Cuesti¨®n de educaci¨®n
Hace unos d¨ªas, la fachada de la librer¨ªa Mary Read fue vandalizada con unas pintadas transfobas
Madrid. A?os veinte. Siglo XXI
Cualquier d¨ªa de julio de 2021. Un ni?o, una ni?a y un adulto juegan al f¨²tbol en los alrededores de la piscina de una comunidad de vecinos.
¨DYo soy Espa?a, dice el adulto.
¨DYo, Francia, contesta el ni?o.
¨D?Y yo, Luis Enrique!, exclama la peque?a, de unos cuatro a?os, mientras, desde una banda figurada, observa c¨®mo los otros se pasan el bal¨®n. El se?or la mira y pregunta: ¡°?T¨² sabes qui¨¦n es Luis Enrique?¡±. Su erudita respuesta: ¡°El entrenador de Espa?a. Cuando era jugador le dieron un golpe en la nariz¡±. Tiembla, Ibai, que vienen pisando fuerte.
6 de agosto de 2021.
Saltan a las redes sociales unas pintadas transfobas en la fachada de la librer¨ªa Mary Read. El establecimiento, que toma su nombre de una de las pocas piratas conocidas, abri¨® hace casi tres meses con el fin de ser un punto donde encontrar, adem¨¢s de libros, un lugar com¨²n que acoge a todo el espectro del arco¨ªris. ¡°Un espacio LGTBQ+ transfeminista¡±, como ellas se definen. Justo cuando paran unos d¨ªas para descansar, alguien ataca a esta pirata por la espalda: ¡°La orientaci¨®n sexual existe. Decir la verdad no es delito¡± ¡°No a la hormonaci¨®n de menores¡±. Poca literatura en estas palabras. Es tan macabro atacar una librer¨ªa, tan rancio, tan poco imaginativo. Un profesor de Arte Contempor¨¢neo de la Complutense, Jaime Brihuega, un d¨ªa en clase nos habl¨® del 11-S de una manera peculiar, provocadora. ¡°La idea¡±, sosten¨ªa que ese era el valor, que nadie nunca hab¨ªa atentado as¨ª. Pero pintadas¡ ?de verdad? ?Atacar librer¨ªas cual banda terrorista o dictador que teme los libros? ?Estamos en el siglo pasado y se sigue asesinando gente al grito de ¡°maric¨®n¡±?
Madrid. Comienzan los a?os veinte. Siglo XX
Lorca acaba de llegar a la capital. En la Red de San Luis, actual estaci¨®n de metro de Gran V¨ªa, se inaugura el templete de Antonio Palacios, el aut¨¦ntico, el que hoy se conserva en Porri?o (Pontevedra), la localidad natal del arquitecto madrile?o por excelencia. Se declara el fin de la pandemia de gripe que comenz¨® en 1918 y mat¨® a m¨¢s de 50 millones de personas en el mundo. Coincidencias¡ M¨¢s: este a?o de reapertura del hotel Ritz, hay una exposici¨®n de la que es imposible salir sin llevar grabado en el cerebro un cupl¨¦, Las tardes del Ritz, da igual que no se haya escuchado antes, se incrusta: ¡°?Ay, yo no s¨¦ lo que me pasa a m¨ª, / pero ya ve que me siento feliz, / siga apretando aunque mire mam¨¢ / que si se irrita ya se calmar¨¢!¡±... Cuesti¨®n de ambiente -a la que hay que ir con ganas de leer, pero hay que ir- muestra hasta el 24 de octubre en CentroCentro un Madrid de hace 100 a?os fuera del armario, abierto y moderno. Habitantes actualmente no muy conocidos de la ciudad, que hoy ser¨ªan pol¨¦micos y que, quiz¨¢, si su tolerancia y pensamiento hubieran trascendido, no se repetir¨ªan insultos de hace un siglo. Figuras como ?lvaro Retana y Antonio de Hoyos que escriben historias de personajes ambiguos y pansexuales. La bailarina T¨®rtola Valencia, el transformista Edmond de Bries -de quien se exponen interesantes fotograf¨ªa-, la libre y culta artista Victorina Dur¨¢n, el estupendo figurinista Jos¨¦ Zamora¡ Si vivieran hoy, puede que alguno fuera v¨ªctima de los 102 incidentes de odio que se han dado en Madrid en los 236 d¨ªas que llevamos de a?o, seg¨²n el Observatorio Madrile?o contra la LGTBIfobia.
Si en el verano de 2021, una ni?a de cuatro a?os sabe que existe Tassotti y que le dio un codazo a Luis Enrique en el Mundial del 94, cuando los padres de la peque?a a¨²n eran adolescentes. Est¨¢ claro que todo es cuesti¨®n de ense?ar, de educar, de aprender desde la infancia. Ante esto Mary Read, que ya sin pintadas vuelve a abrir el mi¨¦rcoles, tiene una frase ant¨ªdoto contra el veneno: ¡°Frente al odio, nuestras lecturas¡±.
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