Black Friday
Vamos empalmando fiestas, descuentos, celebraciones y lo que en principio pretend¨ªa ser un ahorro se convierte en una din¨¢mica de compra desmesurada de cosas que ni necesitamos
Llega el Viernes Negro, y con ¨¦l la necesidad de aprovechar las ofertas inigualables de cosas que igual tampoco nos hac¨ªan tanta falta.
Esta oportunidad ¨²nica nos ofrece rebajas que no podemos disfrutar ning¨²n otro d¨ªa del a?o, excepto el cybermonday, las rebajas de enero, el Blue Monday, San Valent¨ªn, el D¨ªa del Padre, el D¨ªa de la Madre, el D¨ªa de los Singles, las rebajas de verano, la de invierno y mi favorita, la de las tiendas de oferta por liquidaci¨®n que por lo que sea nunca se acaban de liquidar.
En Espa?a se ha celebrado desde 2013, convirti¨¦ndose, con el auge de la venta online, en una nueva tradici¨®n, una tradici¨®n basada en la cultura del consumismo, como Halloween. Fiestas en las que acabamos entrando al trapo, ya sea por voluntad propia o adaptaci¨®n al medio.
Son celebraciones en las que ni siquiera te juntas con los tuyos para comer. Tampoco hay que hacer regalos. Basta con comprar.
Algunas veces incluso nos metemos en Internet sin una idea clara de lo que vamos a comprar, esperando que la pantalla te recuerde aquello que tanto necesitas.
Y no solo eso. Por lo que he descubierto estos ¨²ltimos meses, ya ni siquiera es necesario googlear el producto o aceptar cookies para que tu timeline te sugiera art¨ªculos de tu inter¨¦s. Ahora vale con mencionarlo con tus amigos, que, como por arte de magia, al d¨ªa siguiente aparecer¨¢ alguna oferta del producto en tu m¨®vil. ¡°emo sio enga?aos¡±
Para el peque?o comercio, sin embargo, esta nueva tradici¨®n no ha venido con un pan debajo del brazo. El esfuerzo para poder competir con las ofertas de las grandes empresas es herc¨²leo. Sobreviviendo a un aumento constante de los costes, las subidas de gastos como la luz o el pago mensual de la cuota de aut¨®nomos.
Lo que empez¨® como Black Friday se alarga toda una semana, a veces todo un mes. Vamos empalmando fiestas, descuentos, celebraciones y lo que en principio pretend¨ªa ser un ahorro se convierte en una din¨¢mica de compra desmesurada de cosas que ni necesitamos. Madrid se vuelve intransitable.
Llegan estas fechas, y las plataformas digitales se llenan de familias negras promocionando el Black Friday como si esas personas fueran de otro color el resto de los d¨ªas de la semana.
Una estrategia de marketing que sin duda funciona, del mismo modo en que lo hace con los anuncios de chocolate en los que podemos ver modelos negras, mostrando su preciosa piel, equiparado al producto que se anuncia.
Perpetuando un imaginario que personalmente rechazo y un tokenismo del que recomendablemente nos tendr¨ªamos que ir deshaciendo poco a poco.
- Semana negra, 1
- Semana de la historia negra, 0
Dicho esto. Me voy a seguir planteando si aprovecho esta semana para comprarme la plancha para el pelo que necesito¡ o me espero.
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