War(Drobe), guerra a los armarios llenos de ropa y faltos de ideas
Hace dos a?os, F¨¢tima Vald¨¦s cre¨® una empresa que crea ¡®looks¡¯ completos para un mes con lo que ya tenemos en casa. Ha sido un ¨¦xito, tambi¨¦n ahora en versi¨®n digital por la pandemia
No cabe un solo pantal¨®n negro m¨¢s en el armario de los madrile?os. Ni uno. F¨¢tima Vald¨¦s lo tiene claro: pantalones negros y jerseys (negros tambi¨¦n, c¨®mo no) son el monstruo que se come nuestros roperos, pero tambi¨¦n nuestras ideas y nuestra imagen personal. Pero calma: ella est¨¢ ah¨ª para arreglarlo.
Vald¨¦s, de 38 a?os y ¡°muy de Madrid¡±, es estilista, pero no solo. Con el tiempo se ha convertido en organizadora, personal shopper, asesora de imagen y hasta un poco psic¨®loga. Este septiembre ha cumplido dos a?os desde que se lanz¨® ¡°a la aventura, pero por suerte con buena acogida¡±, como ella misma reconoce, con un proyecto que, contado, resulta tan obvio que llama la atenci¨®n que nadie lo hubiera inventado antes en Madrid. Se decidi¨® a crear War(Drobe), una empresa que crear distintos conjuntos para el d¨ªa a d¨ªa con lo que cada cual tiene en su armario.
En este mundo de Marie Kondos y locura por la ropa, la ecuaci¨®n, la mezcla de conceptos que ha dado como resultado War(Drobe) tiene todo el sentido. Estilista de profesi¨®n, Vald¨¦s ha trabajado para importantes firmas de moda, ha realizado estilismos para celebridades y revistas, da clases en el IED... y hace un par de a?os vio que era el momento de reinventarse. Con su buen gusto y su pasi¨®n por conocer personas nuevas, se dio cuenta de que hab¨ªa una necesidad.
¡°Me dirijo a gente real¡±, afirma desde el principio de la conversaci¨®n, dejando claro que lo suyo no es algo elitista ni para famosas, sino que para quien no sabe qu¨¦ hacer con su armario. ¡°Cada uno tiene un estilo de vida propio: hay profesoras, empresarias, mujeres que acaban de ser madres y que han cambiado de cuerpo o que se acomodan en el 'como me voy a manchar...¡±. Tambi¨¦n hay, s¨ª, algunos hombres. ¡°Y tambi¨¦n quien pasa un mal momento y quiere redibujar su personalidad despu¨¦s de rupturas, cambios de trabajo, de amistades... cambios vitales¡±.
Entonces F¨¢tima se presenta en su casa, sin prejuicios y con ganas, para hacerles la vida un poco menos cuesta arriba cada ma?ana. Seg¨²n lo contratado, crea para ellos 7, 15 o 30 looks (por 130, 250 o 450 euros) con sus prendas. Looks que se reajustan, reaprovechan y cunden toda una temporada. ¡°He visto armarios espectaculares, zapateros de ensue?o... pero tambi¨¦n casas normales y corrientes¡±, confiesa, afirmando que acude a cada hogar ¡°con cero juicios¡± y toda la intenci¨®n de ayudar.
Vald¨¦s no anima a comprar, aunque ¡°si la necesidad es 100% real" tambi¨¦n presta ese servicio, igual que ayuda a preparar maletas o looks para eventos de trabajo. Llega con las manos vac¨ªas y la cabeza en ebullici¨®n. En unas siete horas, normalmente en dos sesiones (¡°para descansar la cabeza y refrescar¡±), hace un an¨¢lisis de color, morfolog¨ªa, prendas... y apa?a un armario que suele estar lleno de cosas m¨¢s interesantes de lo que sus due?os creen. Las prendas, las posibilidades y a menudo los prejuicios sobran. Lo ¨²nico que suelen faltar son ideas.
Cuenta la estilista que los patrones se repiten. Calma, que no, no somos tan raros. Compramos de m¨¢s. No sabemos qu¨¦ tenemos. Acumulamos ropa de fiesta (¡°y hay que darle una segunda vida¡±, insiste ella). En cada armario hay al menos una prenda con una etiqueta a¨²n colgada. ¡°Y est¨¢ el ¡®Es que no he sabido pon¨¦rmelo...', reconoce Vald¨¦s. ¡°La gente compra mucha ropa. La idea es reinventarla y adaptarla, porque con menos se puede¡±. Econ¨®mico, ecol¨®gico.
El negocio, cuenta la estilista, "funciona muy de boca en boca, escal¨®n a escal¨®n¡±. No tira de influencers. Sobre todo, porque los resultados est¨¢n ah¨ª. Una vez hechos los looks, ella recomienda hacer fotos de todos y pegarlos en el armario o tenerlos a mano, para que sea f¨¢cil. Y que la inversi¨®n cunda. ¡°La ropa es una herramienta para sacarse brillo, para tener confianza¡±, explica. La cuesti¨®n es que no solo da la ropa ya ordenada en conjuntos, sino que el cliente ve c¨®mo lo hace y ¡°el ojo se entrena¡±. Ayuda a romper el c¨ªrculo vicioso, a aprovechar el armario, a verse mejor. Y a gastar menos en ropa.
A Vald¨¦s le ponen los retos. ¡°Me encanta montar lookazos con cosas guays, claro, pero tambi¨¦n me van los armarios complicados¡±, cuenta, con una media sonrisa. Armarios que, con la pandemia, ha tenido que ver a distancia. ¡°Ten¨ªa cerradas citas en Barcelona, Valencia, Marbella, Toledo... y las he hecho virtuales. Esto me ha dado la oportunidad de entrar en casa de Miami, o de M¨¦xico, por ejemplo¡±. La reinvenci¨®n como m¨¢xima.
Venga, alg¨²n truco. Vald¨¦s sonr¨ªe y confiesa. Hay prendas b¨¢sicas donde s¨ª merece la pena invertir: alg¨²n vaquero, una americana, una gabardina de esas que duran d¨¦cadas. Y la ropa interior es esencial para verse bien, es la clave de la confianza. En cuesti¨®n de joyas, por ejemplo, no entra:¡°es algo muy personal¡±. ?Y los zapatos? Le pirran, confiesa. ¡°Pero es de lo que menos dura. Se pasan pronto de moda por la punta, la horma... es una pena. Aunque s¨ª son buenos aguantan m¨¢s¡±. Lo bueno, entonces, ?merece la pena, m¨¢s all¨¢ de pagar marca? ¡°Se nota, se nota cuando una prenda es buena, pero a nivel medio¡±, relata. ¡°El tejido, el peso, el patr¨®n, la duraci¨®n¡±.
Por cierto, ella es una defensora a ultranza de ¡°la dignidad del trabajo en casa¡±. ¡°Es que eres la misma persona, no tiene sentido estar hecho un desastre: looks c¨®modos, s¨ª, pero para estar decente¡±. Y una ¨²ltima m¨¢xima: ¡°Todo lo que no ayuda, estorba¡±. Tener lo justo y bueno. Y decente. Guerra a los armarios absurdos.
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