El auditorio de Galicia se transforma en un laboratorio para investigar si Brahms y Piazzolla alteran los genes
Un equipo cient¨ªfico del hospital de Santiago rastrea por primera vez los efectos terap¨¦uticos de la m¨²sica en miles de muestras biol¨®gicas tomadas en conciertos
En el escenario est¨¢n todos los asientos de la orquesta, los atriles, la tarima del director. Los focos permanecen apagados, y en esto tambi¨¦n se apagan las l¨¢mparas del Auditorio de Galicia en Santiago. El p¨²blico queda a oscuras y tambi¨¦n en silencio: se conoce que empieza el concierto. Pero no hay programa. Hasta ahora se han mantenido en secreto las piezas que la Real Filharmon¨ªa de Galicia (RFG) ha ensayado para la ocasi¨®n. El equipo cient¨ªfico que investiga por primera vez en el mundo los efectos terap¨¦uticos de la m¨²sica en los genes necesita que todo sea una sorpresa para poder captar a lo grande el expresivo baile del ARN. Y la primera situaci¨®n inesperada se da nada m¨¢s comenzar. Un foco de la escena, como un rayo divino, ilumina una ¨²nica silla. Solo ha salido un trompetista a tocar. Ni rastro del resto de sus compa?eros. La gente se pregunta qu¨¦ pasa, expectante. Suena un hilo delicado de violines, violas y chelos, pero no se ven: no est¨¢n all¨ª. El m¨²sico presente rasga esa armon¨ªa lanzando al aire un pu?ado de notas y espera contestaci¨®n. Entonces se oye un eco distorsionado. Es la r¨¦plica, aparentemente ca¨®tica, de otros instrumentos de viento, tambi¨¦n invisibles, que soplan desde el m¨¢s all¨¢. El m¨¢s all¨¢ del escenario. La Filharmon¨ªa interpreta The Unansewered Question (La pregunta sin respuesta), de Charles Ives; turbadora, desolada y triste, dram¨¢ticamente bella.
Esa voz de la trompeta que pregunta lo incontestable invade la sala, pone el coraz¨®n en un pu?o y enseguida palpita en la sangre. Y si se toma una muestra de forma casi inmediata la ciencia gen¨®mica puede fotografiar la huella molecular de esa sensaci¨®n. El experimento no debe alargarse m¨¢s de una hora para que no se diluya el efecto. Lo justo para que la orquesta al completo, que enseguida sale a escena con Baldur Br?nnimann como director, toque las siete partituras escogidas para sacudir los genes de un auditorio especial: las personas que de distintos lugares de Galicia, y tambi¨¦n de fuera, han acudido a la convocatoria de la Filharmon¨ªa y el IDIS (Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria), que tiene su base en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Entre los donantes de material gen¨¦tico (sendas muestras de sangre y saliva antes y despu¨¦s del concierto) hay ni?os y adultos, p¨²blico en general, sin patolog¨ªas diagnosticadas, y pacientes de alzh¨¦imer, personas con s¨ªndrome de Down, TDAH, autismo, c¨¢ncer o da?o cerebral.
Tres semanas despu¨¦s del par de conciertos (30 de septiembre y 1 de octubre) a los que acudieron unas 2.400 personas, 800 como donantes, y de una prueba piloto llevada a cabo el 14 de julio con enfermos de alzh¨¦imer, Antonio Salas, investigador principal del proyecto Sensogenoma y catedr¨¢tico de Medicina en Santiago, abre en su port¨¢til una de esas primeras fotos: las instant¨¢neas del efecto de la m¨²sica en el genoma humano. Parece un cuadro puntillista en tonos azul y amarillo, donde el azul m¨¢s oscuro indica poca actividad de las rutas metab¨®licas (conjunto de genes que act¨²an entre s¨ª) y el amarillo m¨¢s luminoso, justo lo contrario. Es la imagen del antes y el despu¨¦s del concierto. La comparativa entre la muestra de sangre tomada a los asistentes, por un ej¨¦rcito de m¨¢s de 200 voluntarios de la sanidad p¨²blica, hora y media antes de sonar los primeros acordes, y la recogida a la salida, a pocos minutos del aplauso final.
Adem¨¢s de La pregunta sin respuesta de Ives, el programa sorpresa inclu¨ªa composiciones de Otto Nicolai, Dvo?¨¢k, Piazzolla, Brahms y Rossini, hasta llegar al broche final: el Danz¨®n n?2 de Arturo M¨¢rquez. En la imagen del ordenador, lo que antes de la audici¨®n era azul, ahora es amarillo y viceversa. Es como una revuelta interna en el organismo. Pero, adem¨¢s, los primeros an¨¢lisis han dado lugar a gr¨¢ficas en las que se ve que hay muchos genes (de los 300 que se relacionan con la m¨²sica) que se expresan de forma contraria en las personas con una enfermedad concreta y en los familiares que iban de acompa?antes. La m¨²sica pulsa, sobre todo, las teclas del ADN relacionadas con el conocimiento y la memoria. ¡°Esto es important¨ªsimo en el caso del alzh¨¦imer¡±, se?ala Salas, y otros tipos de deterioro cognitivo. A¨²n es pronto, pero el genetista reconoce que cuando vio los primeros resultados de esta investigaci¨®n, en la que comparte batuta con Federico Martin¨®n, jefe de Pediatr¨ªa del CHUS, podr¨ªa haber gritado: ?Eureka!
Bea P. acompa?a en el concierto del d¨ªa 30 a su madre, Encarna C., una mujer de 87 a?os con demencia y en silla de ruedas que empez¨® a sumirse en s¨ª misma cuando enviud¨®. Hoy Encarna, que llega desde la localidad coru?esa de Ribeira a trav¨¦s de la fundaci¨®n colaboradora Agadea (Asociaci¨®n Galega de Axuda ¨®s Enfermos con Alzh¨¦imer), se deja pinchar el dedo sin perder ni un instante la sonrisa. La hija no lo duda: ya ha comprobado en casa que la m¨²sica es capaz de abrir insospechados ba¨²les de recuerdos en la cabeza de su madre. ¡°Cuando la nieta canta saltando a la comba¡±, la letra y las notas empiezan a brotar de la garganta de Encarna. Le pasa, sobre todo, con las tonadas que aprendi¨® de ni?a, ¡°desde Soy la reina de los mares hasta A Virxe de Guadalupe¡±.
En otro puesto de las mesas corridas donde se toman las muestras, Rebeca, de 10 a?os, dona su gotita de sangre junto a su madre, Nuria Rodr¨ªguez. Ambas est¨¢n sanas, pero Nuria es profesora de F¨ªsica y Qu¨ªmica. Por eso est¨¢n aqu¨ª: ¡°Me interesa todo lo que tiene que ver con la ciencia. Nos enteramos de esto por Facebook y decidimos ayudar¡±.
Las entradas, gratuitas, se acabaron en cuatro d¨ªas. Con el p¨²blico ya en las butacas, la directora gerente de la Real Filharmon¨ªa, Sabela Garc¨ªa Fonte, abr¨ªa la sesi¨®n: ¡°Hoy ustedes pasar¨¢n a formar parte de la historia de la ciencia¡±. Lo siguiente, antes de apagarse las luces, era la recogida de muestras de saliva, cada asistente con su hisopo. Tambi¨¦n la mayor¨ªa de los m¨²sicos se ofrecieron a hacerse pruebas. Esta cosecha de decenas de miles de mol¨¦culas se conserva ahora, anonimizada, en una sala del IDIS ocupada por nueve enormes congeladores a -82 grados cent¨ªgrados. Cada uno tiene capacidad para m¨¢s de 50.000 muestras, pero no todas son de este proyecto. Los equipos cient¨ªficos implicados en Sensogenoma son GenPoB (Gen¨¦tica de Poblaciones en Biomedicina) y GenVip (Grupo de Investigaci¨®n en Gen¨¦tica, Vacunas, Enfermedades Infecciosas y Pediatr¨ªa), y est¨¢n embarcados en otras aventuras. Salas da tambi¨¦n clases de Gen¨¦tica Forense, y esta misma ma?ana, en el IDIS, tiene visita de los alumnos de Criminal¨ªstica.
¡°La sensogen¨®mica es la disciplina de la gen¨¦tica que busca luchar contra la enfermedad a trav¨¦s de est¨ªmulos sensoriales¡± explica la web del proyecto gallego, con el que colaboran instituciones como el Imperial College de Londres, las universidades de Oxford y Bristol o el Instituto de Gen¨®mica de Singapur. Con Salas y Martin¨®n, la tercera pata en la direcci¨®n de Sensogenoma es Laura Navarro, music¨®loga y doctora en Educaci¨®n Musical (que tambi¨¦n fue profesora de piano del propio Salas). De momento, explica el catedr¨¢tico de gen¨¦tica, se estudian las bases moleculares de la estimulaci¨®n musical en busca de nuevas dianas terap¨¦uticas ¡°para enfermedades sin tratamiento efectivo como alzh¨¦imer o TEA (Trastornos del Espectro Autista)¡±.
Pero la m¨²sica es solo el principio, por ser quiz¨¢s el arte capaz de cambiar un estado de ¨¢nimo de forma m¨¢s instant¨¢nea. El plan es estudiar despu¨¦s otros est¨ªmulos, desde la pintura a la gastronom¨ªa. Por eso en el comit¨¦ asesor no solo hay neur¨®logos, onc¨®logos, pediatras, antrop¨®logos, genetistas, psiquiatras, microbi¨®logos, farmac¨¦uticos o m¨²sicos, sino tambi¨¦n un par de chefs.
Pero para que la pesquisa musical pueda seguir testando conciertos (de otros muchos estilos) y dando pasos hacen falta unos fondos que hoy no existen. La iniciativa, que desde hace cinco a?os avanza m¨¢s por voluntad que por recursos econ¨®micos, busca ahora el patrocinio de capital privado o el apoyo de fondos europeos. ¡°No hay en el mundo estudios de expresi¨®n g¨¦nica frente a est¨ªmulos¡±, recalca Salas. ¡°A nadie se le ocurri¨® hacer esto antes¡±. Si en Galicia pas¨®, se debe en buena parte a que este genetista ha vivido en su propia familia los efectos terap¨¦uticos de la m¨²sica y ¨¦l mismo es un declarado mel¨®mano. Antonio Salas est¨¢ abonado a los conciertos de los jueves de la RFG, y confiesa que empez¨® a madurar la idea en enero de 2017, a la salida del concierto de la pianista ruso-alemana Olga Scheps : ¡°Me dej¨® totalmente alterado¡±.
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