Las voces femeninas reverberan en las salas de teatro madrile?as
Tres autoras cuyas obras ocupan la cartelera de la ciudad en las pr¨®ximas semanas conversan en una de las sedes del Centro Dram¨¢tico Nacional sobre su experiencia como mujeres en esta profesi¨®n
El escenario de la sala Francisco Nieva del Teatro Valle Incl¨¢n es hasta el 14 de marzo una piscina ol¨ªmpica vac¨ªa, por exigencias de la escenograf¨ªa de H¨¦roes en diciembre que escribe y dirige Eva Mir. Pero este jueves no es un lugar habitado por actores y actrices, sino un set de fotograf¨ªa y un lugar para la reflexi¨®n y el debate. Tres dramaturgas comparten espacio y palabras: Mar¨ªa San Miguel (Valladolid, 35 a?os), Alba R. Santos (Pontevedra, 37 a?os) y la propia Mir (Valencia, 25 a?os). Las mujeres que posan y conversan, primero en la piscina y luego en el patio de butacas, recuerdan que en cualquier momento podr¨ªan ser tomadas por otras, definidas con etiquetas distintas. Podr¨ªan ser vistas como la joven asistenta de direcci¨®n, una mujer de 35 a?os sin hijos o la que tir¨® a la basura una prometedora carrera en comunicaci¨®n pol¨ªtica. EL PA?S las re¨²ne en una tarde lluviosa de febrero como autoras que est¨¢n actualmente en cartelera o estrenan pr¨®ximamente obras en Madrid para que hablen de teatro y su experiencia como mujeres en el ¨¢mbito.
El triplete lo comienza Mir, autora de la obra que se desarrolla en esa piscina, que toca los espinosos temas del suicidio y el silencio, y con la que gan¨® en 2019 el premio Calder¨®n de la Barca a autores noveles. La acompa?a Mar¨ªa San Miguel, que desde 2010 lidera Proyecto 43-2, donde produce, escribe y act¨²a. Este viernes estren¨® I¡¯m a survivor, un relato muy personal sobre la muerte de su padre por los efectos de la covid-19 y en abril estrenar¨¢ en la misma sala donde se produce este encuentro Y llegar hasta la luna, escrita y dirigida por ella. El panel la completa Alba R. Santos, una periodista que abandon¨® su carrera para ser directora de NUPA (Asociaci¨®n de ni?os, adultos y familias con fallo intestinal, nutrici¨®n parenteral y trasplante m¨²ltiple) y que ha entrado en el mundo del teatro muy recientemente con un mon¨®logo que recoge las experiencias de las familias con las que trabaja en la fundaci¨®n, titulado Lo que t¨² nos dejas, que se estrenar¨¢ en el Teatro Galileo el pr¨®ximo 18 de febrero.
EL PAPEL DE LIDERAZGO Y MANDO EN LA CULTURA COMO MUJERES
Alba R. Santos: Para m¨ª fue una experiencia muy c¨®moda, muy gratificante. Pero la interpretaci¨®n yo creo que es un mundo profundamente dif¨ªcil, por como est¨¢ construido, por c¨®mo funciona, la precariedad que conlleva y m¨¢s si a eso se suma los clich¨¦s sexistas constantes de alrededor. Pero yo estoy viviendo esto como un regalo. Yo tengo una profesi¨®n diferente y de pronto escribo un texto que a una actriz maravillosa le fascina y hacemos un dueto en el que no hay factores externos a¨²n. La semana que viene, que el p¨²blico hable, a lo mejor me encuentro con el disgusto de mi vida.
Mar¨ªa San Miguel: Para m¨ª es muy diferente. Yo tengo mi propia compa?¨ªa hace aproximadamente 12 a?os y ha sido un camino -y sigue si¨¦ndolo- muy dif¨ªcil porque no tenemos apenas referentes de mujeres que lideren y que lideren desde otro discurso y desde otras formas de trabajo. Entonces a m¨ª me ha costado mucho darme cuenta de que yo soy la ¡°jefa¡±. En otros ¨¢mbitos creo que las mujeres est¨¢n en la misma situaci¨®n. Yo tengo 35 a?os y me siento muy vieja por los mandatos por los cuales una mujer de 35 a?os ya tiene que tener pareja, tiene que tener hijos, etc¨¦tera, etc¨¦tera. Este elemento me ha costado, quiz¨¢s ahora menos que estoy m¨¢s empoderada, pero he ido a muchas reuniones en las que me han preguntado en d¨®nde estaba mi jefe o no me han tomado en serio porque soy una mujer joven que lidera y que hace cosas.
Eva Mir: Yo tengo la parte de que me he sentido realmente valorada y cuidada en el proceso de H¨¦roes en diciembre en concreto. Pero tambi¨¦n me ha ocurrido que por ser mujer, y despu¨¦s en concreto por ser mujer y muy joven, he tenido que justificar estar aqu¨ª; no tanto una vez ya se sab¨ªa que era la dramaturga, sino que al entrar por la puerta nadie se imaginara que yo fuera la directora de todo esto. Me dec¨ªan: ¡°Ah, pero entonces t¨² eres la ayudante de la escen¨®grafa¡±, o ¡°la que viene de pr¨¢cticas¡±. Hay algo tambi¨¦n con el aspecto que no te validas hasta que no te ven trabajar.
LA REALIDAD, LA EXPERIENCIA PERSONAL Y LA VOZ FEMENINA
Alba R. Santos: Yo no s¨¦ hacer de otra manera las cosas, si no es si lo mamo, lo palpo y lo comparto. Yo trabajo con personas que viven al borde de la muerte en muchos casos, con ni?os con enfermedades raras, con personas que esperan un trasplante de hasta ocho ¨®rganos vitales, y todo esto son realidades que no se conocen apenas. De ah¨ª nace un poco Lo que t¨² nos dejas, que junta la parte del duelo que hemos vivido en mi familia, que hemos perdido a gente muy joven, con la vida de estas familias que esperan una segunda oportunidad de vivir. Yo tengo la oportunidad de estar constantemente con 500 madres que viven el duelo, y que adem¨¢s tienen un foco encima que no las deja comunicar lo que pasa, entonces me parec¨ªa que alguien ten¨ªa que contarlo.
Eva Mir: Para m¨ª H¨¦roes en diciembre, aunque no es de g¨¦nero auto-ficci¨®n s¨ª que parte completamente de dos experiencias personales muy importantes que adem¨¢s trato de mostrar en escena en cierto modo como justicia po¨¦tica. Tiene mucho que ver con la presi¨®n de ser una mente y un cuerpo perfecto, que es una expectativa que cae mucho m¨¢s sobre la mujer siempre, y es lo que a m¨ª me impuls¨® a escribir esto. A pesar de la clara motivaci¨®n, no fue algo premeditado; por eso lo considero el m¨¢s honesto, el menos acabado y el m¨¢s desestructurado, pero el m¨¢s honesto.
Mar¨ªa San Miguel: La historia, el imaginario colectivo y el arte est¨¢ construido por hombres, porque a las mujeres se las ha invisibilizado. Entonces s¨ª tenemos que mostrar los puntos de vista que han sido invisibilizados todo este tiempo. Probablemente sean diferentes porque tenemos otras perspectivas y porque partimos de otras vivencias. Creo que hay que hacerlo, pero me genera contradicciones. Por ejemplo, aqu¨ª estamos las tres posando, s¨²per monas, y esto est¨¢ de puta madre, pero al mismo tiempo no hace m¨¢s que perpetuar este modelo paternalista de las j¨®venes directoras talentosas. En cambio, por ejemplo, mi equipo art¨ªstico de Y llegar hasta la luna son todas mujeres y me hace much¨ªsima ilusi¨®n porque hay mujeres que hacen dise?os de luces acojonantes, escen¨®grafas, compositoras. Tenemos la responsabilidad nosotras mismas de apoyarnos entre nosotras. Por otro ladro, creo que hay algo que est¨¢ vinculado a la creaci¨®n y tambi¨¦n a las historias pegadas a la realidad como las que contamos nosotras que tiene que ver con la posibilidad de imaginar desde la escena otros mundos posibles y otros relatos posibles del mundo. Es una oportunidad de generar un relato po¨¦tico, pero tambi¨¦n que ese relato construya una sociedad imaginada, o una propuesta imaginada de cosas que pueden ocurrir.
EL TEATRO EN UN MUNDO DOMINADO POR PRODUCCIONES AUDIOVISUALES
Eva Mir: Poni¨¦ndome en el lugar de la espectadora lo especial es que tienes un tiempo l¨ªmite para hacerte esas preguntas que te proponen y para emocionarte, en cambio una pel¨ªcula la puedes parar o revisitar. En el teatro no te da tiempo a reaccionar porque est¨¢ pasando delante de ti, y cuando termine no lo vas a poder volver a captar, entonces te obliga a estar con todos tus sentidos atentos al momento, o nada vale. Es finito.
Mar¨ªa San Miguel: Tambi¨¦n creo que el teatro es una herramienta muy poderosa porque ocurre aqu¨ª y ahora y porque hay alguien emocion¨¢ndose para ti y contigo y respirando el mismo aire que respira quien est¨¢ en el patio de butacas; en el teatro la v¨ªa es directamente por la piel y las v¨ªsceras. Tambi¨¦n es un acto colectivo, y aunque ahora con la pandemia hemos perdido esa colectividad y lo estemos pasando muy mal, el teatro va a resistir. Pero el teatro nunca va a ser mainstream, por la propia naturaleza del teatro. Tampoco creo que tienen que competir. Son formas diferentes de contar historias y que se alimentan mutuamente. Claro, ojal¨¢ que no ganen las plataformas porque creo que se pierde esa colectividad y me preocupa que esta proliferaci¨®n del mundo audiovisual nos encierre m¨¢s en nuestras casas, en nuestro peque?o universo y perdamos el contacto humano, que es lo que es el teatro.
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