Cortando prejuicios: una peluquer¨ªa en Getafe que empodera a los menores extranjeros no acompa?ados
Gracias a un ¡®crowdfunding¡¯ y al apoyo de los vecinos, escuelas y otras organizaciones, la asociaci¨®n Maakum ha impulsado este negocio
Hicham sigue teniendo la mirada de un ni?o, pero acaba de cumplir en marzo la mayor¨ªa de edad y ya es un adulto a efectos legales. Fue uno de los menores extranjeros no acompa?ados que llegan a Espa?a y lleva a?o y medio en Madrid despu¨¦s de haber estado tres en Ceuta. Ahora est¨¢ de voluntario ayudando a sacar adelante una peluquer¨ªa de Getafe que ha abierto hace una semana. ¡°Estoy muy ilusionado y agradecido. No me esperaba esta oportunidad¡±, dice sentado en uno de los sillones granates que decoran este peque?o local.
Este incipiente negocio, La Pelu, cuyo eslogan es Cortando prejuicios, se ha levantado con la ayuda de Maakum, un colectivo que surgi¨® en 2018 en Ceuta para ofrecer acompa?amiento a los menores extranjeros que estaban en el puerto. Muchos de esos ni?os han ido a parar a Madrid. ¡°M¨¢s all¨¢ de los contratos que podamos hacer, esto es un lugar de motivaci¨®n y encuentro. Nos topamos con un local que se traspasaba y ha ido bastante rodado¡±, explica Gabriel Barba, de 26 a?os, miembro de Maakum. Gracias a un crowdfunding en Goteo y al apoyo de los vecinos, escuelas y de otras organizaciones como Intermon Oxfam, han conseguido reunir el dinero suficiente que les permita arrancar este humilde sue?o.
Es imposible que Hicham oculte su alegr¨ªa. Rebosa la vitalidad y la energ¨ªa que se tiene a esa edad. Lo que m¨¢s le gusta es la comunicaci¨®n audiovisual y es la tarea que tiene encomendada en la peluquer¨ªa. ¡°Estoy aprendiendo cosas de tr¨¢mites que me sirven. Si lo de la peluquer¨ªa nos sale bien puedo quedarme aqu¨ª. Aunque me gustar¨ªa mucho ser educador social¡± responde con una sonrisa. Ya se est¨¢ mirando un curso de Cruz Roja de mediador y est¨¢ estudiando por las ma?anas una formaci¨®n b¨¢sica de automoci¨®n de coches y comenzar¨¢ sus pr¨¢cticas pronto en un taller.
Otman tambi¨¦n tiene 18 a?os. Es de la misma ciudad que Hicham, Castillejos, fronteriza con Ceuta, y ambos est¨¢n en un piso tutelado. En su caso, s¨ª que tiene un contrato de trabajo en la peluquer¨ªa para que aprenda con destreza una profesi¨®n que le apasiona. ¡°Me gusta la moda y me dediqu¨¦ unos meses a cortar el pelo, pero me falta mejorar¡±, se?ala. Es un manitas en toda regla y ha dirigido la reforma del local previa a la apertura. Cuenta que tiene un diploma para montar cocinas, un oficio que ejerci¨® en Marruecos, pero asegura que cobraba 15 euros a la semana con jornadas maratonianas y que por eso decidi¨® marcharse. Se fue a Ceuta y le dijo a su madre que estaba en el centro de menores para que estuviera tranquila. Era mentira. Se busc¨® la vida en la calle hasta que consigui¨® llegar a Madrid.
Crecer lejos de la familia y del pa¨ªs de origen es una cicatriz que marca de por vida. Pero a veces el sentimiento de prosperar empuja a abandonar la seguridad del nido. Y es que Hicham no para de repetir que echa mucho de menos a los suyos tras cuatro a?os sin verlos. Recuerda que cuando le cont¨® a su madre que quer¨ªa emprender el viaje a Espa?a no le dej¨®. Un buen d¨ªa desapareci¨® sin decirles nada. ¡°Desde peque?o ten¨ªa el sue?o de venir a Madrid porque pens¨¦ que me iban a ayudar a estudiar y a conseguir un futuro mejor. En Marruecos no hay muchas oportunidades, aunque estudies tienes bastantes obst¨¢culos para trabajar y no te pagan bien¡±, reconoce.
El portavoz de los que fueron menores extranjeros no acompa?ados en Madrid, Ismail El Majdoubi, indica que ha acompa?ado a La pelu de Maakum desde el inicio con mucha esperanza. ¡°Veo que es una oportunidad para que los chicos tengan un espacio donde se les da esa confianza para adquirir experiencia laboral. Es una iniciativa que deber¨ªa hacer el propio sistema, es un ejemplo a seguir¡±, declara. Tiene la sensaci¨®n de que la ley de Extranjer¨ªa est¨¢ llena de ¡°trampas¡± que les condenan a malvivir y critica que en algunas comunidades las cosas se han complicado aun m¨¢s. ¡°Ahora se exige a los j¨®venes cuando quieren renovar la residencia un contrato de 40 horas de m¨ªnimo un a?o. Ni siquiera un espa?ol puede¡±, lamenta. Adem¨¢s, cree que se necesitan m¨¢s recursos para la formaci¨®n: ¡°No tenemos derecho a ninguna beca para acceder a la universidad y estamos destinados a ser mano de obra barata. Solo podemos hacer mini formaciones, que tambi¨¦n est¨¢n guays, hay gente que le encanta la peluquer¨ªa, pero est¨¢s condicionado a coger lo que haya¡±.
Otra de los miembros de Maakum, Joana Mill¨¢n, habla de la importancia de que estos chavales vean a referentes positivos que les empoderan como Otman, Hicham y otros exmenores a los que atienden que han conseguido integrarse. A?ade que el objetivo de la peluquer¨ªa es que sea sostenible en el tiempo para que los chicos, dentro de unos meses, lleven las riendas por s¨ª solos.
Quien no pierde el tiempo es el inquieto Hicham. Ha producido un videoclip de un grupo de rap espa?ol, Arakem, y confiesa que ¨¦l tambi¨¦n escribe canciones. Con una base de YouTube que suena en el altavoz de la peluquer¨ªa se despide rapeando: ¡°Hemos luchado contra el viento, hemos cruzado los mares, muchos de nosotros han muerto y ahora no hay quien nos pare¡±. Otman, por su parte, quiere mandar un mensaje a todos los menores no acompa?ados que llegan a Espa?a. ¡°Ten¨¦is que estudiar y sobre todo tener muchas ganas. En el centro te est¨¢n ayudando pero no hacen todo por ti. Si llegas a aqu¨ª y solo est¨¢s en la calle y vas a la casa a dormir sin hacer nada m¨¢s no vas a conseguirlo. Si yo hubiese hecho eso no estar¨ªa trabajando en la peluquer¨ªa¡±.
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