Madrid se paraliza en el primer d¨ªa sin clases: museos y restaurantes vac¨ªos, cancelaciones de hoteles, tr¨¢fico de agosto...

Las meninas se han quedado solas. A las 10.30 solo hab¨ªa un turista observ¨¢ndolas. ¡°Las visitas se han desplomado¡±, cuenta en una de las salas de El Bosco Carlos Chaguaceda, el director de comunicaci¨®n. ¡°El lunes tuvimos 5.000 visitas, el martes 3.000 y este mi¨¦rcoles habr¨¢ muchas menos¡±. Un grupo de 30 japoneses ten¨ªa una reserva con un gu¨ªa y solo han venido dos.

Madrid no es Madrid. Los abuelos son padres, los padres son profesores y los ni?os son turistas. ¡°La profe nos ha dicho que nos quedemos en casa 15 d¨ªas porque van a limpiar el cole¡±, cuenta Paula, de siete a?os, agarrada de la mano de su abuelo Amador Arias, de 66, por una rampa de El Retiro. ¡°Trabajo en una instalaci¨®n deportiva p¨²blica y, como est¨¢n cerradas, me he tenido que hacer cargo de mi sobrina¡±, cuenta Marta Gonz¨¢lez, de 47, con un ojo puesto en un tobog¨¢n del parque. ¡°He hecho macarrones para comer porque, si te dejan a un ni?o, hay que hacer macarrones¡±.

Madrid no es Madrid. Hay guantes de l¨¢tex por las calles, por los bares, por las terrazas. Hay seis personas observando el Guernica en el Reina Sof¨ªa. Hay pocos selfis con los leones del Congreso. Hay sillas vac¨ªas en las terrazas del 100 Montaditos. Hay un comunicado de los hoteleros: la ocupaci¨®n de ¡°los hoteles de Madrid se ha desplomado y no supera de media el 15%¡±.

La Gran V¨ªa anuncia conciertos que no se van a celebrar. No habr¨¢ Tequila ni Amaral en el WiZink. Ni conciertos en La Riviera hasta el 26 de marzo. A la hora del almuerzo la mayor¨ªa de los servicios de los restaurantes de la zona centro est¨¢n limpios. ¡°De un d¨ªa para otro ha sido una pasada. Se ha notado mucho el baj¨®n de clientes¡±, dice un vigilante del Primark. ¡°Nunca me siento y hoy hasta me he sentado¡±. Hay dos repartidores de Uber Eats sin trabajo a la puerta de un McDonald?s en hora punta. Los cines reducen su aforo. Hay cola en el musical del Rey le¨®n para reclamar la devoluci¨®n de las entradas. No se comparten las togas en los juzgados. No hay gente en el centro comercial de Pr¨ªncipe P¨ªo.

No hay colillas en la Complutense. No hay bullicio. No hay colas para fotocopiar apuntes. ¡°Esto es fatal, mal, horrible. ?Qu¨¦ hago yo dos semanas en Pontevedra?¡±, se queja Miriam P¨¦rez, estudiante de Relaciones Internacionales. Lo mismo ocurre en las parroquias y hasta en la catedral de La Almudena. ¡°Hemos suspendido todas las actividades y algunos funerales¡±, cuenta un portavoz del arzobispado. Es m¨¢s, por primera vez la misa del cardenal Osoro se emitir¨¢ en directo por YouTube. Este jueves tampoco abrir¨¢ el Telef¨¦rico. Ni el Faro de Moncloa.

¡ª Telmo, no lo hagas.

Y lo hizo. El travieso Telmo, de tres a?os, se levant¨® a primera hora, fue al sal¨®n y decidi¨® borrar el guion con el que estaba trabajando su padre. ¡°Ha sido una ma?ana sencilla. En el momento en el que nos ¨ªbamos a ir de casa¡­, nos hemos quedado en casa¡±, cuenta Juan Francisco Miguel, de 32 a?os, en un rinc¨®n de Legazpi. Es uno de los jefes de la productora Doctor Cerebrus: nueve empleados a su cargo. Ninguno ha ido a la oficina porque ha dado instrucciones de que comience el teletrabajo. ¡°Mi tel¨¦fono no para de sonar. Se nos est¨¢n cayendo rodajes continuamente. Antes no estaba preocupado, pero ahora s¨ª¡±.

La inquietud es un hecho en la mayor¨ªa de las familias madrile?as. Madrid es el foco de la epidemia con m¨¢s de 1.000 casos, la mitad del pa¨ªs, y suma ya 31 de los 55 fallecidos. Pese a todo, el sol ha invitado a muchos a salir de casa con 23 grados. El ambiente en las calles era de verano: manga corta, bermudas, tobillos depilados. De hecho, en la sala de m¨¢quinas de la DGT estaban asombrados. ?Un Madrid sin atascos en un d¨ªa laborable? S¨ª, un 15% menos de coches que el lunes. Lo mismo ha sucedido en el metro, donde activaron hasta el aire acondicionado. Que corra el aire, que no est¨¢ el horno para bollos.

Literal. Los manolitos ¨Dcruasanes de chocolate convertidos ya en un term¨®metro social para los madrile?os y presentes en la mayor¨ªa de oficinas para celebrar cumplea?os, anuncios de bodas, ascensos o futuros alumbramientos¨D est¨¢n alica¨ªdos. ¡°Hemos pasado de tener una bolsita con 10 manolitos que nos sobran al d¨ªa donar 30 kilos. ?No estamos vendiendo!¡±, cuenta alarmada Chus Sierra, la encargada de Manolo Bakers en Alonso Mart¨ªnez. ¡°Los proveedores me han avisado de que hoy ven¨ªan a la mitad¡±.

Sin cruasanes, la rutina del desayuno fue diferente. Los contadores de calor¨ªas de los gimnasios de la zona centro marcaban cero. No hab¨ªa ruido en las el¨ªpticas, las m¨¢quinas de correr estaban hu¨¦rfanas, las pesas en su sitio y las clases de zumba vac¨ªas. El cuerpo, en casa. La mente, en el trabajo. ¡°Todos los clientes que tengo me han cancelado, el m¨¢ster que estoy estudiando se ha suspendido y el equipo de Rivas al que entreno ha dicho basta¡±, dice el entrenador deportivo Cristi¨¢n Mart¨ªnez, de 31 a?os, en un centro de Basic-Fit de Atocha. ¡°El lunes puse dos lavadoras, cocin¨¦ y hasta hice galletas. No s¨¦ qu¨¦ hacer con tanto tiempo libre¡±.

Algunos, como la sexagenaria Paqui, han optado por bajar al supermercado DIA de Lavapi¨¦s a por m¨¢s provisiones: ¡°Voy a por carne y leche, que nunca se sabe¡±. La gerente del negocio reconoce que llevan unos d¨ªas de picos de venta. ¡°Sobre todo con las conservas¡±. Por si acaso: el papel higi¨¦nico ¨Dproducto estrella de esta semana¨D estaba a rebosar, como el equipo antivirus: KH7, lej¨ªa, geles y jabones.

Ante las fotos de gente comprando en aluvi¨®n en los comercios que inundan los grupos de WhatsApp, Mercamadrid inform¨® de que no existe ning¨²n problema de abastecimiento. Es m¨¢s, de madrugada entraron 706 camiones hasta la bandera; 50 m¨¢s que en el mismo d¨ªa de marzo de 2019.

La estampa, eso s¨ª, era distinta en los mercados de abastos. ¡°Est¨¢n arrasando en el s¨²per, pero aqu¨ª no viene nadie¡±, cuenta Ahmid Ibrahim, de 34 a?os, mientras desmenuza un pollo en su carnicer¨ªa de Ant¨®n Mart¨ªn. ¡°Trabajamos mucho con los bares y entre ayer y hoy muchos me dicen que no quieren los pedidos porque tienen menos turistas¡±. Lo mismo le cuentan los negocios japoneses al pescadero David Oviedo, de 35 a?os: ¡°Ah¨ª est¨¢ el salm¨®n¡±.

El caso de Antonio Montero es distinto. ¡°Los carteros estamos preocupados porque vamos con la tableta y nos firman los vecinos. Somos unas v¨ªctimas potenciales¡±, cuenta a sus 56 a?os. El sector servicios es la palanca que mueve el PIB de la comunidad. Los datos de la consejer¨ªa de Econom¨ªa subrayan que lider¨® el crecimiento en 2019, con un aumento del 3%. Madrid es, sin duda, una regi¨®n terciaria: absorbe el 79,59% de la poblaci¨®n activa y el 84,97% de los ocupados. Y este mi¨¦rcoles, en la mayor¨ªa de las empresas p¨²blicas de la Comunidad y del Ayuntamiento hab¨ªa un cartel en la puerta: ¡°Oficina cerrada por motivos de salud p¨²blica¡±.

Un dilema para los casi 50.000 aut¨®nomos que existen en la regi¨®n. Diego Da?o, de 44 a?os, es c¨®mico: ¡°El teatro sigue programando, pero he sido yo quien ha decidido cancelar las funciones. Solo vivo de los mon¨®logos y de impartir cursos de formaci¨®n para hablar en p¨²blico, que tambi¨¦n han sido cancelados. Pago la cuota m¨¢xima de aut¨®nomo y estoy esperando a ver si el Gobierno nos ayuda de alguna manera porque he decidido quedarme en casa¡±.

El Retiro, sin embargo, florece. Hay universitarios comiendo hamburguesas del McDonald¡¯s, parejas bes¨¢ndose, corriendo, estirando, paseando al perro, en bici, columpios con colas. Hay margaritas en los cipreses del bosque de los ausentes. Hay una familia que ha dejado una carta en el suelo: ¡°Ojal¨¢ no tener que imaginarte. Ojala tenerte aqu¨ª. Te robaron la vida con 34 a?os preciosos. Mar¨ªa Dolores Dur¨¢n, 11 de marzo de 2004¡±.

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