Ascensores contra la soledad
La Fundaci¨®n Ressa, a trav¨¦s del proyecto Ra¨ªces de Barrio, busca rehabilitar viviendas para mejorar la calidad de vida de personas aisladas
Jos¨¦ M., de 89 a?os, baja con ayuda de una banqueta de metal los cuatro pisos de escaleras que separan su apartamento de la calle. ¡°Tengo una insuficiencia card¨ªaca que no me deja subir las escaleras¡±, cuenta, antes de revelar una sensaci¨®n que le acompa?a desde hace a?os: se siente enjaulado en su hogar.
Jos¨¦ ha vivido en la calle de Quince de Agosto, en el madrile?o barrio de Usera, desde hace 57 a?os. ¡°Cuando era joven sub¨ªa las escaleras corriendo, y ahora son mi mayor enemigo¡±. Este madrile?o que trabaj¨® durante 30 a?os para el Ayuntamiento de Madrid solo espera ver construido el ascensor que le prometieron hace 15 meses. ¡°Quiero poder salir a la calle y que los m¨¦dicos no me tengan que sacar en camilla haciendo malabares por las escaleras¡±, dice.
Hace m¨¢s de un a?o, La Fundaci¨®n Ressa, a trav¨¦s del proyecto Ra¨ªces de Barrio, toc¨® a la puerta de este edificio para ofrecerles rehabilitar sus viviendas y con esto mejorar su calidad de vida. ¡°Los vecinos nos pidieron un ascensor para un m¨¢ximo de cinco personas, que tenga capacidad para una silla de ruedas y un aislamiento de la fachada del bloque¡±, cuenta el presidente de la fundaci¨®n, ?ngel Catena.
¡°Un d¨ªa tocaron el timbre de mi casa para ofrecerme el proyecto. A m¨ª pareci¨® muy buena idea y les ayud¨¦ a convencer a todos los vecinos¡±, explica la presidenta de la comunidad de vecinos, Pilar Navas, de 64 a?os. Este bloque ser¨¢ el primero que rehabilite la fundaci¨®n con ayuda del Ayuntamiento.
¡°Queremos ser como una especie de escuela taller en donde la gente pueda aprender haciendo¡±, dice.?ngel Catena, presidente de la Fundaci¨®n Ressa
Navas cuenta que desde que se plante¨® la obra los vecinos pagan 70 euros m¨¢s de comunidad cada mes para sufragar su parte, unos 700 euros mensuales entre los 10. ¡°Mi esperanza es que este a?o pueda empezar la obra, pero seguimos esperando la respuesta de la subvenci¨®n por parte de las autoridades locales¡±, dice. El presupuesto final son 120.000 euros para el proyecto. De los cuales los vecinos tendr¨ªan que pagar 36.000 euros y la ayuda solicitada al Ayuntamiento de Madrid para el ascensor es del 70%, a trav¨¦s del Plan Madre del 2018.
Los edificios de m¨¢s de tres plantas sin ascensor en Madrid son 43.000, un 34% del total, seg¨²n datos del censo del ayuntamiento de 2011 y En toda la Comunidad de Madrid son 100.000, seg¨²n el INE.
Esto lleva a que m¨¢s de cientos de personas de avanzada edad o con dificultades de movilidad no hayan podido bajar a la calle, dar un paseo o sentarse en un banco a tomar el sol. El drama se reproduce todos los d¨ªas a pesar de que en el a?o 2013 se aprob¨® una ley que pretend¨ªa garantizar la accesibilidad universal en 2017. De los 26 millones de viviendas existentes en Espa?a, 15 se construyeron antes de 1980 con un aislamiento muy deficiente, algo que incide directamente sobre la precariedad energ¨¦tica y el aumento de la contaminaci¨®n.
Para paliar estas carencias, el Proyecto Ra¨ªces de Barrio empez¨® a trabajar sobre un conjunto homog¨¦neo de viviendas de la Colonia Moscard¨®, un total de 53 portales y 530 viviendas. A esta primera fase del proyecto la han denominado: ¡°Proyecto Lanzadera Moscard¨®¡±.
El conejillo de indias del proyecto es el bloque de Pilar Navas y Jos¨¦ M. ¡°En el edificio somos 10 vecinos, la mayor¨ªa somos personas mayores que tenemos problemas de movilidad¡±, cuenta Navas. Una vez se pueda conseguir la subvenci¨®n para construir el primer ascensor en este bloque, se podr¨¢ empezar en los dem¨¢s. ¡°Los vecinos van a creer en el proyecto y van a querer participar¡±, explica ?ngel Catena, presidente de la Fundaci¨®n.
Una vez se ponga en marcha el proyecto la idea es que sean los mismos vecinos que no tienen trabajo, los que pongan la mano de obra para la construcci¨®n. ¡°La idea es contratar a la gente del barrio en apoyo con la fundaci¨®n Santa Mar¨ªa La Real¡±, cuenta Catena. ¡°Queremos ser como una especie de escuela taller en donde la gente pueda aprender haciendo¡±, dice.
Mientras que el proyecto sigue sobre planos los vecinos se las ingenian para evadir las escaleras. ¡°Muchas veces cojo una cuerda y le amarr¨® una cesta y la tiro por la ventana para que me suban cosas¡±, cuenta Navas que asegura que ha aprendido a vivir con la soledad. ¡°Cuando yo llegu¨¦ a vivir aqu¨ª no exist¨ªan ni las aceras, no ten¨ªamos luz. Todo era campo¡±, recuerda Navas que lleva viviendo en Usera 56 a?os.
Todos los vecinos est¨¢n muy emocionados con la idea de poder tener un ascensor que salga de su patio interior, pero al ver que todav¨ªa solo existe en su imaginaci¨®n algunos se van desanimando y lo empiezan a ver como una utop¨ªa.
RA?CES DE BARRIO: OLVID? OLVIDARTE
Es momento de actuar. El estado de las viviendas en Espa?a, unido a los graves problemas de accesibilidad, precariedad energ¨¦tica, falta de acondicionamiento para los mayores y contaminaci¨®n a los que est¨¢ expuesta una gran parte de la poblaci¨®n, es cr¨ªtico. La situaci¨®n actual derivada de la COVID-19 ha puesto el acento sobre todos estos aspectos, que hacen urgente la necesidad de transformar las ciudades.
El confinamiento ha revalorizado la importancia de adaptar y disponer de espacios saludables donde habitamos, pero en Espa?a sigue habiendo m¨¢s de 800.000 edificios de tres o cuatro plantas que no tienen ascensor, lo que implica que m¨¢s de un mill¨®n de personas de avanzada edad o con dificultades de movilidad llevan m¨¢s de un a?o sin bajar a la calle. Unido a ello se encuentra el hecho de que m¨¢s de la mitad de las viviendas existentes en Espa?a se construyeron antes de 1980 con un aislamiento muy deficiente. As¨ª, en nuestro pa¨ªs, donde la vivienda en propiedad es mayoritaria entre la poblaci¨®n y el acceso a ella uno de nuestros grandes obst¨¢culos, la soluci¨®n de estos problemas deber¨ªa ser un objetivo prioritario.
La Fundaci¨®n Ressa, en colaboraci¨®n con La Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real, trabajan con gran ilusi¨®n en el proyecto Ra¨ªces de Barrio con el objetivo de contribuir a una mejora de todo lo anterior a trav¨¦s de diferentes acciones: mejora de la habitabilidad y aislamiento de las viviendas para aumentar el confort y la eficiencia energ¨¦tica, lo que supone un ahorro econ¨®mico y una importante reducci¨®n de emisiones; instalaci¨®n de ascensores y eliminaci¨®n de barreras arquitect¨®nicas, resolviendo el gran problema de la movilidad y accesibilidad; desarrollo de zonas comunes, habilitando plazas, jardines y espacios interbloques para fomentar la relaci¨®n social y la expresi¨®n art¨ªstica, cultural y deportiva; huertos urbanos, aparcamientos de bicicletas, puntos de recarga de veh¨ªculos el¨¦ctricos, etc.
En resumen, se pretende situar a las personas en el centro del dise?o de las ciudades para responder a sus necesidades e inquietudes y realizar actuaciones que fortalezcan el tejido social y ciudadano. Adem¨¢s, estas actuaciones contribuyen a la creaci¨®n de empleo local, al dar trabajo a las personas que viven en la zona para la ejecuci¨®n de las actuaciones necesarias, mientras se abre un espacio a la formaci¨®n, a la innovaci¨®n y a la esperanza. Afortunadamente disponemos de medios y tecnolog¨ªa que hacen viables econ¨®micamente dichas actuaciones, pero se sigue necesitando una pol¨ªtica p¨²blica que las coordine y las facilite. Nuestra sociedad envejece y nuestros pueblos se vac¨ªan, y ambos aspectos hacen que se agrave el problema de la soledad y del olvido. Adicionalmente tambi¨¦n se produce una p¨¦rdida de ra¨ªces, de cultura y de tradiciones. Es tiempo de actuar.
?ngel Catena As¨²nsolo es el presidente de la Fundaci¨®n Ressa y patrono de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa La Real
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