M¨¢s del 35% del personal de limpieza en varios hospitales de Madrid, de baja por el coronavirus

Ana Iglesias, trabajadora de la limpieza en el hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, no se ha contagiado de Covid-19 pero asume que cada jornada laboral es un riesgo. De las 220 empleadas de su ¨¢rea, 85 est¨¢n de baja por presentar s¨ªntomas, de las que cinco han dado positivo ¨Dlas ¨²nicas a las que se les ha hecho la prueba¨D y una de ellas ha sido ingresada. ¡°No se entiende que tengan m¨¢s medidas de protecci¨®n en la calle que dentro del hospital cuando, una vez que entras, ah¨ª es todo coronavirus¡±, critica.

Al principio de la crisis sanitaria, contaban con equipos de protecci¨®n individual (EPI) como el resto de personal. Dice Ana que duraron ¡°dos o tres d¨ªas¡±. A partir de ah¨ª y ante la escasez de material, el hospital ha rebajado el protocolo de protecci¨®n de las limpiadoras hasta tres veces. ¡°Es una bata verde de tela y una mascarilla quir¨²rgica que es la que lleva cualquier persona cuando va a sacar al perro¡±, explica. El servicio de limpieza est¨¢ subcontratado a Garbialdi, una empresa externa que es la que, seg¨²n indica el hospital a las trabajadoras, debe asegurar los instrumentos necesarios.

Una portavoz de Garbialdi insiste en que ¡°la seguridad" de sus trabajadores "est¨¢ garantizada¡± y sostiene que ¡°es rotundamente falso que no se est¨¦ entregando¡± el equipo. Sin embargo, en su registro de material entregado a las empleadas desde el inicio de la pandemia solo constan 3.000 unidades de mascarillas FFP2, las recomendadas por el Ministerio de Sanidad, y 11.000 de las quir¨²rgicas que no evitan el contagio, adem¨¢s de delantales y batas.

Ana defiende que la limpieza de un hospital ¡°es esencial¡± y que la falta de protecci¨®n puede derivar en peligros que no se est¨¢n teniendo en cuenta. ¡°Si por ser limpiadora no tengo el EPI que me corresponde, voy a transmitirlo cuando salga al pasillo, a la basura, a la calle. Yo soy un foco de infecci¨®n¡±. Su compa?era Elena est¨¢ en casa en cuarentena desde el 17 de marzo y seguir¨¢ as¨ª, en principio, hasta el 13 de abril. Hace a?os padeci¨® un c¨¢ncer y es hipertensa, as¨ª que forma parte de la poblaci¨®n de riesgo y asegura que se est¨¢ ¡°temiendo lo peor cuando vuelva¡±.

¡°El miedo que tenemos es que, como no nos han hecho el test, no sabemos si realmente lo hemos padecido o si seguimos teniendo carga viral. Puede ser la pescadilla que se muerde la cola y podemos acabar llev¨¢ndolo a nuestras familias¡±, confiesa. Yoli, que tambi¨¦n prefiere no dar su apellido, fue la primera en dar positivo, el 10 de marzo, y reconoce que algunas compa?eras ¡°se han hecho trajes incluso con bolsas de basura¡±.

El personal de limpieza del Cl¨ªnico no es el ¨²nico en esta situaci¨®n. En el 12 de Octubre alrededor del 45% de la plantilla est¨¢ infectado o aislado; en el Ram¨®n y Cajal est¨¢n en cuarentena 130 de las 299 profesionales y en el hospital La Paz-Carlos III de Cantoblanco est¨¢n de baja m¨¢s del 50% de las trabajadoras, seg¨²n los datos proporcionados por portavoces de los hospitales este lunes.

En el Severo Ochoa de Legan¨¦s, uno de los m¨¢s saturados de la regi¨®n, han tenido m¨¢s suerte con los contagios. Solo tres limpiadoras han estado en cuarentena y una ya se ha reincorporado. Sin embargo, otra compa?era a la que le han hecho el test y ha dado positivo est¨¢ ingresada en el hospital. Adem¨¢s, a la plantilla inicial de 87 personas solo se han sumado siete trabajadoras como refuerzo, lo que consideran insuficiente ante el aumento de la carga de trabajo.

Lydia Sosa, una de las limpiadoras del centro asegura que el principal miedo es que ¡°hay personal de riesgo, como compa?eros con enfermedades card¨ªacas o mayores de 60 a?os, que deber¨ªan estar en casa por su seguridad, pero est¨¢n aguantando¡±.

La falta de refuerzo es el otro gran problema en el Cl¨ªnico junto a la falta de material, ya que no se cumple la cobertura de las bajas. Ana reconoce que ¡°hay gente que se echa a llorar¡±. Las limpiadoras coinciden en que ¡°es imposible respetar la distancia de dos metros con el paciente¡± y, por tanto, han decidido crear sus propias normas. ¡°Ya que nadie piensa en nosotras, tenemos que tomar nuestras medidas. Si yo no tengo una mascarilla apropiada me tengo que alejar. Y si me tengo que alejar llego hasta donde llego para limpiar¡±, explica Ana, que a?ade: ¡°No podemos hacer milagros¡±.

¡°Nos negamos a entrar bajo m¨ªnimos¡±

Alberto P¨¦rez es trabajador de la limpieza en el hospital Puerta de Hierro. Pertenece al comit¨¦ de empresa y asegura que, desde el principio de la crisis, se han ¡°negado rotundamente a entrar bajo m¨ªnimos¡±. En este centro, los trabajadores de la limpieza cuentan con equipos de protecci¨®n: solo hay siete casos con s¨ªntomas en una plantilla de 170. ¡°Se me ponen los pelos de punta al pensar que hay compa?eros que tienen que entrar en habitaciones de infectados con mascarillas quir¨²rgicas. Es lamentable¡±, afirma.

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