Las 10 de¡ Los Secretos
Calidad, tenacidad, supervivencia. Historia y presente. Los Urquijo: patrimonio de Madrid
H¨¦roes de la primera movida, pioneros de la canci¨®n de autor, los chicos con las guitarras m¨¢s yanquis de todo el barrio de Arg¨¹elles. La dolorosa p¨¦rdida de Enrique Urquijo (en noviembre de 1999) les parte ¨Cnos parte¨C la vida en dos. Pero poca broma: acaban de soplar sus 40 velas como grupo, y sumando. La resiliencia era esto. Y a Los Secretos, tanto tiempo despu¨¦s, seguimos necesit¨¢ndolos.
Otra tarde
(De Los Secretos, 1981)
Los ¨¦xitos imperecederos de aquel m¨ªtico primer disco eran Sobre un vidrio mojado (versi¨®n de los uruguayos Kano y Los Bulldogs, aunque muchos la tengan por original), Ojos de perdida y, claro, D¨¦jame. Pero el tarro de las esencias se abre por vez primera con este prodigio. El aliento musical es nuevaolero, pero este es el primer manifiesto enriquista sobre angustias vitales (¡°?Qu¨¦ tengo que ser para ser algo? / Que todo salga mal no es tan malo¡±). La canci¨®n la hab¨ªa comenzado Canito, el bater¨ªa fundador de la banda, fallecido tras un accidente de tr¨¢fico el d¨ªa de a?o nuevo de 1980.
Quiero beber hasta perder el control
(De El primer cruce, 1986)
Los Secretos estuvieron al borde de extinguirse tras una nueva desgracia: la muerte, tambi¨¦n al volante, del segundo bater¨ªa, Pedro Antonio D¨ªaz. Pero Enrique se resarce tomando las riendas y virando hacia un sonido muy country, maduro y casi in¨¦dito en Espa?a. Esta maravilla desolada parece escrita por o para James Taylor. Ah¨ª queda eso.
Ojos de gata
(De Adi¨®s, tristeza, 1991)
Un experimento fascinante. Comienzan escribiendo a la par Enrique y Joaqu¨ªn Sabina, y, tras la primera estrofa, cada uno tira por su cuenta. Los dos resultados son, por pleno derecho, p¨¢ginas doradas en la historia del pop espa?ol. Sabina entrega la euf¨®rica Y nos dieron las diez, plet¨®rico triunfo amatorio. Urquijo se escora, en cambio, hacia la duda y la autoflagelaci¨®n: ¡°Pero c¨®mo explicar que me vuelvo vulgar al bajarme de cada escenario¡±.
Volver a ser un ni?o
(De Enrique Urquijo y Los Problemas, 1993)
La m¨¢s irrefutable perla de Directo (1988), aquel doble ¨¢lbum en vivo, grabado de manera algo precaria, que le sirvi¨® al grupo para reflotar su carrera. Infinitamente mejor en esta versi¨®n con la banda paralela de Enrique, una aventura que levant¨® ampollas entre sus compa?eros. Ternura, fragilidad, vulnerabilidad, melancol¨ªa. As¨ª eran los dos: la canci¨®n y ¨¦l.
Puede que s¨ª
(De Dos caras distintas, 1995)
El ¨²ltimo ¨¢lbum conjunto con los hermanos, el que se abre con la inmortal Pero a tu lado (hoy, ¨¦xito irrefutable; entonces, casi ignorada), escond¨ªa esta perla controvertida y dolorosa. Pretend¨ªa ser una declaraci¨®n de amor de ?lvaro a Enrique en la que, de manera m¨¢s bien cruda (¡°Puede que olvide tus ojos de odio y a¨²n te defienda¡±), le rega?a o reconviene para que orille su vida autodestructiva. ¡°Fue una canci¨®n prohibida, porque ¨¦l se sinti¨® un poco ofendido¡±, admite hoy su autor. ¡°Nunca se ha tocado en directo, ni siquiera lleg¨® a ensayarse. Pero la siento como un notable salto de calidad respecto a los discos anteriores¡±.
Balsera
(De Dos caras distintas, 1995)
Un acierto casi accidental. La m¨²sica la hab¨ªa escrito por encargo ?lvaro Urquijo con letra de Djamel Zeghovane para un disco de Ana Bel¨¦n, pero a la destinataria no le convenci¨®. Al a?o siguiente, ?lvaro quiso rescatarla con otra letra completamente distinta del mismo Zeghovane. Inusual por su tem¨¢tica social sobre una pareja que se separa en La Habana, se ha erigido en ¡°debilidad entre los muy, muy fans¡±, seg¨²n su firmante. Por eso la banda quiso incluirla, contra pron¨®stico, en su m¨ªtico concierto de Las Ventas (2008), inmortalizado en disco y DVD.
Ag¨¢rrate a m¨ª, Mar¨ªa
(De Grandes ¨¦xitos, 1996)
La ¨²ltima canci¨®n de Los Secretos publicada en vida de Enrique, que celebraba as¨ª el episodio m¨¢s bonito de su vida: el nacimiento, el 9 de agosto de 1994, de su hija, Mar¨ªa Urquijo. Escalofriante. M¨¢s que procurarle cobijo paterno, es ¨¦l quien busca ayuda en ella y se disculpa si le defrauda o si no est¨¢. Puro Enrique.
Hoy la vi
(De A tu lado, 2000)
Enrique la dej¨® a medio terminar y acab¨® public¨¢ndose con car¨¢cter p¨®stumo. Emotiva y premonitoria, habla de un encuentro fortuito con Elo¨ªsa, su primera pareja, la que defini¨® muchas de sus canciones de amor y p¨¦rdida. Aquella relaci¨®n no prosper¨® porque la familia de ella, muy tradicional, ve¨ªa con malos ojos el noviazgo. El c¨ªrculo se cierra con esta postrera canci¨®n a la muchacha que, de alg¨²n modo, marc¨® el tono melanc¨®lico, triste y desalentado de todo su cancionero.
Cada d¨ªa
(De Solo para escuchar, 2002)
Sinceridad pura y descarnada. La favorita de ?lvaro en el primer ¨¢lbum de estudio tras la p¨¦rdida de Enrique. Y una declaraci¨®n en toda regla de amor fraternal, frente a las rencillas o suspicacias anteriores. ¡°Es una canci¨®n de emotividad, cercan¨ªa y quebranto: pocos elementos y mucha efectividad. ?ramos m¨¢s que hermanos: socios, compa?eros de grupo, amigos. ?ramos todo¡±.
Si pudiera parar el tiempo
(De Mi para¨ªso, 2019)
El trabajo m¨¢s s¨®lido de la banda en el siglo XXI, aunque la pandemia haya frenado su difusi¨®n. Aqu¨ª, el homenaje a los h¨¦roes ca¨ªdos, un cat¨¢logo sentido en el que figuran Bowie, Tom Petty, Glenn Frey (Eagles), Antonio Vega o, claro, Enrique. Guitarras fant¨¢sticas, sonido c¨¢lido: puro americana.
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