Estos son los admiradores de Sat¨¢n en Madrid
La asociaci¨®n Satanistas de Espa?a apuesta por la libertad religiosa, la libertad de expresi¨®n y el esp¨ªritu cr¨ªtico
Aunque dentro de la mitolog¨ªa cristiana Sat¨¢n es el m¨¢ximo representante del mal, tambi¨¦n hay otras formas de verlo. Por ejemplo, el pensador anarquista Mijail Bakunin se?al¨® otra vertiente de esa figura: Sat¨¢n da de comer a Eva la manzana del ?rbol de la Ciencia para otorgarle a la especie humana criterio propio, para permitirle diferenciar entre el bien y el mal, y liberarla de la tutela de Dios. Emancipa al ser humano, le libra de la ignorancia, funda, de alguna manera, la Humanidad.
Este Sat¨¢n librepensante e iluminador es m¨¢s del gusto de los movimientos satanistas modernos. Estos luciferinos ni se comen a beb¨¦s, ni se embadurnan de sangre, ni tienen cuernos ni cola; suelen ser personas ilustradas, con intereses art¨ªsticos e intelectuales, y aparentemente amables y simp¨¢ticas: se r¨ªen como cualquier otro ciudadano. ¡°Al contrario de lo que mucha gente pueda pensar, el satanismo no consiste en una adoraci¨®n a Sat¨¢n o en un cristianismo a la inversa¡±, explica Miguel Pastor, presidente de la asociaci¨®n Satanistas de Espa?a. Ni siquiera tienen por qu¨¦ creer en la existencia f¨ªsica de Sat¨¢n, algunos lo toman como un s¨ªmbolo de rebeld¨ªa, esp¨ªritu cr¨ªtico y libertad, otros como una energ¨ªa interna, una parte de la psique. ¡°Buscamos la divinizaci¨®n del individuo, entendiendo esto de manera similar a como Nietzsche entiende la idea de superhombre: la versi¨®n m¨¢s liberada, potente y capaz de uno mismo¡±, a?ade Pastor, que es investigador y doctorando en Ciencias de las Religiones en la Universidad Complutense de Madrid (UCM): su tesis trata sobre satanismo.
Esta corriente ha llegado a un p¨²blico m¨¢s amplio a trav¨¦s de la pel¨ªcula Hail Satan?, en Netflix, que cuenta la peripecia del potente Templo Sat¨¢nico estadounidense y su lucha en el espacio p¨²blico por mantener la laicidad del Estado, el respeto a todas las creencias y minor¨ªas, la sacralidad de la libertad individual. ¡°Era necesario que una organizaci¨®n sat¨¢nica por fin hiciera algo pragm¨¢tico, a nivel social, y no se quedara encerrada en s¨ª misma¡±, dice Pastor, en referencia a sus colegas luciferinos del otro lado del charco. Otras organizaciones sat¨¢nicas (como la pionera Iglesia de Sat¨¢n fundada por Anton LaVey) o esot¨¦ricas se centran en el crecimiento individual sin preocuparse demasiado por las causas sociales.
En Satanistas de Espa?a ya son unos 115 miembros con ganas de crecer y de tomar posiciones en el debate social. Algunos estereotipos s¨ª se cumplen: a muchos de ellos les gusta vestir de negro, el g¨¦nero de la comedia-terror y llegan a estas corrientes por medio de subculturas musicales como la g¨®tica o la del black metal. Para otros el inter¨¦s es meramente filos¨®fico. ¡°Somos pocos, pero somos un grupo muy heterog¨¦neo¡±, explica Luis Henr¨ªquez, satanista, profesor de universidad y padre de familia numerosa residente en Gran Canaria, un inopinado lugar para seguidores de Lucifer. Uno de sus fines es inscribirse en el Registro de Entidades Religiosas. ¡°Eso s¨ª, en nuestra religi¨®n se respeta la libertad y no hay ning¨²n rito obligatorio: no hace falta caminar por brasas ardientes para formar parte, ni matar cabras¡±, se?ala Henr¨ªquez. Por cierto, muchos de sus miembros son vegetarianos. Tal vez alg¨²n d¨ªa podr¨¢ marcarse una casilla en la declaraci¨®n de la renta para contribuir con tus impuestos a lo luciferino.
Uno de sus episodios m¨¢s sonados fue en 2019 cuando en la Complutense se organiz¨® La experiencia siniestra, un seminario sobre satanismo que acab¨® generando gran esc¨¢ndalo en grupos cat¨®licos, conservadores y hasta estudiantes falangistas que les fueron a gritar aquello de ¡°Viva Cristo Rey¡± y ¡°Fuera masones de la universidad¡±. Les acusaron de promover la pedofilia y la violaci¨®n: cre¨ªan que en la universidad se iban a abrir las puertas del infierno. ¡°Por la ma?ana nos convocaron un rosario de desagravio, y llegaron a echarnos sal a las puertas del congreso, por la noche tuvimos una performance en un bar de Malasa?a y se presentaron con espr¨¢is de agua bendita, rezando oraciones a San Miguel y San Benito¡±, rememora Pastor. A partir de ese esc¨¢ndalo, no muy diferente a los que se relatan en el documental Hail Satan?, muchas personas en toda Espa?a conocieron el movimiento que logr¨® cierto crecimiento.
Minerva Garc¨ªa, artista de burlesque, empez¨® leyendo los poemas de Charles Baudelaire o de John Milton y acab¨® siendo vicepresidenta de los satanistas. ?Utilizar la figura de Sat¨¢n no puede traer m¨¢s problemas que ventajas a la hora de difundir sus ideas? ¡°En realidad ya me hab¨ªan demonizado por mi condici¨®n de mujer, de bisexual, de artista que se desnuda, as¨ª que siempre he estado acostumbrada a que me miren raro¡±, explica, ¡°utilizar la figura de Sat¨¢n en realidad me ha empoderado bastante y no me ha supuesto ning¨²n drama¡±. No est¨¢n dispuestos a cambiar el nombre a su movimiento solo porque algunas personas puedan hacerse ideas equivocadas de ¨¦l, solo para evitar los malentendidos. Seguir¨¢n luchando contra los estigmas y los falsos estereotipos: ¡°En realidad somos herederos del Romanticismo¡±, concluye Pastor.
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