Los significados de Julia
La escultura de Plensa permanecer¨¢ un a?o m¨¢s en Col¨®n. Cabe preguntarse si no deber¨ªa, tal vez, quedarse para siempre
Respirar es la acci¨®n m¨¢s simple y la m¨¢s compleja del mundo. No hay nada m¨¢s f¨¢cil que respirar ¨Clo hacemos m¨¢s de 20.000 veces al d¨ªa sin darnos cuenta¨C ni nada tan dif¨ªcil como pararse a respirar. El artista franc¨¦s Marcel Duchamp (1887-1968) consideraba cada respiraci¨®n como una obra inefable ¡°que no est¨¢ inscrita en ninguna parte, que no es ni visual ni cerebral, y sin embargo existe¡±. Respirar es uno reto fundamental en la era de la crisis del medio ambiente ¨Cla contaminaci¨®n del aire, por ejemplo, causa cada a?o 2,2 millones de muertes por accidentes vasculares cerebrales, seg¨²n la OMS¨C; y pararse a respirar es un desaf¨ªo global en la sociedad de la informaci¨®n, formidable pero generadora de un estado de ansiedad permanente. En la vasta plaza de Col¨®n de Madrid, una ni?a que no existe comba las asas de la nariz y toma aire con los ojos cerrados. Lo toma lenta, profunda, eternamente sin terminar, porque es una estatua. La ni?a parece un monumento a la respiraci¨®n.
La escultura Julia, de Jaume Plensa, fue instalada en 2018 sobre el pedestal que ocupaba la estatua de Crist¨®bal Col¨®n ¨Ctrasladado a la glorieta central de la plaza¨C e iba a estar all¨ª solo un a?o, dado que el ayuntamiento decidi¨® emplear esta base como un espacio art¨ªstico rotatorio; sin embargo, en 2019 se convino en dejarla otro m¨¢s. El jueves pasado el alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida tuite¨®: ¡°Julia se queda con nosotros hasta diciembre de 2021¡± y la defini¨® como ¡°un s¨ªmbolo para la ciudad¡±. Por tel¨¦fono, Plensa (Barcelona, 1955) est¨¢ satisfecho: ¡°Parece que ya forma parte del paisaje, y no ocurre muy a menudo que una escultura sea abrazada as¨ª por la gente¡±.
El alcalde no precis¨® en su tuit qu¨¦ simboliza para ¨¦l esta cabeza de 12 metros de altura, compuesta de resina de poli¨¦ster con fibra de vidrio y polvo de m¨¢rmol blanco. Para Plensa tiene un significado primario: ¡°Se dirige a lo m¨¢s profundo del ser humano¡±, dice, y subraya que toda obra est¨¢ abierta a la interpretaci¨®n.
La Fundaci¨®n Masaveu, propietaria de la escultura, ha dicho en un comunicado que durante la pandemia el rostro de Julia ¡°se ha convertido en s¨ªmbolo de calma, tranquilidad y reflexi¨®n¡±. A principios de abril, cuando mor¨ªan con coronavirus casi mil personas al d¨ªa en Espa?a, en el telediario de La 1 el periodista Carlos del Amor se refer¨ªa a ella como ¡°el s¨ªmbolo de una ciudad herida¡±. ¡°Julia, con sus ojos cerrados, prefiere quiz¨¢ no ver el dolor que significa ese vac¨ªo que tiene delante¡±. Se pod¨ªa ver reflejada en ella la tristeza, por supuesto, pero tambi¨¦n se la pod¨ªa visualizar en su soledad muda como un emblema protector. En medio de la ciudad sin gente, cuando en los hospitales desbordados se luchaba porque miles de personas pudiesen seguir respirando, la ni?a permanec¨ªa en su lugar tomando aire, como un t¨®tem et¨¦reo que en vez de invocar la lluvia o el sol, invocase el ox¨ªgeno.
Preguntada por el futuro de la obra m¨¢s all¨¢ de 2021, la Fundaci¨®n responde por correo: ¡°Su vocaci¨®n es itinerante. Tras su exhibici¨®n en Madrid nuestra intenci¨®n es que se exhiba en otros lugares, tanto en Espa?a como en el extranjero. Pero su ubicaci¨®n final ser¨¢ en una de las instalaciones de la Fundaci¨®n¡±. La pr¨®rroga de Julia seg¨²n la Fundaci¨®n servir¨¢ durante este a?o para seguir dando ¡°aliento e ilusi¨®n en tiempos dif¨ªciles¡±. En teor¨ªa, en diciembre de 2021 ¨Chorizonte en el que la pandemia podr¨ªa estar bajo control¨C terminar¨¢ el acuerdo y la ni?a se ir¨¢ de Col¨®n. Sin embargo, cada a?o que Julia pasa ah¨ª con su dulce y sereno rostro de holograma, parece menos veros¨ªmil que un buen d¨ªa la desmonten y se la lleven sin m¨¢s. Un portavoz del ayuntamiento se limita a decir que el a?o que viene se volver¨¢ a hablar con la Fundaci¨®n del futuro de la obra. Cuando se instal¨® la pieza en 2018, Plensa dijo una frase que ha ganado sustancia despu¨¦s de tres a?os: ¡°La gente se ir¨¢ acostumbrando a convivir con ella, y lo interesante va a ser cuando la retiren. Creo que la exposici¨®n o la instalaci¨®n empezar¨¢ cuando la pieza ya no est¨¦, porque va a crear un vac¨ªo brutal en el lugar¡±.
Quiz¨¢ valiese la pena dejar de proyectar la vida de la escultura a 12 meses vista y plantearse su permanencia continuada. A¨²n cuando superemos la pandemia, la presencia de Julia seguir¨ªa oxigenando est¨¦tica y simb¨®licamente Col¨®n, un espacio que el vecino Antonio Mu?oz Molina calificaba de ¡°atroz¡± en un art¨ªculo sobre la reciente instalaci¨®n de una menina de una tonelada.
Dentro del pandemonio memorial y ornamental de la plaza ¨Cque incluye una rana gigante de ancas hipertrofiadas¨C, Julia opera desde su esquina junto a la Biblioteca Nacional aportando serenidad y fe en el progreso. Es un s¨ªmbolo femenino que cohabita con el var¨®n que abri¨® el camino a la guerrera conquista de Am¨¦rica, subido a una columna neog¨®tica a unos metros de ella con una bandera de Castilla en la mano. La pac¨ªfica y moderna presencia de Julia, en cierto modo, civiliza a Crist¨®bal ¨Cnos civiliza¨C. Detr¨¢s de ella ondea una bandera espa?ola de 294 metros cuadrados y son habituales en su plaza las manifestaciones de derechas y de ultraderecha ¨Cy este a?o, las de negacionistas del coronavirus¨C. ¡°Cu¨¢ntas cosas ha visto¡±, dice Plensa, ¡°pero ella est¨¢ ah¨ª calladita¡±.
En medio de expresiones de centralismo m¨¢s o menos equilibradas y de voces que en ocasiones son muy reaccionarias o un puro disparate, Julia brinda la referencia de un rostro que medita.
Una tarde reciente, en una esquina de Col¨®n, resultaba complicado que alg¨²n peat¨®n se detuviese a dar su opini¨®n sobre la escultura. Una mujer que llevaba de la mano a su ni?o dijo: ¡°Ni me gusta ni me disgusta. Est¨¢ ah¨ª y punto¡±. El hombre que atiende el puesto de flores afirm¨® que no le prestaba atenci¨®n. Otros y otras pasaban de largo mirando el m¨®vil o espantaban al reportero con los auriculares puestos poniendo cara de fastidio + velocidad. Sonaba el ruido del tr¨¢fico, restallaban los golpes met¨¢licos de una torre en obras. Pasaban, pasaban, pasaban sin tiempo para respirar.
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