Cinco a?os de batalla por culpa de un tobog¨¢n

Cuando Jos¨¦ Manuel Su¨¢rez pasea por Madrid R¨ªo, a¨²n se?ala los toboganes que se encuentran al lado del Puente Monumental de Arganzuela: ¡°Fue ah¨ª¡±. Hace cinco a?os, cuando ten¨ªa 66, se tir¨® por una de las diez rampas llamadas La Colina de los Toboganes y se rompi¨® la tibia, el peron¨¦ y el cart¨ªlago de la pierna izquierda. En febrero de 2015, dos meses despu¨¦s del incidente, escribi¨® una carta a la entonces alcaldesa Ana Botella pidi¨¦ndole que tomara las medidas necesarias para que no se repitiera tal incidente. Y comenz¨® un periplo que le ha llevado a escribir tanto a Carmena como a Almeida.

Su¨¢rez se quejaba de que el informe policial se contradec¨ªa a s¨ª mismo: aseguraba que el Samur ya estaba cuando los agentes llegaron, pero tambi¨¦n que fueron ellos los que avisaron a los sanitarios. La primera respuesta al escrito a Botella lleg¨® con Carmena al frente de Cibeles. El departamento de resoluciones judiciales abri¨® un expediente al afectado; le llegaron certificados en los que le iban preguntando cuestiones sobre su lesi¨®n: si le atendieron correctamente, a cu¨¢nto consideraba que deber¨ªa ascender la indemnizaci¨®n... Pero el proceso se trunc¨® en 2018 por una carta certificada que no pudo recoger ni en su domicilio ni en Correos y no contest¨® en el plazo de diez d¨ªas requerido.

El contenido de aquella carta la conoci¨® en una cita en el Servicio de Responsabilidad Patrimonial dos meses despu¨¦s. El Ayuntamiento tas¨® su perjuicio en 17.910,73 euros, pero desestimaba su reclamaci¨®n y, por tanto, no estaba obligado a pagar. Se acogi¨® a la ¨²nica opci¨®n que le quedaba: denunciarlo a un juzgado de lo contencioso. El juicio se celebr¨® en junio de 2019 y tampoco le dieron la raz¨®n: la sentencia estableci¨® que no quedaba probado que la causa del accidente fuera el tobog¨¢n. Pod¨ªa deberse, ¡°el desgraciado accidente, a la acci¨®n propia de la parte que invoca el da?o experimentado¡±, escribi¨® la jueza. Los recursos se le acabaron a Su¨¢rez.

Hace dos semanas recibi¨® un correo del Consistorio: iban a colocar un cartel nuevo en los toboganes: ¡°De 6 a 18 a?os¡±. Recog¨ªan una de sus reclamaciones: si la edad del usuario es un impedimento para utilizar el tobog¨¢n, debe advertirse. El problema es que todav¨ªa no han retirado el anterior cartel, el del d¨ªa del accidente, que reza: ¡°Para m¨¢s de 6 a?os¡±. ¡°?A cu¨¢l le hago caso?¡±, pregunt¨® el afectado un d¨ªa a los t¨¦cnicos de mantenimiento del Ayuntamiento. Asegura que no supieron responderle. ¡°Que me expliquen cu¨¢l es el criterio por el que se limita a los 18 a?os¡±, sostiene.

Su odisea de cartas, expedientes y certificados, est¨¢n ordenados en un fichero de unos 300 folios que lleva bajo el brazo y va mostrando con paciencia. Despu¨¦s de tres operaciones y seis meses sin caminar con normalidad, se le qued¨® una presi¨®n constante en el pie izquierdo que le impide doblar el pie. ¡°Ya no puedo hacer nada m¨¢s que quejarme¡±, se lamenta Su¨¢rez. No quiere que le den la raz¨®n: solo que le contesten.