Del Bernab¨¦u a Torre Caleido: el coronavirus no para las obras en Madrid
Muchos trabajadores van sin protecci¨®n mientras Ayuntamiento, Comunidad, sindicatos y arquitectos piden que se cierren
Un paseo por Madrid basta para comprobar que las obras, de las m¨¢s grandes a las m¨¢s peque?as, siguen en general su curso bajo el estado de alarma. En muchos casos no se cumplen los requerimientos de seguridad exigidos para frenar la expansi¨®n del coronavirus. Tanto el Ayuntamiento como la Comunidad piden que las no esenciales se detengan, pero entienden que bajo el actual decreto y sus restricciones, ha de ser el Gobierno central el que las cierre.
El alcalde de la capital cree que es lo primero que debe cerrar, seg¨²n reconoci¨® el mi¨¦rcoles en una entrevista en Onda Cero. Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida ha insistido en ese sentido varias veces al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez. Tambi¨¦n lo ha hecho, aunque con menos insistencia, la presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso. Se suman del mismo modo, por el riesgo que existe para la salud, los sindicatos CC OO y UGT, el Colegio de Arquitectos de Madrid y el de Administradores de Fincas.
Por el esfuerzo y la Salud de todos, pido al Gobierno de ESPA?A que suspenda la actividad de las obras de construcci¨®n. China e Italia lo consideraron indispensable.
— Mariano Fuentes (@MarianoFuentesS) March 25, 2020
Paremos la curva de contagio. #Covid_19 #YoMeQuedoEnCasa pic.twitter.com/RaQj466bRF
Para Almeida, la gran mayor¨ªa de las obras no son esenciales en estos momentos y producen desplazamientos y concentraciones de personas en la ciudad. Solo han de continuar, a?ade, aquellas que sean imprescindibles, como las de edificios en ruinas o para mantener el servicio de agua y luz. Fuentes del Ministerio de Fomento se?alan que las obras que no cumplen con la normativa especificada bajo el decreto del estado de alarma deben ser cerradas por el Ayuntamiento.
Pero el Consistorio no ha cerrado hasta el momento ninguna. S¨ª anunci¨® el 18 de marzo el protocolo que ha de seguir para ello la Polic¨ªa Municipal, como comprobar que se mantienen las distancias entre trabajadores y que hay equipos de protecci¨®n como mascarillas, guantes y gafas. Mascarillas s¨ª se llevan en muchos casos, pero ni un solo trabajador en las obras visitadas llevaba gafas de seguridad.
La clausura no ocurrir¨¢ en todo caso si no hay ¡°deficiencias muy graves¡±, informan fuentes de Urbanismo y de la Polic¨ªa Municipal. Hasta el pasado 23 de marzo, se han realizado una veintena de inspecciones y puesto cinco multas. En la Comunidad de Madrid, donde se concentran m¨¢s de la mitad de los muertos por coronavirus del pa¨ªs, se est¨¢n construyendo en estos momentos 32.000 pisos, el 20% de toda Espa?a, seg¨²n la Asociaci¨®n de Promotores Madrile?os.
El estruendo de las obras del estadio Santiago Bernab¨¦u se mantiene como antes de que la capital estuviera bajo el estado de alarma. Entre el movimiento de gr¨²as y camiones hay trabajadores que van con equipo de protecci¨®n individual (EPI), otros no. El Real Madrid no ha querido responder a las preguntas de EL PA?S y se limita a la informaci¨®n que publican en la p¨¢gina web y en los medios oficiales del club. Cerca de all¨ª, en Nuevos Ministerios, se halla la antigua parcela del Ministerio de Defensa que ocupaba el cuartel de Artiller¨ªa. El conocido como Residencial Maravillas alberga las obras de m¨¢s de 330 pisos de lujo de entre uno y cinco dormitorios. Una decena de trabajadores sin mascarilla aparecen a la entrada de la obra por Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde.
¡°Los jefes dicen que hay que cumplir los objetivos¡±, comenta Sergio Garc¨ªa Salvador, de 34 a?os, que trabaja en esta obra con el equipo de seguridad, mascarilla y guantes, que ¨¦l mismo trae de su casa. ¡°El 80% no lleva nada y aqu¨ª compartimos herramientas y de todo. Algunos hasta te miran raro si vas con la mascarilla. Con m¨¢s concienciaci¨®n se podr¨ªa trabajar, pero as¨ª no¡±. Explica que cada vez hay menos trabajadores en la obra y algunos est¨¢n de baja por haber dado positivo. ¡°La empresa se calla para que no cunda el p¨¢nico. Basta de que nos chuleen¡±.
Sergio Garc¨ªa est¨¢ preocupado porque tiene a su madre en casa y ella ¡°es paciente de riesgo¡±. ¡°Necesitamos el dinero, pero en una situaci¨®n como esta hay que ser responsable". "Si soy yo el que me voy no tengo paro ni nada. Me quedo con el culo al aire¡±.
Paseo de la Castellana arriba, el skyline de Madrid se ha visto modificado en los ¨²ltimos meses por una quinta torre, la Caleido. Tambi¨¦n all¨ª los trabajos siguen, al igual que en el barrio de Malasa?a en torno a la boca de Metro de Tribunal, donde casi nadie lleva mascarilla. Aparentemente, las restricciones impuestas por la pandemia no est¨¢n afectando a grandes obras como estas. S¨ª en cambio al sector de la obra peque?a y las reformas.
Los golpes se escuchan en el descansillo de un bajo de la calle de Eguilaz, en el centro de Madrid. Dentro Rafael Esparza, de 42 a?os, est¨¢ al frente de la reforma de su propia casa. Tanto ¨¦l como sus empleados llevan mascarilla. Ten¨ªa otros dos pisos que, de momento, se han parado por la pandemia. De los 10 trabajadores que ten¨ªa contratados se ha quedado solo con tres. ¡°Si el alcalde nos obliga, pararemos¡±.
?C¨®mo va a meterse a reformar su casa alguien a quien le han hecho un ERTE y le han dejado sin el 75% de su sueldo?F¨¦lix de la Cruz
¡°La gran obra civil creo que no se va a ver afectada¡±, se?ala F¨¦lix de la Cruz, de 44 a?os, partidario de que las obras paren ¡°porque no es algo b¨¢sico¡±. Ya lo han parado dos veces en controles estos d¨ªas, la Polic¨ªa Municipal y la Nacional. ¡°Todos tenemos miedo. Los clientes, los contratistas y nosotros¡±. A este aut¨®nomo de las reformas se le han ca¨ªdo varias obras desde que se ha decretado el estado de alarma. Estos d¨ªas solo remata lo que ten¨ªa casi acabado. ¡°?C¨®mo va a meterse a reformar su casa alguien a quien le han hecho un ERTE y le han dejado sin el 75% de su sueldo?¡±, se pregunta sobre uno de los clientes que se ha echado atr¨¢s.
Arturo Wrobrel, polaco de 34 a?os, se encuentra en una situaci¨®n parecida. Trabaja siete d¨ªas a la semana reformando ¨¦l solo un piso en la calle Fuencarral porque tiene miedo de llamar a los dos aut¨®nomos con los que suele trabajar por posibles contagios. Una de las empresas para las que trabaja le abona en pagar¨¦s y el de 4.500 euros de este mes de marzo ya no lo ha podido cobrar. Teme que el de abril, de una cantidad similar, tampoco pueda. A su mujer, cocinera en un restaurante, le han hecho un ERTE. ¡°Tengo cr¨¦dito, letras del coche y una hipoteca¡±, lamenta antes de agradecer que ¨¦l, al menos, sigue ganando dinero.
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