Coplas de pop experimental a la muerte de su padre
¡°El pudor est¨¢ sobrevalorado¡±, proclama Sof¨ªa Comas en ¡®El verano ser¨¢ eterno¡¯, uno de los debuts m¨¢s sinceros y at¨ªpicos del a?o
La primera vez que Sof¨ªa Comas pronunci¨® la palabra ¡°pap¨¢¡± delante de un micr¨®fono sinti¨® una intens¨ªsima sensaci¨®n de pudor, el v¨¦rtigo del creador que duda si ser¨¢ capaz de afrontar un desnudo art¨ªstico integral enfrente del p¨²blico. Pero ha podido, vaya que s¨ª. Dime pap¨¢ ha terminado siendo el hilo argumental y bander¨ªn de enganche para El verano ser¨¢ eterno, uno de los estrenos m¨¢s intrigantes y heterodoxos que ha conocido la m¨²sica popular en Madrid durante este a?o de todas las desdichas. Una cr¨®nica metaf¨ªsica y a coraz¨®n abierto sobre eternidades estacionales y fugacidades humanas, la manera que Sof¨ªa ha encontrado para aliviar el dolor por la p¨¦rdida paterna.
¡°El pudor, en occidente, est¨¢ sobrevalorado¡±, diagnostica despu¨¦s de un suspiro esta muchacha singular hasta en su carn¨¦ de identidad. Comas reside desde ni?a en Madrid y ejerce como tal, pero las circunstancias azarosas de la vida la llevaron a nacer en Montreal (Canad¨¢) hace 35 a?os: su familia, riojana, busc¨® sustento allende los mares para combatir el hambre y la falta de perspectivas durante lo m¨¢s crudo de la posguerra. Puede que este periplo ins¨®lito haya contribuido a su vocaci¨®n heterodoxa. Porque es dif¨ªcil rastrear la genealog¨ªa en su pop experimental y al¨¦rgico a las definiciones, tanto que ni ella misma sabr¨ªa describirse. ¡°Esa es una labor agotadora que prefiero delegar en la prensa especializada. No me interesa saber c¨®mo se llama lo que estoy haciendo, sino de qu¨¦ manera puedo transmitir mejor mis emociones, mi mensaje. Me siento, en todo caso, posmoderna: atrapo elementos e ingredientes de aqu¨ª y all¨¢, y compruebo a ver qu¨¦ sucede con todo ese mejunje¡±.
El verano ser¨¢ eterno, el te¨®rico mejunje en cuesti¨®n, fue en su origen un espect¨¢culo teatral intimista y ahora se ha erigido en debut discogr¨¢fico en solitario, pero Comas no es ninguna reci¨¦n llegada. Lleva una d¨¦cada al frente de una banda de pop electr¨®nico en ingl¨¦s, Tucan Morgan (ahora solo Tucan), ha ejercido como directora musical en la compa?¨ªa de teatro experimental Zuk y paga el grueso de las facturas trabajando como actriz de doblaje y poni¨¦ndole voz a dibujos animados. Pero el fallecimiento de su progenitor desat¨® la necesidad de expresarse en primer¨ªsima persona, asumiendo una tem¨¢tica nada frecuente en la liviana escena del pop espa?ol y un grado de exposici¨®n personal casi temerario. ¡°Quise responder a la necesidad de ese ritual que no tuve cuando muri¨® mi padre¡±, detalla. ¡°Es pura exposici¨®n, s¨ª, pero en ella no hay tanto dolor como catarsis. He descubierto que el pudor se combate atrevi¨¦ndote a lo que tanto temes, conviviendo con ese impulso inicial de autocensurarte. Se trata de ser verdadero, de ser honesto. Perder el pudor acaba acerc¨¢ndote a los dem¨¢s¡±.
Como buena artista, Sof¨ªa no solo ha de lidiar con los demonios m¨¢s profundos, sino tambi¨¦n con indecisiones e inseguridades. En el juego de las autodefiniciones acaba escap¨¢ndosele una risotada: ¡°De puertas hacia fuera siempre parezco firme y serena. En mi fuero interno, casi nunca lo soy: ni serena ni firme. Pero los que tenemos alg¨²n tipo de tara previa sabemos percatarnos con tiempo de nuestros desajustes para que no se nos vayan de las manos m¨¢s all¨¢ de lo normal¡¡±. Son esas incertidumbres las que rodean tambi¨¦n, de paso, el proceso de exploraci¨®n hacia un sucesor discogr¨¢fico para El verano ser¨¢ eterno.
Comas se sinti¨® ¡°bloqueada¡± durante meses, incapaz de extraer ninguna idea frente a los teclados, tan falta de inspiraci¨®n ¨Co eso dice¨C que solo le sal¨ªan ¡°cosas horribles¡±. Pero ahora vuelve a tener ese p¨¢lpito ilusionante de que ¡°algo est¨¢ sucediendo¡±. La sorprendemos con un viejo ejemplar de Cuentos y novelas de Madrid bajo el brazo, una remota recopilaci¨®n no venal que la Fnac regalaba hace sus buenos tres lustros, porque anda investigando sobre la ciudad y dedicarle algunas de sus pr¨®ximas composiciones. ¡°No quer¨ªa ahora otro disco centrado en mi yo, en mi historia personal. Me apetece m¨¢s algo que se pueda compartir m¨¢s f¨¢cilmente, aunque parta de mi propio momento emocional¡±.
?Y cu¨¢l es ese momento? El de la desaz¨®n, inevitablemente, como le sucede ahora al com¨²n de los mortales: la presentaci¨®n oficial en directo de El verano ser¨¢ eterno se ha pospuesto ya en dos ocasiones, y qui¨¦n sabe ya si en alg¨²n momento resultar¨¢ viable. Pero Sof¨ªa no es de darse por vencida a las primeras de cambio. ¡°Recordaremos 2020 como un tornado que arrambl¨® con una casa que parec¨ªa tener todas sus cositas bien puestas. Pero 2021 ser¨¢ el a?o de la resiliencia, un t¨¦rmino ahora muy de moda, pero muy necesario¡±.
¨C Por cierto, ?qu¨¦ tal lleva el oto?o, una vez constatado que la eternidad del verano queda lejos?
¨C No tengo problema. El verano siempre hab¨ªa sido mi estaci¨®n favorita. Ahora le estoy cogiendo simpat¨ªa a la primavera, por su sentido de comienzo, y al oto?o como aviso de lo que va a terminar. Me parecen estaciones amables.
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