De Washington a Vallecas, Isabel D¨ªaz Ayuso vive este jueves un aterrizaje forzoso. Pasa del glamur de su viaje por Estados Unidos, donde la pasada semana se fotografi¨® en las calles de Nueva York, o ante el Capitolio, a una ¨¢rida sesi¨®n de control a su Gobierno en la Asamblea regional, situada en el popular barrio madrile?o. Durante casi una hora, la oposici¨®n no ahorra adjetivos negativos, descripciones peyorativas, ni peticiones de explicaciones sobre un periplo en el que la gran inc¨®gnita ¡ªcu¨¢nto ha costado¡ª viene de la mano de un balance hasta ahora poco fruct¨ªfero ¡ªno se conoce que se haya logrado inversi¨®n alguna¡ª. ¡°Un bluf¡±, resume el viaje la portavoz de M¨¢s Madrid, M¨®nica Garc¨ªa.

Es jueves, y M¨¢s Madrid, el PSOE y Podemos se coordinan para declarar el estado de sitio. Quieren explicaciones. Datos. Balances tangibles. As¨ª, los tres partidos de izquierdas coinciden en preguntarle a la presidenta regional sobre su viaje, marcado por la pol¨¦mica desde su mismo inicio. Porque D¨ªaz Ayuso choca en la distancia con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez; critica al de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador; y afea al papa Francisco sus disculpas por la conquista americana. Porque ataca al indigenismo. Y porque se vuelve a Espa?a para participar en la convenci¨®n del PP, el mismo c¨®nclave que opaca durante d¨ªas con sus intervenciones americanas.

¡°Ha perjudicado la imagen de Madrid. Ha recorrido 6.000 kil¨®metros en avi¨®n para que la entreviste Telemadrid, tele-Ayuso; para estar durante 10 minutos con cuatro congresistas; para insultar al Papa; y para traer bajo el brazo cero inversiones confesables¡±, le espeta Garc¨ªa, la l¨ªder de la oposici¨®n, mientras le reclama, sin conseguirlo, que le mire a los ojos, que la vea, y la respete. ¡°Mientras usted se hac¨ªa fotos en la Quinta Avenida, nosotros est¨¢bamos en el Sector Seis de la Ca?ada. Y mientras usted hac¨ªa running por Washington, nosotros corr¨ªamos hacia M¨®stoles a ver si pod¨ªamos solucionar alguna de sus promesas incumplidas¡±, a?ade. ¡°Es menos glamuroso, pero es bastante m¨¢s ¨²til¡±.

Ante esa andanada, D¨ªaz Ayuso apenas deja alg¨²n gesto con las cejas. De la l¨ªder de la oposici¨®n le separa una enemistad manifiesta. Acostumbrada al estilo de ?ngel Gabilondo (PSOE), siempre propositivo durante la pasada legislatura, a D¨ªaz Ayuso se le sigue atragantando la apuesta de Garc¨ªa, que va al cuerpo a cuerpo.

Como esos boxeadores que quieren aprovechar su envergadura, explotando que tienen los brazos m¨¢s largos que su rival, la l¨ªder conservadora siempre intenta separarse de Garc¨ªa, buscar su espacio en el debate, y hablar desde la atalaya de la presidencia. Pero no siempre lo logra. Tampoco este jueves, cuando vuelve a caer en las alusiones personales ¡ªsi en la ¨²ltima sesi¨®n fue una cr¨ªtica al pelo de la l¨ªder de M¨¢s Madrid, en esta lo es a un gesto¡ª y ve c¨®mo el resto de la oposici¨®n sigue la misma l¨ªnea que su rival.

¡°Ha ido a Estados Unidos para seguir vendiendo a pedazos los servicios p¨²blicos de nuestra regi¨®n, pero no ha sido bien recibida¡±, le dice Alejandra Jacinto, de Podemos. ¡°Para reunirse por Zoom con los congresistas, podr¨ªa haberlo hecho desde su despacho. Ni siquiera los fondos buitres conf¨ªan ya en sus pol¨ªticas. Las pocas cosas que hacen, las hacen mal¡±, ha proseguido. ¡°La justicia les ha obligado a anular la venta de vivienda p¨²blica. Eso, cr¨¦ame, s¨ª que crea inseguridad jur¨ªdica¡±, ha rematado, en referencia a la decisi¨®n judicial que obliga a rectificar la venta de 2.935 pisos a Goldman Sachs, ejecutada por el Gobierno de Ignacio Gonz¨¢lez.

¡°Ha sido un viaje a su mayor gloria, para luego ser aclamada en la convenci¨®n del PP¡±, lanza Hana Jalloul, la portavoz del PSOE. ¡°Entendemos que no se puede hablar bien de Madrid hablando mal del Gobierno de Espa?a¡±. A todas esas intervenciones asiste D¨ªaz Ayuso sin torcer el gesto, embebida en sus papeles, como esperando a pasar el tr¨¢mite de las respuestas lo m¨¢s r¨¢pido posible.

¡°No me he ido de tiendas a EE UU¡±, contesta la l¨ªder conservadora. ¡°Con la agenda que hemos tenido y los pocos acompa?antes que hemos llevado, hemos hecho mucho m¨¢s que cualquier otra Administraci¨®n auton¨®mica¡±, espeta la presidenta regional. ¡°Los beneficios se ver¨¢n a largo plazo (...) Los inversores no llevan el dinero encima. Si les gusta lo que les dices no te dicen: ¡®Toma el dinero¡±, se despide.

Una forma de justificar que la comitiva presidencial madrile?a haya vuelto de EE UU sin haber logrado dar ninguna noticia que resuene con la fanfarria y el estruendo de los grandes anuncios en el barrio de Vallecas.

Nueva ley educativa

El ¨²nico partido que no se ha referido al viaje de EE UU ha sido Vox, centrado en su negociaci¨®n con el PP sobre la ley educativa que patrocina el Ejecutivo regional. La contundencia con la que D¨ªaz Ayuso ha despejado todas las exigencias de su ¨²nico socio posible, incluyendo la de que la bandera espa?ola est¨¦ en todos los centros educativos, ha servido de recordatorio sobre lo que est¨¢ ocurriendo en la Asamblea de Madrid. El PP considera que Vox est¨¢ entre la espada y la pared, atrapado entre la necesidad de defender su espacio pol¨ªtico y la dificultad de confrontar con D¨ªaz Ayuso. Y no piensa concederle ni un cent¨ªmetro a su aliado parlamentario, salvo en los momentos clave de la legislatura: los Presupuestos de 2022, por ejemplo.

Esto dec¨ªa la enmienda de Vox, que tambi¨¦n reclama hacer gratuitas dos etapas educativas no obligatorias, guarder¨ªa y bachillerato, lo que tendr¨ªa un coste de m¨¢s de 300 millones, seg¨²n el partido, o de m¨¢s de 700, seg¨²n el Ejecutivo: ¡°(...) tanto la Administraci¨®n auton¨®mica como la direcci¨®n de los centros garantizar¨¢n la presencia de la bandera espa?ola en el exterior y en lugar preferente en el interior¡±.

Y esto ha contestado D¨ªaz Ayuso a esa y otras exigencias del partido que lidera Roc¨ªo Monasterio. ¡°No se puede usar la ley maestra educativa para ir contra el sentido com¨²n¡±, ha arrancado este jueves, durante la sesi¨®n de control a su Gobierno. ¡°Con sus propuestas lo primero que consiguen hacerla es insostenible, haciendo gratuitas etapas no obligatorias¡±, ha seguido. ¡°Eliminan el biling¨¹ismo, una de las herramientas que m¨¢s igualan en oportunidades¡±, ha a?adido. ¡°Y luego las imposiciones de la bandera: la utilizaci¨®n de los s¨ªmbolos del Estado tiene que ser justa y proporcional, tienen que estar en su sitio, ni m¨¢s ni menos, se tienen que querer, que admirar, pero no imponer de manera pol¨ªtica¡±.

Esa enumeraci¨®n ha dejado a Monasterio frente al mismo dilema que afronta desde que arranc¨® la legislatura. ?C¨®mo hacer frente al fen¨®meno Ayuso? ?Confrontando, pese a que eso pueda escocer a sus propios votantes? ?O pactando, a riesgo de ser devorados por el PP, igual que le ocurri¨® a Cs?

¡°Nosotros estamos dispuestos a negociar, pero no a renunciar¡±, ha dicho el diputado Jaime de Berenguer, durante una intervenci¨®n en la C¨¢mara, donde Vox recuerda que sus prioridades son conseguir la gratuidad de la guarder¨ªa y el bachillerato, o garantizar la libertad de educaci¨®n de los padres.

Pero los precedentes no son halag¨¹e?os para los intereses de Vox. De todas las negociaciones clave de lo que va de legislatura (composici¨®n de la C¨¢mara, investidura, ley de Telemadrid, o ratificaci¨®n de su administrador provisional) ha sacado un exiguo bot¨ªn: un puesto en la Mesa del Parlamento y un recorte del 10% en las cuentas de la televisi¨®n p¨²blica. El resto ha salido a pedir de boca para el PP.

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