La alcaldesa de M¨®stoles: ¡°No vamos a conceder nuevas licencias para cualquier residencia de mayores¡±

Noelia Posse (Madrid, 1978) conduce sus propias redes sociales. Tras un avatar internauta, la alcaldesa socialista de M¨®stoles mantiene contacto directo y diario con decenas de vecinos que se quejan, proponen medidas o elogian su gobernanza. La variedad de juicios suele obtener respuesta, dice ella, aunque sea de madrugada. No parecen preocuparle las cr¨ªticas, tampoco aquellas que la acusaron hace un a?o de nepotismo por contratar a familiares y amigos como cargos de confianza. Su trayectoria es tumultuosa: se coloc¨® en 2018 al frente del segundo municipio m¨¢s poblado de la regi¨®n tras un terremoto en Ferraz. Sustituy¨® al entonces regidor David Lucas, que pasaba por ser el hombre fuerte de Susana D¨ªaz en Madrid y dimiti¨® cuando Pedro S¨¢nchez gan¨® las primarias. A los siguientes comicios en M¨®stoles, ella concurri¨® encabezando una lista del todo diferente a la de su predecesor. Y triunf¨®, ampliando incluso en tres esca?os el resultado del partido.

Pregunta. EL PA?S acaba de hacer p¨²blico un listado de las 20 residencias de mayores m¨¢s afectadas por la pandemia. Entre ellas se encuentra Las Camelias, un centro mostole?o donde fallecieron 53 residentes, el 22,5% del total.

Respuesta. Nosotros solicitamos esa informaci¨®n hace tiempo y la Comunidad jam¨¢s nos la remiti¨®. La ped¨ªan, sobre todo, los familiares de los residentes, que necesitaban saber cu¨¢l era la situaci¨®n en aquellos centros. Pero nada, nos hemos tenido que enterar de los n¨²meros por la prensa. Sabemos que otra instituci¨®n, Parque Co¨ªmbra, tambi¨¦n estuvo muy afectada, aunque no figure en ese listado. La pandemia ha hecho saltar las costuras de la atenci¨®n a la tercera edad, cuyo modelo est¨¢ en decadencia desde hace mucho tiempo. En M¨®stoles tenemos el centro Juan XXIII, que es p¨²blico, de gesti¨®n municipal y concertado con la Comunidad de Madrid. Sin lugar a dudas es el que mejor ha funcionado durante la crisis sanitaria. Se infect¨® solo un usuario, que lamentablemente falleci¨®. Nosotros queremos dirigirnos hacia ese modelo de gesti¨®n. Adem¨¢s, los Ayuntamientos tenemos mucho que decir en esto, porque otorgamos los permisos de actividad y funcionamiento. No vamos a conceder licencias para cualquier residencia de mayores.

P. ?Quiere decir qu¨¦ M¨®stoles condicionar¨¢ la instalaci¨®n de nuevas residencias?

R. S¨ª, el modelo debe cambiar y nosotros tenemos la obligaci¨®n de hacer algo al respecto.

P. ?C¨®mo se efectuar¨¢?

R. No quiero adelantar nada m¨¢s. Tenemos que conjugar esta decisi¨®n con la legalidad. Nuestro personal jur¨ªdico est¨¢ trabajando en ese sentido. Hasta que eso no est¨¦ del todo perfilado, prefiero esperar y no meter la pata.

P. Tambi¨¦n ha dicho que denunciar¨¢ al Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

R. Escudero ha podido dar ¨®rdenes a las residencias de mayores para que se estableciesen criterios excluyentes en la asistencia hospitalaria de los internos. Una directriz as¨ª, en la que se decide qui¨¦n puede recibir tratamiento y qui¨¦n no, es completamente inmoral. Creemos que el protocolo establecido por la Comunidad de Madrid vulnera los derechos constitucionales. Veremos qu¨¦ determina la Justicia.

P. Ha escrito a la presidenta de la regi¨®n, Isabel D¨ªaz Ayuso. ?Qu¨¦ le ped¨ªa?

R. M¨®stoles tiene la segunda incidencia acumulada m¨¢s elevada de la Comunidad de Madrid y no han dotado al municipio de nuevos medios sanitarios. Los centros de atenci¨®n primaria funcionan a medio gas; falta personal. Aunque, sobre todo, lo que le ped¨ª a la presidenta son m¨¢s rastreadores, son insuficientes. Por eso no entiendo que Ayuso trate de reclutarlos en los municipios. Los Ayuntamientos necesitamos disponer de nuestro personal, sobre todo ante la crisis econ¨®mica que vendr¨¢. ?Adem¨¢s tenemos que asumir una competencia de la Consejer¨ªa de Sanidad? Nos quieren estirar m¨¢s que a un chicle.

P. La propuesta es voluntaria y el Gobierno regional dice que se ha realizado porque los trabajadores municipales conocen mejor el terreno donde se desenvuelven los infectados.

R. Entiendo que puede ser as¨ª, pero la proposici¨®n me resulta hasta ofensiva. Nosotros ahora estamos volcando todos nuestros recursos en los servicios sociales, que est¨¢n desbordados. No tenemos personal libre para realizar rastreos. Si dedicamos trabajadores a esa tarea, tendr¨¢n que desatender otras.

P. ?Cu¨¢les son las necesidades de los mostole?os?

R. Antes de la crisis sanitaria, la mayor¨ªa de familias del municipio pod¨ªan llegar a fin de mes, pero contaban con pocos ahorros. Entonces, si han sufrido un ERTE o un despido a causa de la pandemia, se han podido quedan al descubierto. Las primeras semanas nos preocupaba que carecieran de medios para pagar la factura de la luz o el agua. Por eso concedimos 89.000 ayudas directas a nuestros vecinos. Sacamos fondos de donde no los hab¨ªa, cancelando las fiestas de septiembre, la gala deportiva y bajando el sueldo de los concejales un 10%. Hemos llegado a dar 700 comidas diarias en el comedor municipal. Y todo esto, cuando estamos sometidos a un ajuste presupuestario tremendo. El Ministerio de Hacienda intervino al Consistorio, porque nos encontramos con m¨¢s de 100 millones de euros de deuda heredada. Ya hemos conseguido reducirla a la mitad.

P. Entonces les interesa que el Gobierno de la naci¨®n autorice a destinar el super¨¢vit municipal y los remanentes de tesorer¨ªa a pol¨ªticas sociales.

R. Como estamos intervenidos, tenemos prohibido utilizar ese dinero para otra cosa que no sea reducir el coeficiente de endeudamiento. Aun as¨ª, nos parece justo que otras corporaciones puedan hacerlo. As¨ª se lo hemos trasladado al gobierno de Espa?a a trav¨¦s de la Federaci¨®n Madrile?a de Municipios.

P. ?Teme que se incrementen los rebrotes tras las vacaciones de verano?

R. Estamos haciendo un importante trabajo de pedagog¨ªa en las calles con la Polic¨ªa Local, que adem¨¢s vela por el cumplimiento de todas las medidas de seguridad. La ciudadan¨ªa se est¨¢ comportando de manera ejemplar y yo tengo que agradec¨¦rselo. Incluso los m¨¢s j¨®venes. De hecho, hace poco varios de ellos me mandaron fotos por Twitter para desmentir su fama de infractores. Llevaban la mascarilla puesta y el grupo se encontraba separado a unos metros de distancia. En la ciudad hay miedo, mucha gente sigue encerrada en casa. A ver qu¨¦ sucede en las pr¨®ximas semanas.