Te conoc¨ª en un portal
La falta de luz, las continuas corrientes de aire o la dejadez son par¨¢metros de cultivo que acompa?an en no pocas ocasiones a las plantas de los portales
Los portales de las casas son un complejo ecosistema dentro del mundo de la jardiner¨ªa. Todos hemos pasado alguna vez por alguno, con sus peculiaridades: m¨¢s o menos grandes, m¨¢s o menos luminosos, m¨¢s o menos decorados. Dentro de ellos, y al eco de las pisadas, surgen historias y encuentros, conversaciones r¨¢pidas o mon¨®logos agotadores. Las cartas se ordenan en los buzones, con noticias de multas, notificaciones o publicidad, puesto que las misivas personales se convirtieron en una especie amenazada, al borde de la extinci¨®n. Y puede que un espejo refleje unos ojos somnolientos camino del trabajo.
Muchas veces, una planta nos despedir¨¢ silenciosamente al pasar, dese¨¢ndonos buena compra. As¨ª es, puesto que en estos espacios es muy habitual encontrarnos con plantas dulcificando el entorno. Surge la sorpresa de ver hojas y tallos de especies que luchan por sobrevivir, en un recinto a veces hostil. La falta de luz, las continuas corrientes de aire o la dejadez son par¨¢metros de cultivo que acompa?an en no pocas ocasiones a las plantas de los portales. En algunos casos, tienen la fortuna de contar con una persona concreta que se encarga de su cuidado, y entonces lucen m¨¢s contentas.
La especie que se atreva a crecer en estas habitaciones de tr¨¢nsito ha de contar con una resistencia natural muy alta a situaciones de estr¨¦s. La baja iluminaci¨®n es el primer condicionante para que las plantas puedan crecer en un portal. Esta luz suele ser, adem¨¢s, unidireccional, y proviene de la puerta principal, pero ha de ser lo suficientemente intensa para que la planta pueda tener energ¨ªa para realizar su fotos¨ªntesis. Otro factor de estr¨¦s suele ser la falta de agua. Menchu Garc¨ªa, vecina del barrio de Chamart¨ªn, comenta c¨®mo una vecina se quejaba de que una de las plantas del portal, una calatea (Calathea spp.) yac¨ªa aplastada ¡°porque alguien se hab¨ªa sentado encima de ella¡±. Lo que realmente ocurr¨ªa, seg¨²n nos cuenta Menchu, es que le faltaba agua, y la exhausta planta hab¨ªa abierto sus hojas, deshidratada. ¡°Hasta hab¨ªa un vecino que pensaba que era de pl¨¢stico, y hasta que no cortaron una hoja no creyeron que era una planta de verdad¡±.
An¨¦cdotas como esta las hay en cada uno de estos lugares de paso, as¨¦pticos cual pasillo de hospital. Si alguno de los inquilinos del inmueble tiene mano verde, es posible que las plantas empiecen a crecer tambi¨¦n por los rellanos de la escalera. Rub¨¦n Alves, un apasionado de las plantas del barrio de Malasa?a, nos habla de la cantidad de fotos que ha visto hacerse a los amigos y familiares de sus vecinos con las plantas con las que ha repoblado el rellano de su casa, una aut¨¦ntica selva. ¡°Dan calidez a un espacio impersonal, y me gusta cuidarlas todos los d¨ªas¡±, puntualiza. Entre sus favoritas, destaca la oreja de elefante (Alocasia macrorrhizos) y la costilla de Ad¨¢n (Monstera deliciosa). ¡°Los vecinos suelen pedirme consejo y esquejes. Aunque la persona sea una asesina de plantas, acaba por cogerle el gusto a esto de cuidarlas¡±, comenta divertido.
Hay unas cuantas especies que son unas habitantes cl¨¢sicas de estos lugares comunes: cintas (Chlorophytum comosum), hiedras (Hedera helix), filodendros (Philodendron spp.), ficus (Ficus spp.), amor de hombre (Tradescantia spp.), potos (Epipremnum aureum), troncos de Brasil (Dracaena spp.) o incluso aguacates (Persea americana). ¡°Sembr¨¦ un hueso de aguacate al poco de entrar a vivir aqu¨ª¡±, nos dice Antonia Ledo sobre su nueva etapa en su piso de El Escorial, donde se vino a vivir para tener el arte de Tiziano y del Greco cerca. Su rellano luce varias de estas especies cl¨¢sicas, adem¨¢s de libros, que ha puesto para que los vecinos puedan disponer de ellos a su antojo. ¡°El aguacate es quiz¨¢s mi planta preferida, por lo que simboliza para m¨ª. Los vecinos est¨¢n encantados de ver las plantas, hasta los carteros se asombran al verlas crecer en el rellano. Mis amigos me dicen que, all¨¢ donde vaya, creo un vergel¡±. Son peque?as historias de amor hacia las plantas que surgen en los rincones m¨¢s insospechados.
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