Casi 13 millones de euros, la mayor indemnizaci¨®n por negligencia m¨¦dica de Espa?a: ¡°La aseguradora quiso agotar a la familia¡±
Un juzgado de Santiago condena a Segurcaixa Adeslas a pagar por una ces¨¢rea tard¨ªa de hace casi una d¨¦cada y castiga la estrategia dilatoria de esta compa?¨ªa
P. vino al mundo marcado por una grave negligencia m¨¦dica que lo dej¨® ciego, con par¨¢lisis cerebral grave, un retraso severo en su desarrollo psicomotor, crisis epil¨¦pticas y problemas respiratorios. Tiene ocho a?os y sus padres a¨²n no han cobrado ni un euro por esos da?os. Pese a que la mala praxis en la que incurri¨® la ginec¨®loga en el hospital privado HM Rosaleda de Santiago de Compostela fue sentenciada en firme en 2020, la aseguradora Segurcaixa Adeslas no consign¨® pago alguno en todo este tiempo, ni siquiera el m¨ªnimo marcado por ley. Un juzgado acaba de condenar a esta compa?¨ªa a indemnizar a la familia con casi 13 millones de euros, una compensaci¨®n sanitaria que se ha convertido en la mayor de la historia en Espa?a y que duplica el montante de las anteriores marcas. El viacrucis que han tenido que recorrer estos padres para llegar hasta aqu¨ª explica en parte esta cifra r¨¦cord. El fallo, que es recurrible, ¡°abre una brecha en la l¨ªnea de flotaci¨®n¡± de estas empresas, advierte el abogado de los demandantes, Cipriano Castreje: ¡°Estuvieron esperando a agotar a la familia¡±.
La negligencia m¨¦dica se perpetr¨® en 2015 durante un alumbramiento que dur¨® 15 horas. La madre, empleada p¨²blica, ingres¨® a las 10.30 del 30 de junio en este hospital privado de la capital de Galicia que le ofreci¨® Segurcaixa Adeslas, la aseguradora con la que la mutua de funcionarios Muface mantiene un concierto. Se le indujo el parto desde esa hora y, seg¨²n la sentencia que dictamin¨® la mala praxis, a las 23.00 ya hab¨ªa claros indicios de sufrimiento fetal. El registro cardiotocogr¨¢fico que recoge el pulso del feto y las contracciones de la madre ¡°ya era indicativo de una situaci¨®n de alarma o atenci¨®n¡±. Esta tecnolog¨ªa era adem¨¢s la ¨²nica gu¨ªa con la que contaba la ginec¨®loga para conocer si el estado del beb¨¦ era bueno, ya que el hospital carec¨ªa de medios para practicar un an¨¢lisis del PH sangu¨ªneo fetal. Pese a ello, y a falta de un anestesista de guardia en la cl¨ªnica, se ignor¨® la posibilidad de una ces¨¢rea y se sigui¨® intentando el parto natural hasta las dos de la madrugada del 1 de julio, incluso con ventosa. Cuando finalmente se llev¨® a la mujer al quir¨®fano, era demasiado tarde. Ante el estado en el que naci¨®, el beb¨¦ fue trasladado a la UCI neonatal del hospital p¨²blico de Santiago porque el centro privado ni siquiera contaba con este tipo de unidad. El peque?o precis¨® cuidados intensivos durante 84 d¨ªas.
El periplo judicial ha sido largo y agotador para la familia. En 2020 se sentenci¨® la negligencia, pero aquel fallo deriv¨® el c¨¢lculo de la indemnizaci¨®n a otro pleito. Por eso, en diciembre de 2021, cuando ya en un litigio paralelo con la Xunta se hab¨ªa otorgado al ni?o una discapacidad del 100%, la familia present¨® la demanda contra Segurcaixa Adeslas. Los padres solicitaron una compensaci¨®n de 5,4 millones m¨¢s intereses por la encefalopat¨ªa hip¨®xico-isqu¨¦mica (y sus consecuencias) que la ces¨¢rea tard¨ªa caus¨® al ni?o, pero la aseguradora se opuso. Aleg¨®, entre otras cosas, que nunca en todos estos a?os hab¨ªa tenido conocimiento de las secuelas sufridas por el ni?o, un argumento derribado por la jueza.
El fallo recalca que tanto la negligencia m¨¦dica como los graves da?os y padecimientos sufridos por el ni?o al nacer est¨¢n recogidos en dos sentencias previas ya firmes. La magistrada recuerda que la aseguradora incluso conoc¨ªa ¡°de forma directa¡± la situaci¨®n del menor en la fecha de alta de la UCI en septiembre de 2015 y ¡°ya en ese momento¡± pudo poner a su disposici¨®n ¡°una cantidad representativa de sus dolencias¡±: ¡°La inacci¨®n de la entidad demandada no est¨¢ justificada de forma alguna, m¨¢xime si pod¨ªa acceder al historial m¨¦dico del menor en cualquier momento de la causa¡±. La jueza dictamina que Segurcaixa Adeslas ¡°debi¨® hacerse cargo de la reclamaci¨®n efectuada¡±, tacha su oposici¨®n de ¡°injustificable¡± y le reprocha que haya aplazado ¡°considerablemente¡± que la familia sea resarcida.
El abogado de la familia, que acumula 25 a?os de experiencia en este tipo de casos, defiende que la sentencia emitida el pasado 19 de abril por la titular del Juzgado de Primera Instancia N¨²mero 1 de Santiago, Mar¨ªa Paz Filgueira Paz, es ¡°una brecha abierta en la l¨ªnea de flotaci¨®n de las compa?¨ªas de seguros¡±: ¡°Se ha puesto el dedo en la llaga de las aseguradoras: ¡®Oiga, usted no puede ser mezquino¡±. Castreje asegura que ha recibido llamadas de colegas de otras aseguradoras ¡°muy enfadados¡± porque la resoluci¨®n sienta un precedente ¡°que les puede perjudicar¡±.
En las demandas judiciales por negligencias m¨¦dicas, explica el letrado, estas empresas no suelen consignar ning¨²n pago antes de la sentencia para intentar ¡°forzar un acuerdo¡±. Esa estrategia ha sido castigada por la magistrada y Castreje cree que a partir de ahora las aseguradoras ¡°se pensar¨¢n mucho¡± seguir actuando igual: ¡°Creo que [en Segurcaixa Adeslas] pretend¨ªan esperar a que el ni?o falleciese. Me parece inhumano, brutal, pero ?qu¨¦ puedes pensar? ?Por qu¨¦ no se consigna? Las ofertas que hicieron fueron rid¨ªculas¡±. Desde el punto de vista m¨¦dico, prosigue, la sentencia lanza tambi¨¦n una advertencia sobre los riesgos que conllevan las presiones para reducir el n¨²mero de partos por ces¨¢rea. La compa?¨ªa condenada ha declinado comentar el caso ni tampoco aclara si presentar¨¢ recurso.
El fallo calcula la indemnizaci¨®n teniendo en cuenta m¨¢s de una docena de conceptos, incluidos el perjuicio est¨¦tico, la p¨¦rdida de calidad de vida de sus familiares, la necesidad de comprar una nueva vivienda o los gastos de asistencia sanitaria futura. Sobre estos ¨²ltimos, la aseguradora aleg¨® para menguar la factura que la esperanza de vida del ni?o ¡°no parece mayor a unos 17 a?os¡±, argumento rechazado por la jueza por basarse en ¡°factores totalmente aleatorios¡±. Segurcaixa Adeslas tambi¨¦n se neg¨® a pagar intereses desde que ocurri¨® la negligencia en 2015 y los plante¨® solo, y como mucho, desde la notificaci¨®n de la demanda, es decir, siete a?os menos. Sin embargo, la jueza condena a la compa?¨ªa a abonar intereses desde el d¨ªa en que se cometi¨® la negligencia m¨¦dica, lo que supone que de la compensaci¨®n total de casi 13 millones, 7,5 millones corresponden a este concepto.
La lucha de esta familia hubiera sido imposible si no tuvieran recursos econ¨®micos. Durante todos estos a?os, esta pareja ha tenido que pagar de su bolsillo la atenci¨®n especializada a su hijo, las terapias, las pr¨®tesis, el fisioterapeuta, y tambi¨¦n los peritos y los procuradores. Si adem¨¢s llega a perder el pleito con costas, el pago la hubiera sumido en la ruina, recuerda su abogado. Estos padres no disfrutaron de justicia gratuita porque cuando demandaron no ten¨ªan derecho a ella (ahora s¨ª gracias a una sentencia del Constitucional de 2022). No es adem¨¢s el ¨²nico litigio que han tenido que afrontar desde que fueron v¨ªctimas de la negligencia m¨¦dica. Tambi¨¦n han llevado a los tribunales a la Xunta para que le reconociese a su hijo una discapacidad del 100%. La Conseller¨ªa de Pol¨ªtica Social aleg¨® que hab¨ªa ido a los tribunales porque subir al m¨¢ximo el porcentaje de discapacidad del 77% que le hab¨ªa otorgado al peque?o no les iba a suponer a sus padres ¡°un beneficio real¡±, es decir, m¨¢s ayudas. ¡°Tiene que haber modificaciones legislativas para que una familia no est¨¦ mendigando justicia y asumiendo riesgos que deber¨ªan estar sufragados por el que causa el da?o¡±, concluye Castreje.
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