38 ¡°cocinas fantasma¡± en un patio de luces de Prosperidad
Vecinos de la Prosperidad buscan soluciones para la obra en la que se instalar¨¢n empresas de env¨ªos de comida a domicilio
Por encima de los edificios que componen una manzana del barrio residencial madrile?o de La Prosperidad se eleva una chimenea industrial de 25 metros cuadrados. Es la evidencia de las obras que est¨¢n convirtiendo el patio de manzana, que antes era un supermercado, en un complejo de 38 ¡°cocinas fantasma¡± -cocinas habilitadas exclusivamente para domicilios-. Desde hace meses, algunos de los 700 vecinos afectados, de nueve edificios diferentes, han presentado quejas ante el Ayuntamiento, como adelant¨® El Confidencial, y aunque lograron detener las obras brevemente en octubre, en este momento contin¨²an y prev¨¦n acabarlas en marzo. Concejales de M¨¢s Madrid visitaron ayer la zona y pidieron una legislaci¨®n para estas situaciones. ¡°A problemas nuevos, hay que buscar soluciones nuevas¡±, reclam¨® la portavoz de la formaci¨®n, Rita Maestre. ¡°Son edificios residenciales, no es un pol¨ªgono industrial. Pero como aqu¨ª estamos hablando de un negocio nuevo, una instancia m¨¢s de la uberizaci¨®n de la econom¨ªa, pues no existen las herramientas¡±, a?adi¨®.
Dado que las obras fueron aprobadas y tienen sus licencias en regla, y aunque los vecinos insisten en que las condiciones en que fueron concedidas no son un reflejo del proyecto real, su objetivo en este momento es frenar que se conceda la licencia de funcionamiento. David Infante, propietario de uno de los pisos de la manzana, explica por qu¨¦ esto es su preocupaci¨®n mayor y por qu¨¦ tambi¨¦n deber¨ªa serlo para la administraci¨®n: ¡°Imag¨ªnate que te pongan la f¨¢brica de Panrico debajo de casa. Ser¨ªa una locura solo el tema de la carga y descarga y las basuras. Aqu¨ª a?¨¢dele que va a haber 100 riders [repartidores] con sus motos en una calle estrecha, con aceras peque?as, entre las 8 de la ma?ana hasta las 2 de la madrugada. El tr¨¢fico y el ruido constante que se va a generar va a ser insoportable y un problema para la administraci¨®n¡±.
La actividad de los obreros durante los ¨²ltimos meses ya ha sido una pesadilla para los vecinos, pero el miedo al futuro incierto es m¨¢s problem¨¢tico. As¨ª se siente Francisco Fr¨ªas, que vive en el primer piso de Canillas 18. ¡°Yo soy inform¨¢tico, por lo tanto teletrabajo y muchas veces eso consiste en largas videollamadas con el resto de mi equipo. Pero con las obras he perdido d¨ªas enteros por el nivel de ruido que hay. ?C¨®mo ser¨¢ cuando est¨¦n en funcionamiento las 38 cocinas?¡±.
La Norma Zonal 4 de Urbanismo de Madrid permite un uso industrial o comercial en un patio de luces con un fondo de 18 metros como m¨¢ximo, mucho menos del espacio adecuado en este caso. Por lo tanto, todav¨ªa no se sabe c¨®mo la empresa va a tramitar la licencia de funcionamiento, pero lo cierto es que en la licencia de obras aprobada ya se establece que el espacio tendr¨¢ un uso industrial. En Madrid se conocen otros dos lugares dedicados a las ¡°cocinas fantasma¡±, una en Tetu¨¢n y otra en Retiro, sin embargo, este caso puede sentar un precedente para el futuro de esta modalidad de negocio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.