Una querella por un mon¨®logo contra la violencia machista de 2019, m¨¢s de 7.000 veces interpretado
Una jueza de Madrid ha admitido a tr¨¢mite la querella de la Asociaci¨®n de Hombres Maltratados contra la actriz Pamela Palenciano por ¡°fomentar el odio¡± contra los hombres en su obra ¡®No solo duelen los golpes¡¯
Marzo de 2019. Auditorio del P¨®sito, Linares (Ja¨¦n). En el patio de butacas, unos cuantos cientos de adolescentes, alumnos y alumnas de los institutos de esa ciudad. En el escenario, Pamela Palenciano con su mon¨®logo autobiogr¨¢fico No solo duelen los golpes, un proyecto sobre la violencia de g¨¦nero que lleva 18 a?os recorriendo el mundo en distintos formatos. Hacia el final se produce un encontronazo con tres chicos. La...
Marzo de 2019. Auditorio del P¨®sito, Linares (Ja¨¦n). En el patio de butacas, unos cuantos cientos de adolescentes, alumnos y alumnas de los institutos de esa ciudad. En el escenario, Pamela Palenciano con su mon¨®logo autobiogr¨¢fico No solo duelen los golpes, un proyecto sobre la violencia de g¨¦nero que lleva 18 a?os recorriendo el mundo en distintos formatos. Hacia el final se produce un encontronazo con tres chicos. La representaci¨®n se graba. M¨¢s de dos a?os despu¨¦s, el pasado 4 de junio, la Asociaci¨®n de Hombres Maltratados interpuso una querella contra la actriz, comunicadora y activista feminista a ra¨ªz de aquel incidente y por la obra, alegan delitos de odio contra los hombres. Ahora, el juzgado n¨²mero 15 de Madrid la ha admitido a tr¨¢mite y Palenciano tendr¨¢ que declarar el 15 de septiembre. Al tel¨¦fono, dice estar sorprendida y no estarlo tanto: ¡°Aunque por ahora sea solo haberla admitido a tr¨¢mite, no deja de ser simb¨®lico. Pero los pasos atr¨¢s en este ¨¢mbito son palpables en los ¨²ltimos tres o cuatro a?os. No soy soci¨®loga, pero me recorro toda Espa?a con esto y lo veo, lo siento, cada vez m¨¢s¡±.
Ese ¡°cada vez m¨¢s¡± tiene un por qu¨¦ del que da cuenta su m¨®vil desde 2017. Aquel a?o, la andujare?a residente en Madrid recibi¨® la primera querella: ¡°Por apolog¨ªa de la violencia, por parte de un tipo relacionado con la custodia compartida. Desde entonces, cada vez peor, antes de aquello era puntual. Cuanto m¨¢s funciona algo y m¨¢s se conoce, m¨¢s gente va a haber intentado acabar con ello¡±.
Ese mon¨®logo se ha representado m¨¢s de 7.000 veces. Antes fue un taller y, antes, una exposici¨®n. Ha pasado por M¨¦xico, Colombia, El Salvador, Argentina, Guatemala y Nicaragua. Sirvi¨® de programa contra la violencia en Austria y Corea del Sur. Palenciano ha contado su historia ¡ªsu maltrato, su Antonio, el novio con el que empez¨® con 12 a?os y que la intent¨® matar dos veces, su ¡°abrir los ojos¡±¡ª, en plazas, institutos, salas de teatro y, cuando ha podido, en cualquier sitio en el que la dejaran explicar c¨®mo se genera la violencia, c¨®mo crece y c¨®mo se instala en una relaci¨®n. Provincia a provincia ha recorrido casi todo el territorio nacional. Con risas, al menos la mayor parte del tiempo. Humor e iron¨ªa, palabras claras, sin disfraces que suavizan. Consigue que los adolescentes miren hacia el escenario, escuchen y, a veces, ¡°de repente vean¡±: ¡°Como consegu¨ª ver yo¡±.
As¨ª lleg¨® la segunda querella. Fue en 2019: ¡°De la Asociaci¨®n de Espa?oles contra la corrupci¨®n, por maltrato a menores, por lo que cuento en el mon¨®logo. Fue archivada, igual que la primera¡±. La bola de trolls sigui¨® creciendo: ¡°Sobre todo en Twitter. Eran se?oros, y digo se?oros porque eran hombres adultos. Ahora hay mucha m¨¢s gente joven, casi todos siempre de ultraderecha, con banderas de Espa?a en sus im¨¢genes o s¨ªmbolos de este tipo, o de Vox. Y la cosa ha pasado a llamadas raras, haberme intervenido el tel¨¦fono y m¨¢s amenazas, ya no solo en Twitter, tambi¨¦n en otras redes. Tampoco son ya dos chavales que se sientan en la ¨²ltima fila, sino grupos enteros, y ahora hay profesores y profesoras que validan ese comportamiento¡±. Tambi¨¦n alguna vez, dice, se le han colado periodistas de esa l¨ªnea ideol¨®gica en las representaciones.
En enero de 2020 ya denunci¨® una campa?a de acoso en estas plataformas. A finales de aquel mes, Unidas Podemos la invit¨® a representar No suelen duelen los golpes en la Asamblea de Madrid. El presidente de la c¨¢mara entonces, Juan Trinidad, de Ciudadanos, deneg¨® el permiso porque ¡°ah¨ª no se hac¨ªa teatro¡±, recuerda la actriz. Ella hizo el pr¨®logo de la pieza a las puertas de la Asamblea.
Y as¨ª hasta el 25 de mayo de este a?o. Ese martes, la diputada de Vox en la Asamblea de Madrid Alicia Rubio us¨® un par de minutos de aquel v¨ªdeo grabado en Linares dos a?os antes para hacer un ¡°hilo sobre basura en las aulas¡± en Twitter. ¡°Mon¨®logo adoctrinador¡±, lo llam¨®. ¡°Mamarracha¡±, la llam¨®. La publicaci¨®n de la diputada de ultraderecha provoc¨® otro aluvi¨®n de insultos y amenazas a Palenciano.
El v¨ªdeo se viraliz¨®. En ¨¦l se ve c¨®mo ellos se marchan mientras ella los acompa?a hasta la puerta. Se mueve como ellos, habla como ellos. Explica despu¨¦s al p¨²blico c¨®mo ha intentado ¡°ponerles frente a un espejo¡±. ¡°Se les ve salir pero no los 40 minutos que llevaban ri¨¦ndose, interrumpiendo, haciendo burla, molestando¡±, matiza Palenciano.
A los pocos d¨ªas, la Asociaci¨®n de Hombres Maltratados puso la denuncia. ¡°En el momento en que ha llegado a o¨ªdos del presidente, que es un afectado directamente¡±, dice Valentina Ortiz, portavoz de esa organizaci¨®n. Asegura que no tienen ¡°problemas¡± con lo que hace la actriz: ¡°Entender¨ªamos que ser¨ªa diferente en un contexto de humor para personas adultas, pero es grave como prevenci¨®n de violencia en la pareja dirigido a un p¨²blico menor de edad¡±. Ortiz recuerda una frase del mon¨®logo, ¡°todos los que dicen ser hombres maltratados son maltratadores¡±, y opina que eso ¡°desanima¡± a ¡°cualquier hombre en edad estudiantil que est¨¦ entre la audiencia y sea v¨ªctima de maltrato, pueda hablar de su situaci¨®n y buscar ayuda bajo la premisa de que si lo hace, ser¨¢ ¨¦l el acusado de maltratador¡±.
El trabajo de Palenciano, que acaba de cumplir 39, tiene el mismo objetivo desde hace casi dos d¨¦cadas: explicar el c¨ªrculo de la violencia de g¨¦nero y ayudar a prevenirla, sobre todo entre adolescentes. Ahora en Espa?a, pero mucho tiempo lo hizo a miles de kil¨®metros. Trabaj¨® ocho a?os con ni?os de maras enfrentadas en El Salvador: ¡°Que si la violencia salvaje en ese pa¨ªs y la poca educaci¨®n y lo que se dice, pero ellos, en su estructura pandillera, reconoc¨ªan esa violencia y el machismo que hab¨ªa, ten¨ªamos momentos de encuentro muy bonitos. En Espa?a, todav¨ªa, cuesta mucho m¨¢s reconocerlo. Jam¨¢s tuve sensaci¨®n de estar en peligro all¨ª¡±.
Aqu¨ª, ahora, a veces s¨ª la tiene. ¡°Te vamos a matar¡±, ¡°te vamos a violar¡±, son algunos de los mensajes que llegan a su m¨®vil. A veces se da la vuelta cuando camina por la calle. Recibe amenazas a diario. Le molesta que se intente tergiversar su trabajo: ¡°La denuncia es contra la masculinidad hegem¨®nica, los privilegios y las relaciones de poder, no contra los hombres. Las feministas no odiamos a los hombres, por mucho que haya quien intenta vender ese discurso¡±. Dice que hoy le ha tocado a ella, pero ma?ana ser¨¢ a otra: ¡°Esto no es un ataque a m¨ª, sino al movimiento feminista¡±. Y recuerda que parte de esos ¡°ataques¡±, est¨¢n no solo validados, sino fomentados y provocados por representantes pol¨ªticos: ¡°Algunos se sientan en la Asamblea¡±.
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