Vuelve la noche madrile?a: ¡°Nada de ¡®perrear¡¯ con desconocidos¡±
El ocio nocturno estrena la nueva normalidad con pocos bares abiertos, restricciones de aforo del 40% y sin pista de baile
Los bares de copas de Madrid han vuelto a abrir a las 00.00 de este viernes despu¨¦s de 115 d¨ªas cerrados. ¡°Ya solo quedan nueve minutos para que sea oficial¡±, dice David G., de 26 a?os mientras hace la cola para entrar en un bar de Malasa?a, el Ocean Rock. El d¨ªa antes del estado de alarma fue el ¨²ltimo en irse del pub y ahora es el primero en ponerse en la cola a esperar que lo abran. Muchas cosas han cambiado desde la ¨²ltima vez que pis¨® su local favorito, en la calle de San Vicente Ferrer.
El mi¨¦rcoles se anunci¨® la reapertura del ocio nocturno. ¡°Son buenas noticias¡±, celebr¨® el vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio Aguado. El aforo, eso s¨ª, quedaba limitado al 40% y hay m¨¢s restricciones. ¡°No se pueden usar las pistas de baile por razones obvias¡±, pero s¨ª ocuparlas con mesas a metro y medio de distancia. El resultado, por ejemplo en el Ocean Rock, es que donde antes cab¨ªan m¨¢s de 100 personas hoy se queden en m¨¢s de 40.
Estas limitaciones impiden, seg¨²n el sector, que la mayor¨ªa de los locales de copas pueda retomar su actividad todav¨ªa, a la espera de que se flexibilicen las restricciones. ¡°Solo un 30% de los locales nocturnos de la regi¨®n, en la capital menos de 500, abrir¨¢n este fin de semana y ninguna o casi ninguna de las grandes discotecas¡±, avanza la asociaci¨®n de empresarios del ocio nocturno Noche Madrid.
En el suelo de los pubs que han abierto, unas l¨ªneas amarillas indican a los clientes el cuadrado donde deben permanecer para conservar la distancia de seguridad. ¡°Ya no se pueden dar putivueltas por el bar¡±, afirma David, decepcionado, mientras que advierte a su amigo: ¡°Lo de ligar va a estar jodido esta noche¡±.
Para Miguel Moruno, de 31 a?os, y Eliana Mart¨ªnez, de 28, ligar no ha sido un problema. Se han conocido por Tinder y es la primera vez que se ven. Han decidido estrenar la noche madrile?a vi¨¦ndose. ¡°Lo de las rayas en el suelo hace que si el tinderdate no funciona sea m¨¢s dif¨ªcil huir¡±, confiesa Mart¨ªnez entre risas. El juernes ha sido la excusa perfecta para inaugurar la nueva normalidad en el amor aunque sin baile. Al final, no ha sido un impedimento: a las 0.30, Moruno y Mart¨ªnez se han dado su primer beso.
Los minis se han vuelto a llenar, pero la noche no es lo que era. Las mascarillas se retiran cuando llega el alcohol. ¡°Las medidas de seguridad todav¨ªa son muy nuevas para todos¡±, afirma el responsable de m¨ªtico bar El Penta. ¡°Fuimos de los primeros en cerrar y ahora, los primeros en abrir¡±, explica.
A la puerta del bar, toman la temperatura a todos los clientes antes de entrar. El local est¨¢ casi desierto. En la barra, solo hay dos amigas tom¨¢ndose la primera copa de la noche. ¡°No nos dejan bailar y no hay nadie, no lo puedo entender¡±, dice Mar¨ªa Clara, de 47 a?os.
En el madrile?o barrio de Chueca se respira la nostalgia de la semana del Orgullo. Algunos bares han decidido, contra todo pron¨®stico, abrir hoy. ¡°Voy a perder m¨¢s dinero abriendo, pero entre todos tenemos que levantar el pa¨ªs¡±, explica el due?o del bar You and Me.
Dentro de los bares, las pistas de baile se han reconvertido en peque?os saloncitos. No se puede bailar por las salas, ni salir del c¨ªrculo de conocidos sin mascarilla, ni socializar. La idea es mantener la distancia interpersonal entre grupos y evitar eventuales transmisiones. Dif¨ªcil tarea a medida que avanza la noche.
A unas pocas manzanas, el reguet¨®n invade la calle y la gente hace cola. ¡°El aforo est¨¢ completo y nos toca esperar¡±, explica David Camargo, de 26 a?os, que ha salido con sus amigos a celebrar su cumplea?os. Al entrar al bar regalan una mascarilla a los que no la tienen puesta. ¡°Nada de perrear con desconocidos¡±, explica Camargo, en referencia a las medidas de seguridad.
¡°La noche est¨¢ para un reguet¨®n lento, de esos que no se bailan hace tiempo¡±, dice mientras que todos bailan en su cuadrado amarillo. ¡°Lo peor de estar encerrado era no poder perrear a poca luz¡±; explica Alejandro Diez, de 35 a?os. A las 3.00 empieza el espect¨¢culo de Loli en el bar Qui¨¦n la invit¨®. ¡°El que no respete las normas de seguridad ser¨¢ expulsado de la sala de inmediato, no vale tomarse dos copas y saltarse las normas¡±, afirma Loli por el micr¨®fono antes de empezar a cantar Se?ora, de Roc¨ªo Jurado.
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