El Ayuntamiento de Madrid detecta deficiencias en la mayor¨ªa de las cocinas fantasma
Los vecinos y la oposici¨®n intensifican la lucha contra estos nuevos negocios que Almeida considera legales
La pol¨¦mica persigue a las conocidas como cocinas fantasma (dark kitchen, en ingl¨¦s), una nueva forma de negocio a cuya expansi¨®n ayuda el c¨®ctel que forman las restricciones que impone la pandemia y los usos sociales vinculados al comercio electr¨®nico. El Ayuntamiento de Madrid ha reconocido esta semana que ha detectado anomal¨ªas en la mayor¨ªa de estos locales. En las inspecciones efectuadas en la capital desde el pasado 4 de marzo, se ha...
La pol¨¦mica persigue a las conocidas como cocinas fantasma (dark kitchen, en ingl¨¦s), una nueva forma de negocio a cuya expansi¨®n ayuda el c¨®ctel que forman las restricciones que impone la pandemia y los usos sociales vinculados al comercio electr¨®nico. El Ayuntamiento de Madrid ha reconocido esta semana que ha detectado anomal¨ªas en la mayor¨ªa de estos locales. En las inspecciones efectuadas en la capital desde el pasado 4 de marzo, se han hallado ¡°peque?as deficiencias¡± en 15 de los 22 establecimientos visitados, seg¨²n informa el ¨¢rea de Desarrollo Urbano. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, suspendi¨® en marzo la concesi¨®n de nuevas licencias hasta que se aclare c¨®mo se regulan.
Se trata de instalaciones de corte industrial ubicadas dentro del casco urbano en los que se prepara comida ¨²nicamente para repartir a domicilio. El Ayuntamiento, comandado por un equipo de coalici¨®n de PP y Ciudadanos, defiende la legalidad de estos negocios. Pero cada vez es m¨¢s intenso el frente vecinal al que se une la oposici¨®n pol¨ªtica. Piden que se suspendan los permisos hasta que haya un nuevo marco jur¨ªdico porque entienden que la actual legislaci¨®n no abarca la nueva actividad que desarrollan estas empresas. Por eso, creen, no son del todo legales. En la capital, la concesi¨®n de este tipo de licencias est¨¢ sujeta al Plan General del Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de 1997.
Los datos recogidos por M¨¢s Madrid, principal fuerza opositora, hablan de hasta 27 instalaciones con un total de 193 cocinas. 20 est¨¢n ya en funcionamiento y siete, no. Solo el local pendiente de empezar a operar en la calle Canillas, en el barrio de Prosperidad, dispone de m¨¢s de 1.400 metros cuadrados y 38 cocinas. Nueve de estas dark kitchen se hallan en el distrito de Tetu¨¢n, siete en el de Chamart¨ªn, dos en Chamber¨ª, dos en Arganzuela, dos en Centro y una en Salamanca, Ciudad Lineal, Puente de Vallecas, Carabanchel y Retiro.
Los problemas detectados var¨ªan seg¨²n los casos: falta de licencia de funcionamiento, obras de acondicionamiento o de reestructuraci¨®n sin t¨ªtulo, problemas en el sistema de protecci¨®n contra incendios o elementos industriales sin t¨ªtulo habilitante. Las ¡°deficiencias¡± no afectan en nada a olores, ruidos, movilidad o ¡°condicionantes que puedan poner en peligro o alertar a la ciudadan¨ªa¡±, dijo el responsable del ¨¢rea de Urbanismo, Mariano Fuentes (Ciudadanos), en la comisi¨®n del ramo celebrada el martes. Por eso, tras la campa?a de revisiones no han decretado el cierre de ninguna de esas cocinas. ¡°Ustedes mantienen la postura de que todo est¨¢ bien sin tener en cuenta los conflictos y molestias¡±, lament¨® Pedro Barrero, concejal socialista que llev¨® el asunto a la comisi¨®n. Lamenta la postura de patada hacia delante del equipo municipal que va ¡°a remolque de la presi¨®n vecinal¡±. ¡°Queremos actividad econ¨®mica, pero regulada¡±, coment¨® el edil del PSOE.
Un reflejo del conflicto que se vive ha tenido lugar esta misma semana durante una visita del alcalde al distrito de Arganzuela para inaugurar una calle. All¨ª, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida (PP) se acerc¨® a un grupo de vecinos, entre ellos miembros de la Asociaci¨®n de Familias de Alumnos (AFA) del colegio Miguel de Unamuno, que protestaba y mantuvo una improvisada conversaci¨®n con ellos. La escena fue grabada en v¨ªdeo y publicada en el perfil de Twitter de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm), que esta semana ha pedido al Defensor del Pueblo que intervenga para ¡°poner coto¡± a estos negocios.
Las im¨¢genes las protagoniza una madre de la AFA, Noelia Cabezas, que, con su hijo peque?o en brazos, polemiza durante varios minutos con el primer edil, que insiste en que no otorgar las licencias llevar¨ªa al Consistorio a cometer un ¡°delito¡±. Almeida finalmente accedi¨® a acompa?arles al centro educativo donde estudian 900 alumnos y comprobar la proximidad de una de las nuevas instalaciones pendiente de empezar a funcionar. Pero el alcalde antes quiso dejar claro que el de las cocinas fantasmas es un problema ¡°heredado¡± del mandado anterior, que es cuando se concedieron las primeras licencias bajo la actual normativa. ¡°?Y si es un problema heredado por qu¨¦ no lucha contra ¨¦l como ha hecho al recurrir Madrid Central?¡±, se pregunta indignada Noelia Cabezas en declaraciones telef¨®nicas a EL PA?S. ¡°Por intereses econ¨®micos¡±, intuye ella preocupada, como los otros padres que se manifiestan, por los perjuicios que se pueda causar a los ni?os y la comunidad escolar el d¨ªa que empiece a operar.
Cuatro chimeneas junto al patio del colegio
Pegado al Miguel de Unamuno se levantan cuatro chimeneas extractoras de unas instalaciones que acogen a doce cocinas industriales en 573 metros cuadrados de una nave gracias a una licencia de negocio de mediados del siglo XX, denuncian los vecinos. La altura de los tubos ha sido ya corregida, al menos, en una ocasi¨®n. Pero en los datos facilitados por el Ayuntamiento, esta cocina fantasma, situada en el n¨²mero 8 de la calle Alejandro Ferrant, no presenta ninguna anomal¨ªa. Las chimeneas se ampliaron despu¨¦s de la inspecci¨®n municipal llevada a cabo el 17 de marzo y los vecinos han recibido esta semana contestaci¨®n municipal a su recurso y aseguran que, seg¨²n el propio Ayuntamiento, no todo est¨¢ correcto.
En la campa?a de inspecciones realizada por el Consistorio, dos de los 24 locales estaban cerrados y ser¨¢n visitados de nuevo m¨¢s adelante. De los 22 a los que lograron acceder los t¨¦cnicos, ¡°todos cumpl¨ªan y se ajustaban a las condiciones otorgadas en la licencia¡±, comentan desde el ¨¢rea de Urbanismo, ¡°si bien, en 15 se detect¨® alguna peque?a deficiencia (alg¨²n cambio de distribuci¨®n, un cartel puesto en un lugar err¨®neo, etc), pero en ning¨²n caso nada que afectara al entorno, a la seguridad o a la propia actividad¡±. El Ayuntamiento considera que solo 10 son ¡°multicocinas¡± y 14 son ¡°locales con obrador y log¨ªstica de distribuci¨®n¡±.
¡°El nuestro es un activismo impuesto y muy desagradable, porque todo esto deber¨ªa ser preocupaci¨®n de los pol¨ªticos¡±Noelia Cabezas, madre de alumnos del colegio Miguel de Unamuno
¡°Se amparan en las inspecciones ante la presi¨®n social y ya vemos el resultado: la inmensa mayor¨ªa tienen deficiencias. Y algunas que se suponen que no tienen, como la del Unamuno, pues parece que tambi¨¦n. Es la ley de la jungla. No hay control. Son instalaciones que no pueden ubicarse en este tipo de entornos¡±, deplora la portavoz municipal de M¨¢s Madrid, Rita Maestre.
El de las cocinas fantasmas, junto a los pisos tur¨ªsticos, la proliferaci¨®n de terrazas o la log¨ªstica de ¨²ltima milla, forma parte de una nueva serie de actividades econ¨®micas que causan ¡°un fuerte impacto negativo sobre la calidad de vida de la poblaci¨®n residente en los entornos pr¨®ximos¡±, alerta el soci¨®logo y urbanista Vicente P¨¦rez en un informe elaborado por la Fravm. La federaci¨®n pide al Ayuntamiento que, ante esta pol¨¦mica, decrete una moratoria en la concesi¨®n de permisos como ya se ha hecho en Barcelona hasta que haya una nueva normativa adaptada a la actividad real que se desarrolla. ¡°Llevamos meses pidiendo que se paralice la concesi¨®n de estas licencias, que se ponga en marcha una moratoria, y se reforme la ley para controlar su instalaci¨®n¡±, reclama tambi¨¦n Maestre, que apuesta por el modelo de la Ciudad Condal.
¡°El nuestro es un activismo impuesto y muy desagradable, porque todo esto deber¨ªa ser preocupaci¨®n de los pol¨ªticos¡±, defiende Noelia Cabezas, decidida, como el resto de vecinos, a seguir plantando cara a las cocinas fantasma.
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