpresa. La precipitaci¨®n con la que est¨¢n saliendo las ayudas provoca muchas dudas y consultas, apunta Paz, y las respuestas se publican en ¡°una especie de chat que hay que revisar a diario¡±.

Tras esquivar la trampa de los cambios imprevistos, los trabajadores de esta oficina de la Diputaci¨®n de A Coru?a en A Capela consultan 16 bases de datos, webs y buscadores a la caza de nuevas convocatorias que puedan interesar a los municipios. El personal tambi¨¦n est¨¢ pendiente de los calendarios trimestrales que publica el Gobierno de Espa?a y en los que se van avanzando las ayudas que saldr¨¢n. Los ayuntamientos suelen disponer de entre uno y dos meses para preparar su proyecto y presentarlo pero, incide Paz, a la pugna por las subvenciones es mejor llegar con los ¡°deberes hechos¡±: ¡°Para llegar a tiempo y con posibilidades de ¨¦xito, lo ideal es empezar a trabajar mucho antes; hay que adelantarse¡±. Para ser beneficiario, ilustra, se valoran a veces documentos que no se elaboran de un d¨ªa para otro, como un plan de acci¨®n clim¨¢tica o de movilidad sostenible, y tampoco est¨¢ de m¨¢s tener listo el anteproyecto de lo que se quiera financiar antes de que salga la convocatoria. ¡°El ritmo es endiablado y la competencia, alt¨ªsima¡±, admite. ¡°Es mucho dinero y poco tiempo¡±.

La Diputaci¨®n de A Coru?a ha emplazado la oficina Next Generation en un peque?o municipio ¡°para darle una oportunidad al mundo rural¡±, en palabras de su presidente, el socialista Valent¨ªn Gonz¨¢lez Formoso. El equipo ha contactado ya con una veintena de las 93 localidades de la provincia para conocer qu¨¦ quieren financiar con las ayudas europeas y cu¨¢l es su punto de partida. Importa si disponen de planes que les pueden dar puntos o si los alcaldes cuentan con mayor¨ªa en el pleno para sacar adelante sus iniciativas. Su funci¨®n es ¡°orientarles¡± para elegir la convocatoria que m¨¢s se ajusta a sus ideas y enfocar bien los proyectos para incrementar las posibilidades de salir elegidos. De los 8.131 ayuntamientos de Espa?a, algo m¨¢s de 7.100 tienen menos de 20.000 habitantes. ¡°En estos municipios los recursos de personal y econ¨®micos son muy limitados¡±, esgrime su director t¨¦cnico. En su base de datos han registrado 130 convocatorias de subvenciones ya analizadas y listas para ¡°ir colocando¡± los proyectos que las corporaciones coru?esas les vayan planteando.

Dolores Pena lleva 30 a?os de agente de desarrollo local en Carnota (A Coru?a), una localidad de 4.600 habitantes de la Costa da Morte. Cuenta que los Next Generation servir¨¢n para financiar proyectos que en los ¨²ltimos a?os se guardaron en el caj¨®n por falta de dinero. ¡°En Carnota tenemos una aldea al lado del mar que a¨²n no tiene saneamiento¡±, ilustra. Sin embargo, recalca que municipios como el suyo no compiten en igualdad de condiciones. No vale con presentar sin m¨¢s una obra para remozar un mercado municipal, explica, hay que vincularla con objetivos medioambientales, de igualdad o de impulso demogr¨¢fico. ¡°Para optar a estos fondos es necesario vestir los proyectos de forma transversal y para eso se necesita un trabajo multidisciplinar y en equipo. El problema es que nosotros no tenemos t¨¦cnicos que cubran todas esas materias, por eso la idea de la Diputaci¨®n me parece muy buena¡±, aduce.

Plazos ¡°imposibles¡±

Los economistas especializados en fondos europeos est¨¢n preocupados por el riesgo de que se eche a perder una oportunidad hist¨®rica. ¡°Es un reto may¨²sculo para los ayuntamientos. A ver si somos capaces de gastar, y bien, todos estos recursos que nos vienen¡±, afirma Francisco Delgado, profesor de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Oviedo. Delgado cree que el plan europeo de recuperaci¨®n est¨¢ demasiado ¡°atomizado¡± y que los plazos son ¡°imposibles de cumplir¡± para una mayor¨ªa de ayuntamientos que sobreviven con recursos humanos y econ¨®micos escasos. Los proyectos tienen que estar ejecutados antes de que finalice el a?o 2026 y Delgado augura que las medidas aprobadas por el Gobierno para agilizar las licitaciones no ser¨¢n suficientes: ¡°Creo que Espa?a va a tener que pedir que se alarguen los plazos. No se puede agilizar por decreto, hemos sido demasiado ambiciosos¡±.

Como ya ocurri¨® en el pasado, entre los proyectos con los que los ayuntamientos de A Coru?a optan al man¨¢ europeo mandan las obras. Hay peatonalizaciones, trabajos de saneamiento y abastecimiento de aguas a aldeas que a¨²n carecen de este servicio b¨¢sico, viviendas p¨²blicas, rehabilitaciones ligadas a mejoras de eficiencia energ¨¦tica, sendas tur¨ªsticas, casas rurales o, incluso, la finalizaci¨®n o modernizaci¨®n de los auditorios y bibliotecas que se construyeron gracias a anteriores convocatorias de fondos comunitarios.

?Hay riesgo de repetir el despilfarro de otras ¨¦pocas? ¡°El grado de concienciaci¨®n es mucho mayor que hace un par de d¨¦cadas. Los ayuntamientos son conscientes de los riesgos de no gestionarlo bien¡±, asegura el responsable de la Oficina Next Generation de la Diputaci¨®n de A Coru?a. El economista Franciso Delgado confirma que los controles se han mejorado porque, por ejemplo, las corporaciones que reciban ayudas deber¨¢n elaborar un plan de medidas antifraude. Pero esos requisitos tambi¨¦n aumentan la burocracia, advierte: ¡°Habr¨¢ ayuntamientos que acabar¨¢n renunciando a optar a las ayudas, salvo que se activen m¨¢s mecanismos de asesoramiento¡±.