Entre los congelados del supermercado de ¡®Fuenteovejuna¡¯ hay una mujer abusada
La directora Marianella Morena reinterpreta el cl¨¢sico de Lope de Vega en una cr¨ªtica al capitalismo, al machismo y al poder en el Teatro de la Abad¨ªa
Sobre el escenario hay una gran estructura que contiene cajas, como si fueran literas en la que duermen los productos del supermercado. La salvedad es que junto a los objetos hay unas personas que sienten y sufren, pero se han mimetizado con lo inerte. La protagonista pertenece a esos estantes, concretamente a los congelados, porque as¨ª se sinti¨® cuando su jefe abus¨® de ella: como comida chatarra incapaz de escapar, de hablar. Tendr¨ªa que haberse negado, piensa. ¡°Ten¨ªa el ¡®no¡¯ tan bajito que dej¨¦ de verme¡±, reconoce ante su propia imagen.
Marianella Morena, directora de ...
Sobre el escenario hay una gran estructura que contiene cajas, como si fueran literas en la que duermen los productos del supermercado. La salvedad es que junto a los objetos hay unas personas que sienten y sufren, pero se han mimetizado con lo inerte. La protagonista pertenece a esos estantes, concretamente a los congelados, porque as¨ª se sinti¨® cuando su jefe abus¨® de ella: como comida chatarra incapaz de escapar, de hablar. Tendr¨ªa que haberse negado, piensa. ¡°Ten¨ªa el ¡®no¡¯ tan bajito que dej¨¦ de verme¡±, reconoce ante su propia imagen.
Marianella Morena, directora de Fuenteovejuna. Historia del maltrato se adentra en el cl¨¢sico del siglo XVII para seguir su l¨ªnea hasta la actualidad y ver en qu¨¦ momento se encuentran esas agresiones. La uruguaya, de 53 a?os, quiso establecer un di¨¢logo con los cl¨¢sicos. ¡°Tienen generosidad argumental y un puente establecido con la ciudadan¨ªa. Es algo que est¨¢ vivo¡±, explica en una llamada sobre lo que le inspir¨® a hacer la obra que se ha estrenado este jueves en el Teatro de la Abad¨ªa y que estar¨¢ disponible hasta el 7 de noviembre.
Escogi¨® a Lope de Vega y lo intern¨® en un supermercado porque el espacio ¡°atraviesa todas las clases sociales¡± y es un lugar parecido en cualquier parte de occidente. ¡°Son muy similares en Buenos Aires, Lima, Quito, Par¨ªs¡ M¨¢s all¨¢ de la lengua no hay fronteras. El capitalismo y el consumo crea una ilusi¨®n¡±, define. Y esa fantas¨ªa de querer adquirir bienes, para ella tambi¨¦n pasa por el cuerpo de la mujer, cuando se la cosifica.
¡°Hemos mejorado hist¨®ricamente en el maltrato. Adquirimos leyes, derechos, y aun as¨ª, se reproduce el mal. Es como si hubiera una escuela de la tiran¨ªa para que se resignifique¡±, se?ala sobre la historia de tiran¨ªa, en la que el Comendador fuerza a Laurencia. Man¨¦ P¨¦rez (Montevideo, 32 a?os) interpreta esa mujer fiera ante la injusticia. ¡°Es una revolucionaria que enciende la antorcha en nombre de todas¡±, revela la actriz.
Hablar de la denuncia de manera fidedigna supon¨ªa respetar el caos. ¡°Las personas en esa situaci¨®n suelen tergiversar la l¨ªnea de tiempo, incluso se contradicen¡±, comenta la directora. La decisi¨®n de verbalizarlo es, en este caso, como si la afectada se descongelara para llegar a una libertad. Mientras, Fuente, el jefe interpretado por Jos¨¦ Carlos Cuevas, se aprovecha de banalizar su sufrimiento, lo usa como eslogan y lo utiliza para vender m¨¢s. ¡°El mal est¨¢ ah¨ª buscando cuerpos para sobrevivir¡±, comenta la directora.
En los ensayos ¨Cque fueron pocos; tuvieron tan solo mes y medio¨C, Morena se percat¨® de que la ira puede llevarte a otro sitio, puede ser un cambio; o simplemente puede ser una crisis, una catarsis. ¡°Hay quien no tiene posibilidad expresiva, quien no sabe gestionar sus sentimientos, hay quien se anestesia, quien ve series porque no tiene esa capacidad de pelea diaria¡±, reflexiona sobre Pascuala, representada por Carmen Baquero.
Esta producci¨®n de las compa?¨ªas J¨®venes Cl¨¢sicos (M¨¢laga) y La Morena (Uruguay) utiliza la iron¨ªa de la desestabilizaci¨®n como una herramienta para defenderse ante las situaciones violentas. Ante un p¨²blico expectante que a veces r¨ªe y otras se retuerce en la butaca, los implicados cantan, bailan cumbia, copulan, se confunden.
Cris Iglesias (A Coru?a, 28 a?os) es el adalid de ese cuestionarlo todo, con un personaje cuyo g¨¦nero es fluido, Frondoso. ¡°En la obra cl¨¢sica es un hombre y no quer¨ªamos imitar a uno o hacer un estereotipo¡±, asegura. Expone muchas preguntas: ?qu¨¦ siente?, ?qu¨¦ ama?, ?qu¨¦ le sucede?, ?qui¨¦n abusa? ¡°Reivindica el derecho a la duda¡±, resume.
Prestar la palabra
Toda la obra nace de una conversaci¨®n de t¨² a t¨² con Lope de Vega. Para la directora, su lectura del texto ha de ser sin jerarqu¨ªa previa, con libertad y atrevimiento: ¡°Para hacer una Fuenteovejuna actual hab¨ªa que desarticular la obra, para decir algo nuevo¡±.
Ella percibi¨® grandes diferencias, porque tambi¨¦n las siente entre los cl¨¢sicos de Espa?a y Uruguay. Por eso le gusta que los actores muestren distintos acentos; porque solo con una frase ya se sabe que Man¨¦ P¨¦rez no es espa?ola. Evidencia esa mirada desde cierta distancia, la que da haber nacido en otro continente. Es una nueva manera de habitar un texto reconocido, seg¨²n Iglesias: ¡°Lo dice uno de los personajes, Esteban (Jos¨¦ Luis Torrijo). Lope nos presta su palabra y nosotros la utilizamos, la llevamos a escena¡±.
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