Tu otra libertad

Aparece la palabra libertad en grande. A todo trapo en la pantalla, flotando sobre una piscina reluciente. Y en pleno centro de Madrid, a oscuras. No, no, no es un viejo anuncio de campa?a ayusista ni la pr¨®xima publicidad de la Comunidad de Madrid como la tierra prometida. En los cines Ideal, que te captan con su vidriera modernista, se hace el silencio. Es la Libertad de Clara Roquet, donde se habla, de manera delicada y con suavidad que corta, de la desigualdad y de la lucha de clases. S¨ª, existen y mucho todav¨ªa en el siglo XXI.

Todo con una familia en el centro de la historia, con su decadencia, sus viejas pr¨¢cticas y sus destellos a punto de oxidar. Siempre la familia. Y en Madrid el PP es esa familia que ha entrado en eclosi¨®n, que no ha aguando a la cena de Navidad, que ha decidido destriparse delante de todos. Y mostrar adem¨¢s la forma en la que muchos de ellos entienden el poder.

Esto iba de libertad el 4 de mayo. Pero no era para investigar lo que pas¨® en las residencias (??para qu¨¦ hacer esa comisi¨®n?!) ni de poder dejar a los diputados ejercer su libertad de expresi¨®n desde la tribuna. Si estuviera Eugenia Carballedo en el Congreso de los Diputados, lo que tendr¨ªa que escuchar¡­ Ya se sabe, si algo no gusta: ¡°Bueno, de verdad, hasta luego, paso¡±. Y tendr¨¢s aplauso asegurado de la bancada popular.

Esto va ahora de la libertad del poder. Y de la autodestrucci¨®n que puede llevar. Faltaba una protagonista estos d¨ªas en la guerra del PP. Pero Cayetana ?lvarez de Toledo ha entrado con toda su fuerza. No se recordaba algo as¨ª en a?os y con una acusaci¨®n direct¨ªsima de la exportavoz: en G¨¦nova 13 hay ¡°material incriminatorio¡± contra Isabel D¨ªaz Ayuso. Lo ha dicho evocando viejas pesadillas de m¨¢sters y cremas. En las plantas nobles se revolvieron escuch¨¢ndola. Esto va tambi¨¦n de hacer da?o.

No falta de nada en el libro de memorias de ?lvarez de Toledo. Con un retrato del tuit m¨¢s famoso sobre Madrid con el ¡°no te lo perdonar¨¦ jam¨¢s, Manuela Carmena¡±. Pues nada de estar en la cabalgata, ni de sufrir la decepci¨®n en directo peleando con paraguas por caramelos. Ella se confiesa: lo escribi¨® en un ¡°peque?o y suntuoso¡± hotel de los Alpes suizos despu¨¦s de ¡°una ma?ana perfecta esquiando, una tarde de spa y un derroche de fondue y vino blanco¡±. Un a?o despu¨¦s la perdonar¨ªa.

Lo que vemos estos d¨ªas en Madrid es una aut¨¦ntica radiograf¨ªa del poder, donde los tuyos siempre son los m¨¢s peligrosos. Pablo Casado eligi¨® a ?lvarez de Toledo y a D¨ªaz Ayuso a dedo, fueron sus apuestas personales, y hoy son las personas que m¨¢s le destrozan. Y a la madrile?a le va muy bien, no deja de subir en las encuestas gracias a su pulso mientras que el l¨ªder nacional sufre ya el desgaste en los sondeos. En una batalla siempre tiene que haber un ganador. Pero a esto le queda mucho. Este domingo mejor sentarse en la butaca con la otra Libertad.

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