Acariciar zorros y dar el bibe a corderitos, en la granja El Palomar de Chapiner¨ªa
En esta finca de la sierra oeste de Madrid se puede interactuar con 200 especies entre ganado, fauna ib¨¦rica recuperada y animales ex¨®ticos donados
Si tiene un hijo que se cree que la leche sale del tetrabrik o un amante de los animales que no para de pedirte un conejo o un perrito, disfrutar de un d¨ªa viendo, tocando y dando de comer a todo tipo de bichos, desde ganado a fauna ib¨¦rica y ejemplares ex¨®ticos, no es un plan, ¡°es un planazo¡±, como resume David Mengual tras pasar el s¨¢bado ¡°alucinando¡± con su mujer, Mar¨ªa P¨¦rez, y su hijo de siete a?os, Salvador, en la granja escuela El Palomar, en Chapiner¨ªa, localidad de 2.300 habitantes en plena sierra oeste de Madrid, a 50 kil¨®metros del centro de la capital.
Granjas escuela en la comunidad hay unas cuantas, pero pocas llevan funcionando desde 1984. Su coordinador, Chiqui Aprea, cuenta que fue ¡°la primera¡± y que su familia la mont¨® en las instalaciones de un antiguo internado para que los ni?os de ciudad ¡°pudieran tener un contacto estrecho e integral con el mundo rural y con la naturaleza¡±, que se estaba ya perdiendo, a la que han sumado, signo de los tiempos, la concienciaci¨®n medioambiental. Los Aprea ¨Dtrabajan seis miembros de la familia¨D organizan desde campamentos de verano a viajes escolares con pernocta y visitas en familia los s¨¢bados y domingos en las que ser granjeros por un d¨ªa. En temporada alta, llegan a dar empleo a 100 personas, en baja, a entre 20 y 30. Solo monitores son entre 15 y 30 los fines de semana. ¡°Desde primavera, la actividad est¨¢ bastante normalizada, aunque a¨²n no hemos vuelto al 100% del aforo¡±, explica Aprea que, de todas sus vivencias a lo largo de estos 37 a?os, recuerda haber explicado a Eduardo Punset la empat¨ªa de los animales con los ni?os ¨D¡±si entramos el veterinario o yo a la jaula de los buitres, nos atacan, a los ni?os, nunca¡±¨D y la simp¨¢tica falta de vocabulario de los ni?os de ciudad, ¡°que hablan de ir a ver a los polluelos de la cerda¡±.
La jornada empieza a las diez y media de la ma?ana y termina a las cuatro de la tarde. Divididos en grupos de 9 a 12 personas por monitor, m¨¢ximo 15, las familias recorren la granja y realizan todo tipo de labores y actividades, desde montar a caballo o pony a orde?ar una vaca, dar de comer a terneros y corderos, cuidar cabras, distinguir a una churra de una merina, abrazar conejos, perseguir gallinas, patos, gansos y ocas, admirar a faisanes y pavos reales y ver, pero sobre todo escuchar con un tremendo escalofr¨ªo, c¨®mo vacunan a los cerdos... ¡°Nada, hijas, tranquilas, es que le est¨¢n poniendo la segunda dosis¡±, bromea una madre.
Pero no solo. ¡°Tenemos un centro de recepci¨®n y recuperaci¨®n de rapaces heridas con ¨¢guilas, buitres leonados y zopilotes, b¨²hos y lechuzas. Gracias a un acuerdo con el Seprona, incorporamos otro de fauna ib¨¦rica con jabal¨ªes, ciervos, gamos, muflones, zorros, nutrias, jinetas y erizos y, a causa de la moda de tener animales ex¨®ticos de los que luego la gente se cansa, otro con serpientes, tres monos capuchinos, una tortuga gigante, iguanas, loros, agapornis, hurones, mapaches, perritos de la pradera, suricatos, coat¨ªes, puercoespines, una alpaca y hasta un em¨²¡±, avanza Aprea, que cifra en unas 200 las especies que habitan el espacio. Y todos, toditos, tienen nombre, como el macho cabr¨ªo Justin Bieber, el guacamayo Coco o el drag¨®n barbudo Desdentado, con querencia a agarrarse a la camiseta del que se lo pone en el pecho. ¡°Ay¡±, grita una madre al ser mordida por un suricato. ¡°Cu¨¢nto da?o ha hecho Disney, ya dije que cuidado con Tim¨®n, que no es tan majo como el de la peli¡±, r¨ªe el gu¨ªa, Pedro Bastida, un animador sociocultural de 30 a?os que atesora ¡°mordiscos de todos los animales¡±y que es para llev¨¢rselo a casa de ameno y adorable.
Los zorros, hu¨¦rfanos y criados a biber¨®n, se dejan acariciar y alimentar de la mano por unos ni?os que no pueden salir de su asombro. ¡°Mam¨¢, mira, estoy con un zorro en persona¡±, se emociona Gonzalo Velasco, de siete a?os, al cumplir su sue?o de tocar a su animal favorito, que Bastida acuna en su regazo como si fuera un perrillo. ?l es precisamente el cuidador de los zorros Od¨ªn, Freya, Pedro y Arya Stark.
La visita, que discurre por un museo al aire libre de aperos de labranza y transportes, incluye un viaje al mundo m¨¢gico del Pa¨ªs de los Cuentos, una veintena de casitas tama?o ni?o, con caba?as en los ¨¢rboles, una vivienda hobbit, dos castillos, ¨¢rbol viviente, barco pirata, la choza de Harry Potter, setas de gnomo, la tinaja del ratoncito P¨¦rez... Adem¨¢s, hay tirolinas, roc¨®dromo y un asentamiento visigodo recreado. Al mediod¨ªa, se puede elegir entre comida de encargo en el jard¨ªn a precios muy razonables y muy abundante, o llevar el p¨ªcnic y comer en el merendero. Mientras terminan los mayores, hay colchonetas, parque infantil y de bolas y un castillo hinchable para los nenes.
Al terminar, Sandra Garc¨ªa, de 17 a?os, comenta que lo que m¨¢s le ha gustado es ¡°interactuar con los animales, porque en el zoo los ves de lejos y nadie te explica nada¡± y recomienda la experiencia ¡°tanto a ni?os de 5 a?os como a j¨®venes de 18¡å. ¡°Y para los padres y abuelos, incluso como terapia, los humanos somos mucho de tocar¡±, a?ade su madre, Esther Fern¨¢ndez, que se queda con la sensaci¨®n ¡°de tener una serpiente en la nuca¡±. ¡°Los monitores, chapeau, y est¨¢ todo muy bien organizado¡±, a?ade. ¡°Se me ha pasado el rato volando y muchos animales ni los conoc¨ªa¡±, comenta su hija Laura, de 12 a?os. Su prima Ver¨®nica Fern¨¢ndez, de 10, dice que ha sido ¡°todo muy chulo, sobre todo orde?ar a la vaca¡±. Mar¨ªa P¨¦rez destaca ¡°c¨®mo lo han explicado todo de bien y c¨®mo cuidan a los animales¡±, mientras que su marido David se queda con las rapaces y la pizza, ¡°riqu¨ªsima¡±. ¡°Del 1 al 10, le doy un 99¡å, sentencia Andrea, a la que le ha encantado ¡°la urraca que dice hola y c¨®mo abren los cacahuetes los monitos¡±. ¡°Volvemos seguro, en primavera nos vemos¡±, se despiden Daniel Nicol¨¢s y sus hijas de 11 y 8 a?os.
D¨®nde: Granja escuela El Palomar, en Camino de la Fuente 1 de Chapiner¨ªa, a 40/50 minutos centro de la capital por la M-501. Horario: s¨¢bados y domingos, festivos y Semana Santa de 10.30 a 16.00. Precios: de 0 a 2 a?os, gratis; de 2 a 3 a?os, 12 euros y a partir de 3, tanto ni?os como adultos, 21. Hay que reservar en el tel¨¦fono 679 64 49 41. Comida: se puede encargar de un amplio men¨² de ensaladas (de 9 a 11 euros), entrantes (de 6 a 25), hamburguesas (de 4 a 14), pizzas (15) y men¨² infantil (7), que se degusta en el jard¨ªn. Tambi¨¦n se puede llevar la comida de casa, para lo que hay un merendero.
Otras granjas en Madrid
- En El Álamo, a 30 minutos de la capital por la A-5, hay dos granjas en una, El Álamo y Giraluna, donde organizan jornadas familiares las mañanas de los sábados, los domingos y los festivos. Consisten en dos horas de actividades con animales, un descanso de 45 minutos para comer y una hora y 45 minutos de actividades, con paseo en pony y taller incluido. Cuesta 21 euros por persona a partir de los 2 años. Se reserva en el 678 488 904 o info@granjaelalamo.es la primera y en el 620 53 94 52 o info@granjaescuelagiraluna.es la segunda.
- En Talamanca de Jarama, a una hora por la A-1, está la granja escuela de CEI El Jarama, un "espacio especialmente diseñado para la enseñanza del medio rural a niños/as y jóvenes y que alberga zonas de animales domésticos, zonas de huertos y aulas temáticas". Tienen aves de corral, cabras y ovejas de diferentes razas, caballos, ponis y burros, conejos, cobayas, cerdos, vacas y terneros. Ofertan días a lo largo de septiembre, octubre y noviembre con horario de 10.30 a 17.00 y comida traída de casa. Además de los animales, la visita incluye vendimia, pisado de la uva y elaboración de mosto y, dependiendo de la edad, barcas, tiro con arco o toboganes. Cuesta 19 euros por persona, con los niños menos de dos años gratis. Se reserva en el mail familias@ceieljarama.com o por teléfono al 689 66 58 16.
- Once Olivos en El Molar, a 50 minutos por la por A-1. Esta granja está "especializada en el aprovechamiento y optimización de los recursos naturales y en la recuperación de especies silvestres autóctonas y razas domésticas españolas en peligro de extinción, como la oveja rubia" de la localidad. Visitas de familias por 15 euros por persona a partir de los 2 años. Reservas en los teléfonos 656 448 438 y 696 999 347.
- En lbitana, a kilómetro y medio de Brunete, a 40 minutos por la M-501, hay visitas de día por 16 euros por persona más 4 de comida o estancias de dos días (una noche) por 65. Tienen animales de granja, un huerto, olivar, viñas, zonas de deportes y actividades de multiaventura, piscina, 14 habitaciones o dormitorios y dos cabañas. Se reserva en el 91 815 87 83 o en reservas@albitana.com.
- El Botero entre Algete y Alalpardo (M-123 Km 3,5), a 25 minutos del centro de Madrid por la A-1. Ofrecen "una experiencia didáctica global con la presencia de animales de granja, así como la oportunidad de conocer especies exóticas" de 11.30 a 14.00 fines de semana y festivos. Cuesta 15 euros por persona si se lleva el bocadillo o 40 si se come ensalada, carne o pescado a la brasa, postre y café en el comedor. Reserva en el 915 627 649 o en info@lagranjaescuelabotero.es.
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