Ayuso prepara su desembarco en Catalu?a

Isabel D¨ªaz Ayuso surfea su propia ola. Los buenos datos de la pandemia en la regi¨®n se combinan con actos para la prensa preparados al mil¨ªmetro. Trata de ara?ar minutos en todos los telediarios. Quiere vender ante Espa?a que su cirug¨ªa pand¨¦mica es un modelo de ¨¦xito. Tanto es as¨ª que, seg¨²n fuentes regionales, este jueves y este viernes desembarcar¨¢ en Catalu?a. Aqu¨ª se reunir¨¢ con empresarios, hosteleros y portavoces de la sociedad educativa. Ayuso acudir¨¢ a Barcelona con la intenci¨®n de salir en todas las televisiones, radios y peri¨®dicos nacionales. La presidenta busca ahora rentabilizar los buenos datos de la Comunidad. No quiere visitar la hemeroteca. Madrid fue el foco de Europa hace solo dos meses y es la regi¨®n con m¨¢s muertes por coronavirus. Pero eso, para la presidenta, ya es pasado. Ahora quiere vender a Madrid como un ejemplo. Y qu¨¦ mejor manera para sus votantes ¨Dy los potenciales de Vox¨D que pisar Catalu?a durante dos d¨ªas. La presidenta vuela sola de nuevo en el PP.

El viaje supone toda una declaraci¨®n de intenciones. No solo por la proximidad de las elecciones catalanas, sino porque supone un golpe para la gesti¨®n de la Generalitat: partidaria de cerrar la hosteler¨ªa con tal de salvar m¨¢s vidas. Ning¨²n presidente auton¨®mico ha visitado otra regi¨®n para vender su gesti¨®n de la pandemia. Ayuso, s¨ª. Ser¨¢ la cuarta vez en menos de un a?o que pise Barcelona.

La euforia de los datos era contenida hasta hace unos d¨ªas. El Ejecutivo no quer¨ªa lanzar las campanas al vuelo. Ahora el plan es vender la gesti¨®n a bombo y platillo. La campa?a de Navidad de Ayuso comenzar¨¢ con la visita a Catalu?a y culminar¨¢ el 1 de diciembre con la inauguraci¨®n del nuevo hospital Isabel Zendal. Hasta ha invitado por carta¡ª¨²ltimamente la relaci¨®n entre la Comunidad de Madrid y La Moncloa es a trav¨¦s de un cartero¡ªal ministro de Sanidad, Salvador Illa, al que ha criticado en numerosas ocasiones y al que tild¨® de ¡°fil¨®sofo¡± por dirigir la cartera sanitaria con estudios de Filosof¨ªa. La misiva, firmada por la presidenta ¨Dque es periodista de formaci¨®n¨D solo tiene tres peque?os p¨¢rrafos. Pero las frases son pol¨ªtica en estado puro. ¡°Como sabes¡±, escribe la presidenta, ¡°se trata de un centro construido en tiempo r¨¦cord y tiene la voluntad de dar servicios a cualquier ciudadano espa?ol¡±.

La realidad es que el hospital lleva un mes de retraso. A¨²n se desconoce el n¨²mero de sanitarios que trabajar¨¢n. Ning¨²n grupo parlamentario de la Comunidad ha sido invitado a la inauguraci¨®n. Y el sistema sanitario espa?ol, adem¨¢s, atiende a todos los ciudadanos sean de donde sean, pero Ayuso aprovecha cualquier resquicio para vender donde pueda que Madrid es Espa?a. ¡°Espero que el ministro me conteste pronto a la invitaci¨®n¡±, dijo este martes.

La presidenta cit¨® a los medios en el restaurante Bot¨ªn de la capital. Toda una instituci¨®n del mantel en Madrid. Este negocio familiar presume de ser el m¨¢s antiguo del mundo y de servir un delicioso cochinillo asado en un horno de le?a de encina. El equipo de la presidenta convoc¨® aqu¨ª a la prensa para estampar un sello en la puerta. La cita en s¨ª no ten¨ªa mucho m¨¢s, pero en la convocatoria se quiso jugar con las dudas. Nada nuevo. Lo hacen todos pol¨ªticos. La convocatoria hablaba de nuevas medidas para hosteler¨ªa. La realidad consisti¨® en pegar dos sellos en la puerta. Alertan al ciudadano de que aqu¨ª se come en un sitio seguro. Libre de coronavirus. El sello que peg¨® Ayuso dice: ¡°Estamos preparados¡±. El otro indicaba el aforo del negocio: ¡°57¡±. M¨¢s de 3.000 establecimientos ya lucen este distintivo en la regi¨®n desde hace varios meses. A este evento hostelero, sin embargo, acudieron el presidente de los empresarios madrile?os, Miguel Guti¨¦rrez; el vicepresidente de la regi¨®n, Ignacio Aguado, y dos consejeros: la encargada del Turismo, Marta Rivera de la Cruz, y el hombre de la Econom¨ªa, Manuel Gim¨¦nez; los dos de Ciudadanos.

El acto tambi¨¦n sirvi¨® para constatar que, pese a los ¨²ltimos buenos datos, la relaci¨®n entre Ayuso y Aguado sigue igual que siempre. Cada uno por su lado. El vicepresidente lleg¨® tarde a la cita. Ni lo esperaron.

¡ª?Qu¨¦ tal presidenta, c¨®mo est¨¢?, pregunt¨® el jefe de los empresarios al verla.

Ayuso acudi¨® a la cita con un vestido de lino azul. Eran las diez de la ma?ana. El fr¨ªo no acompa?aba con el atuendo, pero ella cort¨® la comidilla de inmediato:

¡ªNo cojo un catarro desde 1920. Ahora, el covid lo cog¨ª la primera, contest¨®.

Y desat¨® las risas de los consejeros de Ciudadanos, que esperaban que su vicepresidente acudiera puntual. Pero lleg¨® tarde. La comitiva, por tanto, se meti¨® de lleno en el local. La idea inicial era que la presidenta saliera pasados unos minutos. Que pegara en la puerta el dichoso sello tras un breve encuentro entre todos en el interior. De repente, Ayuso sali¨® a los cinco minutos por la puerta con una libreta en la mano y dijo a los periodistas: ¡°Vengo a tomar la comanda. ?Quer¨¦is caf¨¦?¡±.

¡ªPresidenta, yo quer¨ªa un desayuno tipo Isabel Zendal, dijo con guasa el periodista de La Sexta.

¨DYo quer¨ªa un zumo de naranja, pero de la de Ciudadanos, brome¨® tambi¨¦n el de Cuatro.

Ayuso, sonriente, campe¨® las dos preguntas con sorna. ¡°Las naranjas de aqu¨ª son buen¨ªsimas, como mi Gobierno¡±. Despu¨¦s, ya s¨ª, atendi¨® a los medios. ¡°Espero que la Consejer¨ªa de Sanidad explique el plan para la Navidad este viernes. Los pol¨ªticos no podemos entrar en los ¨¢mbitos personales de cada uno. Ha sido un acierto que los colegios y los restaurantes est¨¦n abiertos¡±. El sello del restaurante era un anticipo. Ayuso ensay¨® su discurso ante su inminente desembarco en Catalu?a.

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